El truco de ser saga
Cinesa, Ocine y Yelmo ·
casi todo escaparate, trucos solapados e idénticos asombros embotellados se suceden gasra qye uno puede perderse en el trajín de aparecer y desaparecerLa única magia es la que permite que la saga continúe. Crece en ilusionistas, estrellas y jóvenes, pero la chistera taquillera, la estética de centro ... comercial, el tono de espectáculo franquicia resultan hasta empalagosos. Hay buenos actores metidos en la juerga y un afán por intentar sorprender a cada paso como esos programas televisivos de risas y aplausos enlatados.
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Año 2025
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País EE UU
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Dirección Ruben Fleischer
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Guion Seth Grahame-Smith, Michael Lesslie, Rhett Reese, Paul Wernick
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Reparto Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Dave Franco, Isla Fisher
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Género Thriller
Se defiende con el piloto automático de vistosidad y un arranque de los que confunde lo deslumbrante con los destellos y espejismos de la imagen única y excelsa. Casi todo es escaparate. En modo trucos solapados la secuela, con idénticos asombros embotellados, está habitada por muchos personajes y uno puede perderse en el trajín de aparecer y desaparecer. Gracia a base de repetición, al espectador que ponga en duda el concepto de entretenimiento le puede entrar la tentación del escapismo. Si la cinta fuera un festival de 'set pieces' o un culebrón mágico episódico ganaría en atractivo y credibilidad.
Que nadie dude de que habrá una nueva entrega. Deslavazada, uno se pregunta en qué estaban pensando los guionistas, hasta cuatro, para crear confusión y plantearle más de un lío a Ruben Fleischer, quien tiene muy claro el sentido del espectáculo, pero que no logra dar cuerpo a esta vuelta de tuerca al abracadabra que cruza entre la aventura, la intriga y el thriller. Una secuela del ábrete sésamo a la manera de un escape room interminable. En un abrir y cerrar de ojos el argumento desaparece, la gracia caduca y la pantalla pasa a ser un escenario para que los cuatro jinetes cabalguen sobre la superficie de casi todo porque la consistencia parece reñida con la sugestión y el hechizo. Abunda el fuego de artificio y falta el supercalifragilisticoespialidoso de la cosa. El cineasta de 'Venom' y 'Bienvenidos a Zombieland' aporta oficio y eficacia respecto a sus antecesores, con lo cual la película gana en apariencia y simula sus agujeros negros no precisamente mágicos. Tras sus ganas honestas de maravillar hay más ilusionismo que verdadera lucidez cinematográfica. El paréntesis que quizá justifica todo el metraje reside en muchos de los momentos de la mansión donde hay más despliegue visual. Juego de espejos y decorados que llegan a perfilar su integridad como caja de sorpresas. En busca de ese truco final la película trata de sostenerse en una sucesión de tour de force sin argamasa ni armazón. Prestidigitación fragmentada para trucos reciclados.
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