Vacaciones terminales
Cinesa y Ocine ·
Timo Tjahjanto cede personalidad y todo se vuelve funcional y matemático. Un episodio de violencia coreografiado por su propio ejercicio de sopaosHay varias cosas que son muy ciertas. No engaña y tampoco tiene recursos e ideas para hacerlo. Es una secuela de manual: lo mismo de ... su precedente pero superlativo. Y el matonismo familiar adquiere un equilibrado tono de thriller, acción y comedia en el cómico Bob Odenkirk, el único que parece creerse lo que hace. Como más de la mitad de los productos que nacen en el actual Hollywood –si es que puede hablarse así ahora– este es también fruto de inventar una franquicia con ánimo de ser estirada lo máximo posible.
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País EE UU
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Año 2025
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Dirección Timo Tjahjanto
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Guion Derek Kolstad, Aaron Rabin
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Reparto Bob Odenkirk, Connie Nielsen, Gage Munroe, Paisley Cadorath
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Género Acción/ comedia
'Nobody', en ste sentido, es una acción copista con mucha confianza en sí misma, pero exenta de lo principal: carece de sorpresas, es reiterativa y se limita a seguir la estela, como una prótesis de la cinta original. Es decir, con cierta dosis de disparate en la trama el filme, no deja de ser la aventura de un padre de familia cuyo principal oficio es el de matar. El diálogo se ve sustituido por la sucesión de golpes que el protagonista infringe como si no hubiera un mañana. Y precisamente su aséptica postura, su ausencia de gesto, su facilidad para abordar la violencia sin un solo rictus de conmoción, ni un ápice de desfiguración, es lo que lo convierte en motor lúdico. Al fin y al cabo, una mezcla de Steven Seagal, John Wick y cualquiera de esos personajes de los thrillers coreanos hiperviolentos que siembran las plataformas.La secuencia del ascensor o la del salón de recreativos son claros ejemplos de esta máquina tragagolpes que puede con todo. Y precisamente su aséptico e insulso engranaje, falto de ironía y de cinismo, deja esta segunda entrega en un limbo: ni añade, más que cuerpos y estacazos y porrazos, ni augura una continuidad de la saga. Solo Bob Odenkirk deja caer cierto tono de autoparodia y de guiños a series familiares históricas.
El ritmo y el bisturí de la primera entrega son sustituidos aquí por la inercia y algún gag aislado, lo que no es lo mismo. Las vacaciones de verano que vertebran el argumento, como si el personaje fuese el padre de 'Los increíbles', es una buena idea que se convierte en excusa y dura diez minutos. Los villanos no tienen categoría y Sharon Stone casi hace de sí misma. Idem con Christopher Lloyd como abuelete. El director Timo Tjahjanto cede personalidad y todo se vuelve funcional y matemático. Un episodio de violencia coreografiado por su propio ejercicio de sopapos.
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