Distancias cortas
Serie.Movistar + ·
Belfast es un personaje más y la violencia invisible, la que se mastica, la heredada constituyen una envoltura icónica, entre traumas y memoriaTiene un punto irónico, de sentido del humor soterrado, y nunca pierde vista las distancia cortas, entre la ingenuidad o la fugacidad reflexiva, con ese ... encanto de los personajes que perfuman los Coen. No es 'Fargo', pero aquí los novatos y los veteranos confrontan sus miradas sobre el mundo en un ecosistema tenso pero del que la ficción extrae una atmósfera familiar.
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Año 2023
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País Irlanda
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Dirección Declan Lawn (Creador), Adam Patterson (Creador), Gilles Bannier
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Guion Fran Harris, Lawn y Patterson
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Reparto Jonathan Harden, Sian Brooke, Valene Kane, Richard Dormer
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Género Drama. Thriller y Policíaco
En 'Blue Lights' los uniformes de policía no parecen tal y lo extraordinario resulta ordinario, y muchas veces la cotidiana violencia muta en un drama íntimo y coral. La primera temporada fue captando adeptos desde el pasado año y recientemente una segunda entrega confirmaba el toque diferencial que envuelve a esta serie de la BBC, cuyos autores ya han conseguido la aprobación para diseñar otra dos temporadas más. Movistar+ da cabida a esta episódica sucesión de pequeños y graves, volcánicos y viscerales desencuentros entre ciudadanos y policías, teniendo en cuenta que con el escenario de Belfast como decorado y fondo, los detalles importan mucho y las heridas siempre remiten a tiempos, recuerdos y muchas zonas problemáticas, enquistadas en lo físico y en lo emocional. Hay grupúsculos que remiten a políticas duras, recelos y muros; también mafias y dramas sociales. Probablemente nada nuevo, pero 'Blue Lights' añade ahora más criaturas y más carne y desgarradura sin perder del todo la fe en el ser humano. Su acierto es precisamente el de mover con destreza tramas y subtramas aferradas a Irlanda del Norte donde los creadores de la serie, Declan Lawn y Adam Patterson, nacieron y crecieron.
El argumento es plural pero concluye siempre en la calle, en los barrios, en los silencios y en los rechazos sociales. Y en cada situación, el carácter, la conducta, la acción son una capa tras la que vemos asomarse al drama personal, esas historias de la gente que atañen al periodismo de verdad y, en este caso, al relato de aquello que inquieta, divide y zarandea. Belfast es un personaje más y la violencia invisible, la que se mastica, la heredada constituyen una envoltura icónica, entre traumas, memoria y señales sembradas por el conflicto armado que concluyó en 1998. En la mezcla de retrato muy humano y autenticidad la serie adquiere su propia textura en una disección de la realidad y sus espejos fieles y deformados. Drogas, mafias, enfrentamientos criminales. Pero con ritmo, sentido dinámico y pausas certeras, la ficción seriada sitúa la piel y el asfalto en el epicentro de la complejidad humana.
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