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El escritor peruano Renato Cisneros.
Matar al padre resucitándolo

Matar al padre resucitándolo

«Sabemos muy poco de la gente que amamos y tenemos retratos pasteurizados de nuestros padres», dice Renato Cisneros

Miguel Lorenci

Sábado, 21 de enero 2017, 02:36

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¿Hay que matar al padre para ser uno mismo? Dicen que sí las tragedias clásicas, grandes literatos como Franz Kafka, Martin Amis, Paul Auster y muchos psiquiatras y psicoanalistas. El escritor peruano Renato Cisneros (Lima, 1976) ha optado por asesinar al suyo resucitándolo en una novela, 'La distancia que nos separa' (Planeta). La escribió para tratar de averiguar quién es el mismo y ha recibido elogios unánimes y cualificados a ambos lados del Atlántico. El Nobel Vargas Llosa, el Cervantes Jorge Edwars y los Planeta Javier Moro y Alfredo Bryce Echenique, entre muchos otros narradores, recomiendan con pasión la lectura de un relato que ha conmovido a Perú y que llega ahora al lector español.

Es un libro valiente, nada piadoso ni condescendiente. El crudo retrato de un ser cruel, poderoso y despiadado, 'El Gaucho' Cisneros, implacable militar peruano nacido en Buenos Aires, conmilitón de Videla y Pinochet, valedor de la argucias golpistas de Kissinger, látigo de terroristas y comunistas, defensor de la tortura y el asesinato político, ministro de Guerra y del Interior del régimen de Francisco Morales Bermúdez y a quien su hijo retrata sin tapujos desde el amor y la rabia. «No es un reportaje», aclara el autor, que ha dedicado ocho años a «meter el dedo en llaga», a investigar la figura de su progenitor desvelando las zonas más oscuras y terribles.

«Sabemos muy poco de la gente que amamos. Tenemos retratos pasteurizados de nuestros padres y crecemos pensando que son las mejores personas», plantea Renato Cisneros, quien sin eludir lo más terrible, pero sin caer en el melodrama y el sentimentalismo, indaga también en el lado amable del joven enamoradizo Luis Federico Cisneros Vizquerra, que sufrió de amores en su juventud y trató de labrarse un futuro en Argentina antes de optar por la milicia.

Perturbador

«La literatura, como dijo Foster Wallace, debe perturbar a los calmados y calmar a los perturbados», cree Cisneros, que invita el lector «a que sospeche de su entorno». Para lograrlo ha escrito una novela perturbadora que el propio Mario Vargas Llosa califica de «impresionante» destacando «el talento y el coraje» de su autor.

«Todos nos convertimos en nuestro padre, lo queramos o no, e inevitablemente con este libro me convierto en 'El Gaucho' Cisneros», admite el hijo de temido militar, que murió de cáncer cuando él tenía 18 años. «Diez años después de su muerte supe que su personaje era su gran legado y la novela comenzó a crecer en mi cabeza», explica. «Hay algo de venganza en ese asesinato del padre, que ya es un género literario en sí mismo», dice evocando a Kakfa, Paul Auster, Martin Amis o Fernando Marías. «No sé si llego a matar a mi padre, pero estoy seguro de que me enfrento él», explica.

«Si quiero entender a mi padre debo identificar nuestros puntos de intersección, iluminar las zonas oscuras, buscar el contraste, resolver los acertijos que con el tiempo abandoné. Si consigo entender quién fue él antes que yo naciera, quizá podré entender quién soy ahora que está muerto. En esas dos titánicas preguntas se sostiene el enigma que me obsesiona: quién era él antes de mí. Quién soy yo después de él. Ese es mi objetivo sumario: reunir a esos hombres intermedios» escribe. «Acabé el libro para que el libro no acabara conmigo», ironiza Cisneros que lo describe como «una lucha entre el hijo y el escritor».

«De haberse quedado en Argentina, tendría muchos muertos sobre su conciencia», admite el escritor, explicando el claro apoyo de su padre la dictadura militar y a los generales que serían juzgados por genocidio, al algunos de los cuales llegó a ocultar en su casa. «Como jefe del Estado Mayor del Ejército estoy seguro de que tomó parte en la oprobiosa 'Operación Cóndor'» uno de los episodios más crueles y terribles de la historia reciente de Latinoamérica.

«Conviene leer esta novela para aprender de uno mismo», aconseja Jorge Edwards, Premio Cervantes que presentó la edición españolas de esta «dolorosa y feliz indagación sobre la figura del padre». Publicada en 2015 en Perú, 'La distancia que nos separa' fue finalista de la II Bienal de Novela Mario Vargas Llosa y agotó cinco ediciones en un año. Publicada, en México, Argentina, Colombia y Chile, aparece en Francia este año.

Instalado en España desde 2015, -llegó siguiendo los pasos de su hoy esposa-, Cisneros es corresponsal del Grupo RPP. Se dio a conocer con los poemarios 'Ritual de los prójimos' (1998), 'Máquina fantasma' (2001) y Nuevos poemas italianos' (2007). Publicó luego las novelas 'Nunca confíes en mí' (2011) y 'Raro' (2012). Firma Habitual en la prensa peruana, ha conducido programas de radio y televisión en su país.

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