Carla Suhr
La doctora en Comunicación Carla Suhr, participa esta tarde en el Ecomuseo de Valle, el ciclo de conferencias de los Veranos de Cabuérniga, con una conferencia sobre el español en California
Carla Suhr, doctora en comunicación en la Universidad de Los Ángeles, participa esta tarde en el ciclo de conferencias de los Veranos Culturales de Cabuérniga, ... abordando una materia en la que es especialista: 'El español en California: ayer y hoy'. Será a las 19.30 horas en el EcoMuseo de Valle.
-¿Cómo llegó su interés por la lingüística cognitiva y la comunicación intercultural?
-Actualmente, soy profesora de lingüística cognitiva y alcance comunitario en UCLA, en Los Ángeles. Desde muy pequeña, creciendo en el Valle de Cabuérniga, recuerdo que prestaba atención a aquellos rasgos lingüísticos, palabras concretas, expresiones, formas de entonar, que eran particulares de allí. Lo contrastaba con el habla de personas que provenían de otros lugares y reflexionaba sobre cómo cada uno se asociaba a una cultura y creaba en cierta forma un sentido de pertenencia. Esta curiosidad aumentó a medida que comencé a viajar a otros países y a aprender nuevas lenguas.
-¿Qué le inspiró a realizar tu doctorado en Cognición e Interacción Intercultural en la Universidad Complutense de Madrid?
-Vivimos en un mundo cada vez más globalizado donde las interacciones con personas de todas partes del mundo son cada vez mas frecuentes. En este contexto, me parecía fundamental entender el impacto de la lengua que uno habla en nuestra conceptualización del mundo y viceversa. Esta comprensión puede ayudarnos a tener una mayor empatía, ser más inclusivos y poder interactuar con éxito con personas de diferentes bagajes.
-¿Cómo fue la transición desde España hasta convertirse en profesora del Departamento de Español y Portugués?
-Llevo viviendo en Estados Unidos 17 años. Llegué en un primer momento al Área de la Bahía de San Francisco y fue una transición muy fácil para mí. Creo que todos tenemos esos lugares especiales en los que nos sentimos como en casa. Para mí, esos dos lugares siempre han sido Cantabria y San Francisco. San Francisco es una ciudad abierta, emprendedora, curiosa, intelectual, artística. Allí conocí a George Lakoff, uno de los pioneros en lingüística cognitiva que en aquel momento todavía era profesor en la universidad de Berkeley, sobre cuyas teorías yo estaba realizando mi doctorado. También fue allí, cofundé un instituto de servicios lingüísticos y comenzamos a trabajar con muchas de las empresas de tecnología como Google o LinkedIn, instituciones académicas y organizaciones sin fines de lucro. Después, me fui a vivir a la costa este por unos años antes de regresar a California.
«El español es parte de mi identidad y me conecta con mis raíces»
-¿Qué aprendió con su experiencia previa en lugares como la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de New Haven?
-Ambos lugares fueron parte de mi formación como educadora y me brindaron las herramientas necesarias para poder trabajar con diferentes cuerpos estudiantiles. Aunque disfruté mucho mi etapa en las dos universidades, no fue hasta llegar a UCLA cuando realmente pude desarrollarme en la pedagogía con las que más me identifico, que es el aprendizaje a través del alcance comunitario.
-¿De qué salud goza en la actualidad la presencia del español en Estados Unidos, dadas las últimas derivas políticas?
-Hay aproximadamente 65 millones de hablantes de español en Estados Unidos, contando hablantes nativos y hablantes de español de segunda lengua, lo que sitúa a Estados Unidos como el segundo país con mayor número de hablantes después de México. Además, 70% de los estudiantes que estudian una segunda lengua en las escuelas y las universidades lo hace en español. Esta realidad no creo que cambie de la noche a la mañana a pesar de la insistencia de la nueva administración en el monolingüismo, aunque quizás se ralentice el crecimiento que habíamos estado viendo en las últimas décadas. El 1 de marzo de este año, se designó al inglés como la única lengua oficial del Estado, lo cual va a tener implicaciones significativas como que las comunicaciones oficiales o servicios sociales financiados con fondos federales ya no estarán obligados a ofrecerse en español también sino solamente en inglés.
