«El flamenco y la música antigua se parecen en que son libres y rebeldes»
La cantaora Rocío Márquez ofrece hoy un concierto con Accademia del Piacere en el Palacio de Peñas Blancas de Miengo, dentro del ciclo 'Marcos del FIS'
La Niña de los Peines, Pepe Marchena y Enrique Morante son algunos de los referentes de la cantaora Rocío Márquez (Huelva, 1985), principal protagonista ayer ... y hoy del ciclo de los 'Marcos Históricos' del Festival Internacional de Santander (FIS). La artista ha regresado a Cantabria acompañada de Accademia del Piacere para ofrecer un programa en el que la música antigua y el flamenco «dialogan» a partir del tronco de las tradiciones como se pudo ver ayer, en los jardines del Palacio del Marqués de Albaicín en Noja y que hoy se volverá a ofrecer en los del Palacio de Peñas Blancas en Miengo, a las 21.30 horas. «Este espectáculo fue un encargo de la Bienal de Sevilla de Flamenco que me ha permitido cumplir un deseo que tenía desde hace tiempo, el de trabajar con Fahmi Alqhai, mi vecino de hace años», comenta.
Este músico, que además toca la viola da gamba, forma trío para el espectáculo con Rami Alqhai (viola de gamba) y Agustín Diassera (Percusión. También se ha encargado de la dirección y de elegir el repertorio junto a Rocío Márquez. «La suerte de ser vecinos nos lo ha hecho más fácil, porque siempre encontrábamos un momento para quedar y trabajar. Tardamos unos nueve meses en montarlo pues dedicamos mucho tiempo para ver que repertorio podía ser común para los dos y nos permitiera estar cómodos en el escenario, pero nuestro principal objetivo es, por encima de que ellos sean un conjunto barroco y yo una flamenca, crear un diálogo entre emociones con un repertorio que parte de lo popular y que es común en los dos mundos».
La artista reconoce que la música barroca no le era ajena, de hecho este es el segundo espectáculo que presenta con este tipo de instrumentos, porque siempre le ha gustado mucho. «No es que sea una súperentendida, pero siempre me ha llamado la atención y lo mejor es que para este concierto he tenido que aprender mucho que es otra de las cosas que me gustan de los proyectos en los que me embarco».
¿Y qué tienen en común dos géneros aparentemente tan diferentes como el flamenco y la música barroca? «La libertad y un cierto sentido de rebeldía», contesta sin dudar la cantaora quien también reconoce que, aunque el flamenco se puede fusionar con muchos otros estilos hay que diferenciarlo de lo que ella considera «un corte y pega».
«Lo importante es intentar establecer un diálogo y a veces lo hecho en falta pues escucho cosas que no tienen nada que ver entre sí», reconoce. Y es que, en su opinión, lo importante, más que el género del que se parte para hacer esta fusión es el modo en que se realiza. «Me interesa mucho más la metodología que el contenido», aclara.
Acostumbrada a cantar en tablaos, Rocío Márquez también es requerida cada vez con más frecuencia en festivales de todo el mundo. Señala que la reacción del público en salas de conciertos de música clásica es bien diferente a la de los escenarios más propios del flamenco. «Al final cada público es un mundo y cada uno se expresa de una manera. Hay lugares en los que hay un silencio sepulcral que de primeras te choca un poco hasta que al final rompen a aplaudir y otros que a lo largo del recital te están constantemente acompañando con sus palmas y olés y luego el aplauso es más comedido. Lo que sí es cierto es que si eres permeable al 'feedback' que te dan los espectadores cada concierto es muy especial. Cada uno de ellos te permite mantener una 'conversación' diferente en el escenario que para mí es muy enriquecedor».
Reconoce que si tuviera que poner letra flamenca y cantar a alguno de los compositores de música barroca sería complicado elegir el palo adecuado. «Depende de la pieza, pero lo que sí que creo es que el flamenco tiene una gran amplitud y desprende una gran emoción que va más allá de los palos que se interpreten. El flamenco abarca desde la fiesta y la alegría hasta la tragedia y el drama más absoluto, así que todo ese rango que queda en el medio te da muchas posibilidades para empatizar con unas canciones o con otras ».
Sobre sus proyectos más inmediatos, la cantaora explica que el concierto que está ofreciendo en Cantabria se ha editado en un disco que se presentará el próximo mes de septiembre y que además en febrero o marzo de 2019 sacará un nuevo álbum en solitario, un trabajo que está en la línea de sus últimos proyectos y que parten de la tradición flamenca. «Me considero una afortunada de poder vivir de lo que más me apasiona . Siempre digo que las dos cosas más bonitas que hay en este mundo son cantar y viajar y gracias a Dios es lo que yo más hago».
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