Más que un remake
Embajadores Santander ·
Huye con elegancia de la réplica, contiene interpretaciones magistrales y una elegancia innata. Puede verse como reinerpretación y hasta como homenajeSolo el cine francés (no todo, claro) es capaz de convertir un remake en otra invención, desde el respeto, la solidez de todos los componentes ... y esa especie de elegancia innata. Otra cosa es lo fútil e inane que conlleva la realización de todo remake. Aquí también cabe la pregunta esencial: ¿había necesidad de volver, en este caso, a 'Sentimental', la interesante cinta española de Cesc Gay? Lo cierto es que este efectivo regreso a esa obra casi de cámara de dos parejas vecinas, firmada por los directores Olivier Ducray y Wilfried Méance, constituye una minuciosa disección del original alentada por unas interpretaciones magistrales y un barniz especial sobre esos diálogos impagable y muy lúcidos.
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País Francia
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Año 2024
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Dirección y guion Olivier Ducray, Wilfried Méance
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Música Alexis Rault
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Fotografía Stéphen Méance
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Reparto Isabelle Carré, Bernard Campan, Julia Faure, Pablo Pauly
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Género Comedia
'Una cena...y lo que surja' (estúpido título que parece incidir en la llamada a la comedia, pero alejado del original francés: 'Et plus si affinités', Y más si hay conexión) es un filme muy medido, en el que ambos cineastas –también compartieron la dirección de 'Gemelos...pero no tanto'– parecen despojarlo decualquier distracción, relleno o material superfluo para centrar el latido de ambas parejas protagonistas en el epicentro del filme. Al cabo, dejar asomar con delicadeza, aunque sea irónica, el poso amargo, que también lo hay, es uno de los aciertos. Es esa desazón tan nouvelle vague que en ocasiones muestran algunas escenas con mucho tacto. Hay en la cinta francesa una revitalización casi indefinida. La trama es conocida, el sentido del humor es inteligente y el filme huye de la zona de confort de la copia, o de la comodidad de la réplica. Cineasta e intérpretes rebosan complicidad y lo demás es un dejar fluir y que el espectador se enganche sin encontrarse nunca situaciones forzadas. Quien no conozca la excelente 'Sentimental' disfrutará más pero también se abre la tentación de recorrer un camino inverso.
El orden de los factores no altera el producto, pero si caben muchos matices emocionales y comparaciones no tan odiosas. En cuestión de combinar ritmo, incomodidad, que no provocación, y ese tono ácido dominante, la película lo borda. Desde la reinterpretación, quizás con menos sutilezas, el filme francés es una construcción fina y más retocada, más amable quizás, de ese duelo a cuatro bandas sobre la obra de teatro de Gay, 'Los vecinos de arriba'. El fondo embarrado de arenas movedizas, ese campo minado donde los deseos, la represión, los convencionalismos y los miedos se solapan, sigue manifestándose con toda su carga explosiva.
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