El cuaderno de bitácora de Juan Uslé
La Torre de Don Borja reúne más de cien obras, en su mayoría acuarelas sobre papel de los últimos 35 años, en un viaje personal e intimista, cuya muestra está comisariada por su hija, la artista Vicky Uslé
«La abstracción es un cuarto ciego. Todo está ahí, sólo tienes que dar al botón y todo aparecerá». Hace ahora justamente una década un ... foro de la UIMP y Plaza Porticada recorrió el camino pictórico «del infierno a la claridad» del artista santanderino Juan Uslé. El director del Kuntsmuseum de Bonn, Stephan Berg, subrayó: «Uslé camina entre lo real y el sueño, donde nos ha mostrado con su iluminación lo que puede ser la abstracción». Su trayectoria tiene en este 2025 numerosas paradas. El gran año expositivo de Juan Uslé (Santander, 1954), que arrancó el pasado mes de mayo en Nueva York, con la muestra 'Cien días de abril' en la galería Lelong, recala en en la Torre de Don Borja, en Santillana del Mar, donde inaugura 'Un viaje paralelo', la muestra más íntima del artista santanderino, comisariada por su hija, la artista Vicky Uslé. El Palacete del Embarcadero de Santander le espera este verano, y el año no concluirá sin dar paso a la la gran antológica que dedicará al creador el Museo Reina Sofía.
La exposición de la Torre de Don Borja, proyecto impulsado por las familias Polanco y Pérez Arauna, abierta con una conversación entre Juan y Vicky Uslé, reúne más de un centenar de obras realizadas a lo largo de los últimos treinta y cinco años, desde comienzos de los noventa hasta este 2025.
Juan Uslé considera que estos trabajos «conforman un sistema de notas, como un cuaderno de bitácora residual. La pintura es un medio lento y estas acuarelas tienen que ver con la reflexión, con profundizar en la experiencia singular y personal y con dar el tiempo necesario al proceso de creación».
Por su parte, Vicky Uslé – que acaba de inaugurar la temporadaade Robayera en Miengo– encargada del comisariado de la exposición de Santillana, destaca que «las obras seleccionadas conforman una corriente sensorial abierta a la interpretación en la que abunda la mirada meditativa o reflexiva. Son piezas que conforman una atmósfera que nace del movimiento de las propias acuarelas, de su palpitar más sutil, que dota de ritmo y dinamismo a la exposición y permite al espectador acceder al imaginario menos visible del artista». Las obras son en su mayor parte acuarelas sobre papel, aunque en algunos casos recurre al acrílico y el collage, y Uslé las crea en sus viajes por diferentes lugares del mundo, pero también en el recogimiento de sus estudios en Saro, Nueva York o Valencia. No es extraño, por ello, que lo primero que reciba al visitante sea un texto del artista titulado 'Viajando sobre una pincelada', un alegato contra la imposición del espectáculo y el consumo de experiencias. El artista subraya que hoy en día «el viaje ya no importa, solo llegar a los lugares y cuanto antes mejor, sacar miles de fotos para luego enseñar y comparar, maquillando así el fracaso de nuestra experiencia. El espectáculo se impuso y sustituyó al arte, a sus dudas y a sus tiempos de reflexión».
Uslé, en el mismo texto que introduce la muestra, se pregunta «¿Dónde podemos perdernos ya, o encontrar un resquicio para la emoción? La experiencia personal, lo singular, ya no sirve ni es valorado como aprendizaje. Los tiempos se acortan y queremos llegar antes y a todas partes, olvidándonos de lo singular, y el sin tiempo, aquello que en realidad es la mayor de las riquezas».
'Un viaje paralelo' es, justamente, ejemplo de todo lo contrario. Uslé propone a los espectadores un trayecto personal a través de la aventura de la contemplación. En este sentido, es una muestra donde, siguiendo el hilo de la intimidad, los visitantes deben dar la espalda a la amplitud de las salas para aproximarse a cada una de las obras, todas de pequeño tamaño. El silencio, la sutileza y la sensibilidad atraviesan la muestra, que ocupa cuatro salas de la Torre de Don Borja y que incluye dos lienzos de pequeño formato y un vídeo con una selección de aforismos seleccionados del libro 'Pasos y palabras', editado por La Fábrica en 2018, que reúne los textos escritos por el artista cántabro hasta esa fecha.
Marcos Díez, director de la Torre de Don Borja, apunta que «la naturaleza de la exposición obliga a ver la muestra de forma calmada y en silencio para poder sumergirse en las creaciones del artista» que vive y trabaja, junto a su compañera, la artista Vicky Civera, a caballo entre Manhattan y Cantabria. La exposición se completará con un libro que será editado por La Fábrica con el apoyo de la Torre de Don Borja, la Colección Rucandio y Eulogio Sánchez. La propuesta se abre al público mañana domingo y se podrá visitar hasta el 30 de abril de 2026. Dadas las características del espacio, hay que reservar la visita.
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