Las fantasías de Carlos Forns, muestra del verano del Centro de Arte Faro Cabo Mayor
'Al borde del mar', pinturas y cristales, comisariada por la Galería Rafael Ortiz, configura la exposición que tradicionalmente está ligada a la colección de la familia Sanz-Villar
Dos colecciones buscándose en la afinidad de formas y colores, del propio entorno y de un espacio simbólico como es el faro santanderino. La ... obra de Carlos Forns Bada, bajo el epígrafe 'Al borde del mar. Una fantasía de pinturas y cristales' conforma el nuevo proyecto expositivo que se suma a la temporada cultural estival. En ella propone una selección de pinturas sobre lienzo y papel, acompañadas por una serie de piezas de cristal de su colección realizadas en Suecia e Italia en los años 50 del siglo XX. El Centro de Arte Faro Cabo Mayor abrirá así el verano con la tradicional muestra que se aborda en colaboración con la familia Sanz-Villar, artífices de la configuración de este singular centro de arte a partir de la colección de ambos pintores, que es el fundamento de la muestra permanente. La nueva cita expositiva se abrirá al público a mediados de julio, prácticamente en paralelo a la feria Artesantander.
Las implicaciones de esta obra con el mundo submarino -un particular universo de algas, corales y rocas-, la ubicación de la sala del Faro y su privilegiado entorno natural establecen un interesante diálogo entre continente y contenido. 'Al borde del mar', el recorrido de Forns Bada por parte de su trayectoria y sus obras, «expediciones de correcta apariencia científica» en palabras del propio autor, evoca a la vez los históricos recorridos de Eduardo Sanz en torno a las costas españolas y sus faros, un Sanz fallecido hace ahora una década, pero cuya huella sigue hoy muy presente, alumbrando el arte de Cabo Mayor.
El catálogo cuenta con textos de Rafael Ortiz -galerista sevillano que participará en la feria Artesantander en julio y que ejerce de comisario de esta exposición- y del periodista y escritor Braulio Ortiz. Francisco Martín, presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, subraya que «las artes plásticas, especialmente la pintura, son nexo entre los tres miembros de la familia y han marcado a su vez dos ciclos expositivos del Centro: exposiciones de artistas pertenecientes a la generación de Eduardo Sanz e Isabel Villar en un primer momento, para posteriormente dar cabida a otros más próximos a Sergio Sanz, como es el caso de Carlos Forns».
Forns Bada se inspira en textos de Bruno Schulz y Giordano Bruno, «avanza en esa senda de una naturaleza desbocada, en la investigación de una materia que muta y se expande y da pie a nuevas y quiméricas formas de vida», a juicio de Braulio Ortiz.
Por su parte, el galerista recuerda que hace un año, visitando el faro de Santander, surgió la idea de esta exposición. 'Al borde del mar, una fantasía de pinturas y cristales' «no se podría realizar en otro lugar. Pocas veces nos encontramos con un espacio que se adapte tan bien a un proyecto». Y destaca que las implicaciones de la pintura de Forns (acrílico sobre papel, óleos sobre lienzo), con el mundo submarino -algas, corales, rocas...-, la ubicación de la sala y la belleza del lugar, parecían idóneos para llevar a cabo un hermoso proyecto con sus trabajos, que al mismo tiempo incluyera piezas de su maravillosa colección de cristales».
En este caso, «el artista, a su vez gran y apasionado coleccionista de cristales, ¿está influyendo su colección en la pintura o quizás al revés? En esta muestra podremos ver -destaca el comisario- la sintonía que existe entre ambos mundos. La organicidad de ambas colecciones nos retrotrae a juegos inquietantes pero felices. La familia que conforman es armónica. Abismos de corales y nácar, fondos marinos de ópera, maravillas que no existen, intrusos de la mente, guardianes de secretos ya olvidados. Filigranas de esqueletos dispuestos a danzar. Pálpito, extraña sugerencia olfativa. Alerta para los sentidos».
Carlos Forns Bada (Madrid, 1956) desde los noventa ha colaborado con la firma Bulgari realizando una larga serie de óleos que cuelgan en sus joyerías de Roma, Madrid, Osaka, Londres, Nueva York o Milán. Actualmente vive y trabaja entre Valencia y Madrid, tras pintar también durante largas temporadas en Roma. Su pintura, asociada en sus inicios con la Figuración Madrileña, se caracteriza por «una fuerte plasticidad, próxima a la poética de los Valori Plastici italianos y de las vanguardias españolas de principios del siglo veinte, pero guiada por los recuerdos de su infancia en los jardines de Sevilla y el encuentro que en ellos tuvo lugar con la Naturaleza, y por su creciente interés por la ilustración científica».
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