López Sobrado suma un nuevo acercamiento a Santiago Ontañón
La historiadora ahonda en la figura y la huella del escenógrafo santanderino del 27 con una edición «ampliada, corregida y completada» de su biografía anterior
A la rigurosidad e investigación profesional, Esther López Sobrado añade la pasión a la hora de ahondar en la figura de Santiago Ontañón. La ... investigadora, que ya logró edificar una reivindicación y acercamiento del pintor santanderino Luis Quintanilla, prosigue su tarea para rescatar al escenógrafo de la Generación del 27. Su puesta de largo directa pasa por ser un recorrido por la vida y época de Santiago Ontañón (1903-1989), «un hombre leal, inteligente, libre, generoso, ingenioso, entrañable, apasionado, rebosante de amor y amores», como le definió Fernando Fernán Gómez.
En realidad es el fruto de una ingente investigación y el nuevo trayecto de una inmersión en el hombre y el creador. La historiadora Esther López acaba de publicar una nueva edición, «ampliada, corregida y completada», de la biografía que dedicó al también ilustrador santanderino hace más de quince años años y al que investiga desde hace tres décadas. Leyendo su libro «se conoce bien a ese desconocido injusto que no debiera serlo», subraya el escritor y poeta Benjamín Prado en el prólogo de 'Las pasiones de Santiago Ontañón', que López Sobrado ha publicado recientemente en la editorial Renacimiento.
«También se disfruta -apunta Prado- de un panorama profundo de aquella época maravillosa que interrumpió el golpe de Estado de 1936 y que no sólo estuvo hecha de mujeres y hombres geniales a la hora de escribir un poema o una novela, rodar una película, pintar un cuadro o componer una melodía, sino también, o quizás habría que decir por encima de todo, de personas generosas, inteligentes, solidarias y divertidas cuyas existencias fueron, de un modo u otro, segadas por la barbarie porque, en cierta forma y si se me permite la metáfora, la bala que mató a García Lorca los atravesó a todos».
Para el escritor «llevarnos hasta los rincones más domésticos de esos seres humanos excepcionales, cuya importancia en nuestra cultura es esencial, es un mérito que 'Las pasiones de Santiago Ontañón' consigue de manera portentosa».
La burgalesa Esther López Sobrado, historiadora del arte, ha estado ligada a la docencia que ejerció en el IES Merindades de Castilla de Villarcayo. Y ha compaginado siempre su labor docente con la investigación de artistas cántabros, sobre los que versó su tesis doctoral y sobre los que ha publicado diversos libros, destacando su trabajo de recuperación de las figuras de Luis Quintanilla, Ricardo Bernardo, Rufino Ceballos o Santiago Ontañón. Entre sus libros destaca la edición de las memorias y textos del pintor Luis Quintanilla, autor de los frescos de la guerra que se exhiben en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria.
'Las Pasiones de Santiago Ontañón' abre la puerta a Lorca, Rafael Alberti, Alejandro Casona, Buñuel o Margarita Xirgú
El perfil del dibujante y hombre de cine, entre otros muchos oficios creativos de Ontañón (Santander 1903-Madrid 1989), fue objeto de una biografía abordada por la profesora Esther López Sobrado en 2007. El único antecedente era el de sus memorias, 'Unos pocos amigos verdaderos', un conjunto de recuerdos fijados más en las amistades y en el ambiente en el que se desarrollaron los hitos más importantes de su actividad y sus inquietudes. 'Las pasiones de Santiago Ontañón' repasa la trayectoria vital y sus acciones en terrenos como el teatro, las artes plásticas y la literatura. No obstante, la pretensión de Esther López Sobrado no ha sido tanto la de plasmar de forma lineal y cronológica la vida de Ontañón, como de reflejar diferentes episodios esenciales y la reconstrucción de su fascinante época. La Residencia de Estudiantes y el exilio, París y la República, y los Alberti, Lorca, Margarita Xirgu y Nana Bell, junto con las huellas del cine, la pintura, las escenografías teatrales o la revista 'Luna', entre otras geografías sentimentales, creativas y vitales, asoman en la obra.
López Sobrado considera a Santiago Ontañón uno de los escenógrafos más importantes que ha dado este país, «aunque desgraciadamente su labor esté lamentablemente olvidada».
Su ingente y duradera investigación busca ahondar en «su interesantísima figura humana y artística». En esta nueva edición aumentada se hace hincapié en una de las épocas «más brillantes de la cultura española». Además, se refiere la relación de amor epistolar que mantuvo Ontañón con su exmujer. Como en su anterior publicación, Esther López Sobrado considera de justicia acercarse a Ontañón y a otras gentes que eran «la punta del iceberg de nuestra cultura antes de la Guerra Civil y a los que se les ha borrado de nuestros libros de texto. Tuvieron que exiliarse y cuando volvieron ya eran mayores y hay que tratar de darles el lugar que se merecen».
El asilo en la embajada chilena y la revista Luna, el teatro y el exilio, o Nana Bell, «un amor que traspasa tiempos y lejanías», son algunos de los apartados que aborda la autora en su nueva edición. Además refleja la labor de Ontañón como actor y director desde que volvió del exilio en los años 50 hasta finales de los 70.
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