
Juego de sotanas
Embajadores Santander (desde el viernes) y plataformas. ·
A la intemperie, el de Berger es un thriller con dos pecados dentro, pero preciso y desbocado en el que los hombres del Vaticano susurran a los caballos de poderSecciones
Servicios
Destacamos
Embajadores Santander (desde el viernes) y plataformas. ·
A la intemperie, el de Berger es un thriller con dos pecados dentro, pero preciso y desbocado en el que los hombres del Vaticano susurran a los caballos de poderPosee dos borrones que están a punto de dejar la película entre la fumata blanca y la fumata negra. Uno, en el epicentro del filme, ... suena epatante y a salida de pata de banco. El otro, más grave afea y afecta a la resolución, final del metraje. Ninguno de los dos deben desvelarse. Pero salvo ambos pecaditos, 'Cónclave' merece la bendición crítica que ha tenido desde su estreno el pasado año hasta su resurrección viral, que dicen los de la red, tras la muerte de Bergoglio.
Año 2024
País Reino Unido
Dirección Edward Berger
Guion Peter Straughan
Reparto Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Sergio Castellitto
Género Drama
Eficiente, detallista, muy inteligente, la película de Edward Berger, es un juego de sotanas que participa tanto del thriller como del drama ajustado a un ecosistema endogámico, en el que el engranaje y su proceso quedan a la intemperie. En realidad, el enésimo retrato de poder, aquí preciso y desbocado, cuyos ejes son los hombres del Vaticano susurrando a los caballos del poder. Como expresión de un proceso, con sus diatribas, egolatrías y miserias humanas, algún destello de grandeza divina también, la cinta goza de un arranque sensacional; tiene conciencia en todo momento de los rituales, aplica un tono sostenido entre el suspense y la intriga y es una demostración de fe en sus intérpretes. Sin subrayados políticos, pero con guiños a muchos títulos de los setenta que se movieron con soltura en las arenas movedizas de la conspiración y los debates y dilemas; con una finura y elegancia sutiles a la hora de retratar ese tiempo que sigue a la muerte de un papa.
Un pulso entre lo humano y lo divino, a veces sin distinciones retóricas, que transparenta por igual una seriedad ceremoniosa como una impostura juguetona. Pero donde el filme del cineasta de 'Sin novedad en el frente' se eleva con una intensa sutileza es en su personalidad visual. Una suerte de rito de secretos conocidos y otros ocultos, dramatizados o no, sobre esa reunión de cardenales que precede a la elección del nuevo Sumo Pontífice. Berger juega con las cartas boca arriba, como si hubiese accedido de modo privilegiado a esa liturgia de sotanas como espadas, de claustros, entre movimientos de cámara que mecen al espectador y sugerentes elipsis. Existen otras muchas cintas, caso de 'Los dos papas' de Meirelles, con intenciones similares, pero la cinta basada en la novela de Robert Harris destila respeto y fundamento sobre los protocolos. Habrá estos días quien diseccione aciertos y desaciertos. La misión de 'Cónclave' es narrar con potencia y lo hace. En su interior combaten el producto comercial con cierta labia de película de autor.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.