Desastre, que no delirio
Filmoteca de Cantabria ·
Caprichosas decisiones viscerales, naderías arrebatadoras sin ninguna razón de ser y carente de texturas que atrapen en algún momento la miradaTrazar un retrato desmesurado, hiperbólico y delirante de Modigliani es una perogrullada. Pero utilizarlo para llenar el lienzo vital de topicazos, volver a mostrar a ... la intemperie al artista, entre el malditismo, el inadaptado y la juerga creativa resulta demoledoramente plomizo. Además, en este caso se desciende a la confusión y a esa fácil lectura de que el cineasta utiliza al pintor histórico (por otra parte, autor de algunas de las mayores demostraciones de belleza que ha dado la pintura) para justificarse y auto exculparse tras los hechos vividos recientemente. Hablamos de Johnny Depp, actor en muchas ocasiones, estrella solo en otras, que llevaba casi tres décadas sin dirigir y presentó 'Modi, three days on the wings of madnes' en la última edición del festival de San Sebastián.
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País Reino Unido
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Año 2024
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Dirección Johnny Depp
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Guion Jerzy Kromolowski, Mary Olson-Kromolowski
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Música Sacha Puttnam, Stephen McLaughlin
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Fotografía Dariusz Wolski, Nicola Pecorini
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Reparto Riccardo Scamarcio, Stephen Graham, Al Pacino
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Género Drama biográfico
Lo patético es que el protagonista de 'Eduardo Manostijeras' cree tutear al pintor y convierte su segundo largometraje, tras 'The brave', en una plástica impostura vital sobre su ego y sobre la coherencia de sus decisiones. Aquí lo que se analiza es una película –muy vacía y engolada, por cierto– y poco importa en lo creativo (en lo ético es otra cuestión que merece otros tribunales) si Depp trata de vincular su reputación personal y profesional y su reciente triunfo judicial sobre su exesposa Amber Heard, con una rehabilitación social como intérprete y ahora como director, olvidada faceta que nadie echaba de menos. A su incursión en Modigliani, en una especie de biopic simulado o disfrazado, es un decir, le falta coherencia, vocación de estilo y sobre todo claridad. ¿Se quiere contar una vida? ¿Adentrarse en la entraña y la intrahistoria de uno de los grandes artistas de la historia? La película no ofrece respuestas por inane, insustancial, pretenciosa e indecisa, pero regodeada en una coartada creativa de la que carece.
Caprichosas aplicaciones viscerales, naderías arrebatadoras sin ninguna razón de ser y carente de texturas que atrapen en algún momento la mirada sobre el delirio, aquí confundido con el exceso. Nombres como Al Pacino o Coppola perseguían al artista. Vista la 'Megalópolis' del segundo, a lo mejor lo de Depp es un capricho infantil. Riccardo Scamarcio, protagonista, se deja mecer por la extravagancia y no quedan asideros para salvarse. Una vida en tres días, la del pintor y la ficción que lo recrea, y 114 minutos son suficientes para levantar un despropósito y desear volver a ver una obra de Modigliani. Una mirada limpia, exenta de artificio.
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