
Quilombo apocalíptico
Netflix. ·
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Netflix. ·
Exhibe sus mejores bazas en la puesta en escena, su atmósfera y la llamada a la identificación del espectador, tanto al individuo como al ser socialEn medio del apagón a Netflix le ha venido a alumbrar el estreno de 'El eternauta' y, sobre todo, no nos engañemos, la sombra alargada ... de ese actor descomunal que es Ricardo Darín. Sí, ese al que una campaña publicitaria le deja mudo, el intérprete de 'Argentina 1985', el de 'Truman'...
Año 2025
País Argentina
Dirección Bruno Stagnaro
Guion Stagnaro, Ariel Staltari
reparto Ricardo Darín, Carla Peterson, César Troncoso, Andrea Pietra
Género Fantástico
La ficción seriada, en la que se aúna lo terminal, lo fantástico y apocalíptico y el trasfondo político, no sin cierta ironía, compone un tango de incertidumbre y tensión, a modo de baile de supervivencia. La nevada mortal en pleno verano bonaerense que desata tanto la visceralidad como la toxicidad y, también, el sentido solidario de comunidad, recorre la entraña de una historia convulsa que a veces pierde el ritmo, pero nunca el suspense sostenido.
La singularidad radica en que su punto de partida bebe de un cómic, una novela gráfica de Héctor G. Oesterheld ilustrada por Francisco Solano López, que se publicó por entregas en los años cincuenta, considerada un hito en la ciencia ficción latinoamericana. Aunque asaltaron las dudas sobre el proyecto: la traslación de la viñeta, la capacidad de síntesis o de ajuste, la necesidad de una actualización (en su momento la guerra fría, ahora una atmósfera entre el cambio climático y lo postpandémico sin alusiones directas) han triunfado. Lo cierto es que la serie, que ha dirigido Bruno Stagnaro con pulso firme, teje una acertada tela de araña sobre lo inquietante, sin efectismos, exprimiendo la cercanía de las situaciones, los límites entre los grandes espacios urbanos vacíos y el obligado confinamiento de los supervivientes, que juega con lo vivido en la pandemia. Es discutible si la medida estándar de seis capítulos es la ideal a la hora de planificar algunas situaciones. La ficción en pantalla roza en ocasiones la reiteración excesiva y la tentación del relleno. Pero a cambio queda todo atemperado por un digno planteamiento equilibrado entre lo humano y lo desconocido. De igual modo 'El eternatuta', que se gasta de cuando en cuando una estupenda pose verbal de humor argentino en medio de lo dramático, exhibe sus mejores bazas en la puesta en escena y la llamada a la identificación del espectador, tanto al individuo como al ser social. En este sentido, no pierde su argentinidad pero todo destila, a su vez, esa universalidad del miedo colectivo al fin del mundo. Más que un héroe, con ese Darín siempre en su sitio, en la historia palpita una complicidad coral en lo extraordinario. Las dimensiones de la aventura, las aristas del miedo y la identidad de lo insólito, entre guiños y referentes, insuflan aliento reconocible. Y como dice uno de los personajes. «¡Lo viejo funciona!».
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