El jurado del Premio de Fotoperiodismo dimite por discrepancias con Cultura
Los profesionales declararon desierto el galardón, criterio que no ha sido «respetado» por la Administración, que defiende que el comité que valora es solo un «órgano consultivo»
El certamen de Fotoperiodismo del Gobierno de Cantabria, convocatoria especializada paralela a otras correspondientes a géneros ligados al mundo literario, las artes plásticas y ... la imagen, es quizá el de mayor tradición y prestigio. Pero su última edición, convocada el pasado 25 de septiembre de 2023, ha discurrido envuelta en el conflicto y, según ha podido saber El Diario, ha desembocado en la dimisión del jurado debido a graves desavenencias con la Consejería de Cultura, que convoca el Premio. Según los integrantes del jurado, los fotógrafos profesionales Esteban Cobo, Raúl Lucio y Lara Revilla, la renuncia se fundamenta en que Cultura no ha respetado su fallo. Además, han considerado esta postura «insalvable» y acusan al departamento de «falta de respeto». El jurado en su deliberación falló desierta esta edición al considerar que no existía calidad suficiente entre los originales presentados. Se da la circunstancia de que inicialmente el jurado sí se decantó por una serie fotográfica, pero su autor ya había sido premiado en una edición anterior.
Según recogen las bases, como sucede en la mayoría de certámenes, no puede volver a recibir el premio un creador ya galardonado anteriormente. Pese al fallo, la Administración impuso su criterio de destinar el premio a otro de los fotógrafos presentados y desoír al jurado. Ambas partes mantuvieron una reunión en la Dirección General de Cultura pero no hubo ningún acuerdo. Por ello, la decisión de ese departamento de fallar el certamen en contra de los criterios de los profesionales ha traído como consecuencia la dimisión. El informe del jurado fue emitido con fecha del 28 de noviembre y a mediados del pasado mes de diciembre se emitió la resolución administrativa definitiva.
Tras el proceso, el jurado -integrado por los tres profesionales del sector que, además, han desarrollado esa misma responsabilidad en ediciones anteriores-, presentó con fecha del pasado 21 de diciembre su «dimisión irrevocable». El jurado, a través de uno de sus miembros, explicó que la renuncia se debía a que se «ha visto tergiversado de modo fehaciente el sentido de su deliberación por parte del personal del Servicio de Acción Cultural, y tras el intento infructuoso de reconducir la situación se han visto abocados a dicha dimisión al considerar que se estaba vulnerando gravemente su postura».
Oficialmente la Consejería aún no ha hecho pública su resolución. La máxima puntuación para conseguir el Premio de Fotoperiodismo la lograba un autor ganador en la convocatoria anterior del Gobierno de Cantabria. De acuerdo con las bases no puede obtener el galardón «aquel participante ganador en la edición anterior, aunque sí puede optar, de acuerdo con la convocatoria y con las bases reguladoras», al premio al fotógrafo Cántabro.
El Premio de Fotoperiodismo está dotado con 3.000 euros y al dedicado al fotógrafo cántabro se destinan 1.500 euros. En paralelo a estos hechos, la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Cántabros, consultada por este periódico, se posicionó sobre lo sucedido: Sin entrar en los detalles pormenorizados del asunto, «nos causa perplejidad y pesar el hecho de que una vez más nuestra profesión, nuestra disciplina, se encuentra en el candelero de una manera que demuestra falta de conocimiento sobre la misma y, una vez más, una tremenda falta de respeto». El colectivo destaca que «no nos consta que anteriormente se haya producido una dimisión en bloque del jurado de una de las disciplinas de los premios del Gobierno. Consideramos esto un hecho grave, por cuanto los dimisionarios nos confirman que el sentido de su deliberación era otro muy distinto del que se certifica por la administración, y eso ya es constitutivo de una evidente falta de consideración sobre la profesionalidad del jurado y sobre la profesión en sí mismo».
En cualquiera de los certámenes al uso, institucionales o privados, recuerdan, «la decisión del jurado es soberana, y aunque sujeta a crítica y revisión, siempre forma parte de un procedimiento garantista». Para ello es constituido un jurado técnico y profesional, «para que aporte su visión y criterio, y el órgano resolutivo pueda justificar la concesión de dicho galardón».
Si como parece, la decisión del jurado es meramente consultiva y merced a un trámite administrativo esta puede cambiarse a voluntad, «¿qué clase de seguridad o certeza arrojamos sobre la concesión de cualquier premio de este tipo?», se pregunta la Asociación. El colectivo lamenta que, una vez más, «hechos de este tipo vengan a menoscabar nuestra imagen» y muestra su «decidido apoyo» a los miembros del jurado y emplaza a quien corresponda institucionalmente a dar cumplidas explicaciones de cómo y por qué se ha llegado a esta situación, con el único ánimo de esclarecer el procedimiento seguido».
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