Nostalgia que tira de nostalgia
Cinesa. Ocine y Yelmo ·
Tensión con criaturas vacías, salidas de tono en un humor forzado y un guion que no acudió a la cita ese verano. Todo tan fácil como innecesarioSabemos lo que hicieron los fabricantes de la cosa en busca de una resurrección tan perfectamente legítima como imperfecta en su necesidad. Da igual remake ... que cualquier otro calificativo. Y resulta inane pensar en una apuesta imaginativa. Todo está calculado, todo es artificio, postureo finalista y esa sensación de que vale todo aunque sea repetitivo y cansino.
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Año 2025
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País Estados Unidos
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Dirección Jennifer Kaytin Robinson
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Guion Jeff Howard, Leah McKendrick, Kaytin Robinson, Sam Lansky
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Reparto Madelyn Cline, Chase Sui Wonders, Jennifer Love Hewitt
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Género Terror
Hay dos factores que podrían haber cambiado el rumbo de este despertar de un clásico (si rebajamos el nivel del término) del terror de los 90 ambientado, como el filme homónimo fechado en 1997, en el día de la independencia de los EE UU: uno es el guiño generacional de la ficción, recurriendo a personajes e intérpretes del original para enlazar dos tiempos pensando en un acto reflejo en los espectadores que vivieron aquel estreno y los jóvenes que la descubren a partir de esta especie de artificial reboot. El otro factor más inesperado es la aparición del sentido del humor. Muy sano cuando se trata de distanciarse o de generar una atmósfera irónica sobre un slasher de libro. Lo primero resulta un fraude, mera excusa para devolver a la pantalla a algunos intérpretes sin gancho (no es un chiste) insuficiente para crecer desde el original. Lo segundo es indefinido y ambiguo y lo más parecido a una salida de pata de banco que de una apuesta intensa, sea por la vía de la caricatura, o por la de aportar un escapismo al canon del género. Ninguna de las dos cosas. Casi todos los ingredientes humorísticos salen a relucir de forma epatante y suenan más a gracietas de memes y chascarrillos.
'Sé lo que hicisteis el último verano' aspira a convertirse en marca como 'Destino final' y 'Scream', pero este regreso es más bien gris y facilón. Como si el entretenimiento estuviera justificado o resultara necesario apelando al homenaje y la secuela. Es tan superficial que ni siquiera es capaz de recurrir a la mala baba para crear un mínimo de juerga sádica. A 'Destino final', saga interminable, le salva la sucesión diferentes de muertes y casi no necesita guión para enganchar a los fieles. En cualquier caso, los personajes y situaciones del filme de Jennifer Kaytin Robinson, cineasta de moldes como 'Alguien especial' o 'Revancha ya', es simplemente un confesado producto de nostalgia. Tensión con criaturas vacías, salidas de tono y un guion que no acudió a la cita ese verano. Más que absurda, es boba. Y lo rocambolesco, no basta para hacernos creer que la película se ríe de sí misma. Ni siquiera cuando el personaje de Love Hewitt asegura que «la nostalgia está sobrevalorada».
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