-Viene a hablar en concreto del español en California y su evolución. ¿Ha ido a mejor o a peor?
-El español en California ha pasado por muchas fases en cuanto a su uso y posición social, siempre vinculantes a los poderes sociopolíticos del momento. La lengua se introdujo en Estados Unidos a principios del siglo dieciséis durante la época de la colonización y, en California, en particular, el español proliferó con los asentamientos de las misiones en los siglos SXVII y SXVIII. El objetivo colonial era implantar una única religión, una lengua y una forma de vida así que, en detrimento de las lenguas y culturas indígenas de California, el español se convirtió en la principal lengua del territorio en ese tiempo y así se mantuvo incluso después de que California formara parte de México tras su independencia. En 1848, cuando California pasó a ser parte de Estados Unidos, el inglés comenzó a ser la lengua dominante. A pesar de ello, el español ha sabido mantenerse presente desde entonces y en la actualidad hay millones de personas en el estado que utilizan el español como su primera lengua.
-¿Qué representa para usted esta lengua, a nivel personal?
-El español es parte de mi identidad y me conecta con mis raíces. Tengo la suerte de poder seguir utilizándolo, además del inglés, tanto en mi trabajo como en mi vida personal cuando estoy en California y esto, en cierta forma, me permite ser mi yo más completo.
-Lo hace además, en un marco rural como los Veranos Culturales de Cabuérniga. ¿Es importante sacar lo académico a la calle para facilitar su divulgación?
-Definitivamente. El conocimiento, sea del tipo que sea, nunca debería quedar encapsulado en círculos elitistas. Todo saber debería ser accesible a todas las personas, sin importar su estatus, formación educativa, trabajo, edad o lugar de residencia. Es más, creo que el énfasis no debe centrarse solamente en hacer que el conocimiento generado en las universidades o en las burbujas urbanas llegue al ámbito rural, sino en cocrear conocimiento de manera conjunta y abrir líneas reales de colaboración. Se suele subestimar el valor del conocimiento y la sabiduría de muchos sectores de la población, especialmente de zonas rurales, pero solo podemos avanzar como sociedad si partimos de la horizontalidad y aprendemos a aprender de quienes tienen algo que enseñar y que otros ignoramos.
-Su investigación vincula cultura, lenguaje y cognición para mejorar la comunicación entre culturas. ¿En qué consiste exactamente ese enfoque?
-En mis proyectos de investigación de lingüística estudio principalmente la conceptualización de elementos léxicos dentro de un campo semántico partiendo de mecanismos cognitivos como la metáfora o la metonimia conceptual, y de aspectos culturales. Por ejemplo, una de mis investigaciones ha consistido en un análisis interlingüístico sobre la conceptualización de sentimientos. Todos, por supuesto, somos capaces de sentir las mismas emociones, pero cada lengua las categoriza y conceptualiza de forma diferente. Existen términos de sentimientos en algunas lenguas que son difíciles de traducir en otras, como saudade en portugués o wabi-sabi en japonés, las interjecciones suelen variar bastante entre lenguas, o también las reacciones que asociamos con ellas. Todo esto tiene un componente cultural muy importante. Aprender sobre estas diferencias es de gran utilidad a la hora de estudiar segundas lenguas y para la comunicación intercultural.
-Lidera el programa de Community‑Engaged Learning en UCLA. ¿Qué impacto observa en sus estudiantes gracias a esta inmersión comunitaria?
-A través del programa de alcance comunitario, establezco puentes de colaboración entre la universidad y la comunidad. Elaboramos proyectos a nivel local, estatal, nacional e internacional con organizaciones sin fines de lucro que ofrecen servicios en los ámbitos educativo, legal, médico, social y artístico a las comunidades latinas y que requieren apoyo para garantizar justicia sociolingüística a los miembros hispanohablantes. Por medio de estos cursos de lingüística de alcance comunitario, nuestros estudiantes conectan lo aprendido en el aula con el mundo real y contribuyen a la misión de estas organizaciones. Traducen e interpretan en clínicas, abogan por los derechos de los inmigrantes, participan en talleres de poesía bilingües, entre otras actividades. Estas experiencias les ayudan enormemente a practicar su español, sumergirse en la cultura latina, definir su carrera y sobre todo, a abrirles los ojos acerca de las realidades sociales a su alrededor.
-Co-fundó UCLA EPIC Inclusive Gatherings. ¿Cuál es su misión y cuál ha sido su rol dentro de esta iniciativa?
-Sí, cofundé EPIC Inclusive Gatherings con otros dos profesores de UCLA hace unos años con la misión de crear un espacio abierto donde los profesores pudieran conversar sobre los retos que se enfrentan al intentar mantener un entorno inclusivo en las aulas. Nosotros nos encargábamos de seleccionar las temáticas y organizar los eventos. La universidad financió las visitas de ponentes de varias áreas de especialización y todas estas charlas quedaron registradas en una página web. Desafortunadamente, debido a las medidas que la administración de Trump estaba tomando hacia este tipo de iniciativas en la educación superior, nos vimos obligados a eliminar de internet todo el contenido de Inclusive Gatherings.
-¿Qué metodologías o prácticas docentes destaca dentro de EPIC para fomentar aulas inclusivas y dinámicas?
-Es un tema que nos llevaría horas desarrollar, pero hay dos lecciones simples que se repiten sea cual sea el tema en particular. Celebrar la diversidad y aprovechar los momentos controvertidos como una oportunidad para dialogar y aprender.
-Además de la academia, es una entusiasta de la poesía. ¿Cómo integra esa pasión en su trabajo como educadora en lingüística y comunicación?
-En los últimos años, la poesía se ha convertido para mí en una vía valiosa de expresión que me ha permitido alejarme del lenguaje académico estructurado al que estoy acostumbrada y explorar un lado más creativo. Escribir verso libre en español ha traído equilibrio a la manera en que expreso mis ideas. Al mismo tiempo, mi poesía es una extensión de mi trabajo, ya que continúa explorando desde un nuevo ángulo la conceptualización del mundo y, en ocasiones, aborda temáticas sociales con las que estoy comprometida como la inmigración, la gentrificación, o la libertad artística.
-¿Qué desarrollos o innovaciones en la enseñanza del español y la lingüística le entusiasman para los próximos años?
-La implementación continuada de pedagogías de alcance comunitario en colaboración con organizaciones, instituciones y centros comunitarios y el uso de la tecnología para crear vínculos de trabajo a nivel internacional entre diferentes países hispanohablantes.
«La poesía se ha convertido para mí en una vía valiosa de expresión que me ha permitido alejarme del lenguaje académico»
-¿Qué mensaje o siguiente paso le gustaría transmitir a jóvenes estudiantes interesados en acercarse al español como materia de trabajo?
-El mercado laboral en torno al español es enorme. Dentro del ámbito lingüístico computacional, hay una demanda creciente en empresas de tecnología de profesionales de procesamiento de lenguaje natural (PLN) en español. También, si están interesados en enseñar español como segunda lengua, les recomendaría que primero se formen bien. El Instituto Cervantes y varias universidades proveen formación de profesores de alta calidad. Una vez que se gradúen, las posibilidades son muchas. Pueden quedarse en España y enseñar en centros educativos, salir al extranjero o trabajar en línea. Hay 21 millones de personas aprendiendo español como segunda lengua en el mundo así que, si están abiertos a desplazarse, probablemente no les falte trabajo.
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