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La Machina se asoma al abismo de Medea
El mito de Eurípides sube al escenario de la Sala Pereda en un estreno de la compañía cántabra, dirigido por Iñaki Rikarte, que apuesta por la fuerza del trabajo colectivo
Después de años sin presencia estable del teatro en el Festival Internacional de Santander (FIS), La Machina asume un reto mayúsculo: estrenar 'Medea', los días ... 13 y 14 en la Sala Pereda del Palacio de Festivales.
Un mito milenario que cobra nueva vida bajo la mirada del galardonado director vasco Iñaki Rikarte, que también ha hecho la adaptación, y que se convierte, como reconoce su productor Francisco Valcarce, director también de la compañía, en «la producción más importante de La Machina en los últimos años, un proyecto de gran formato que nos devuelve a otra liga dentro del panorama escénico».
«Es un lujo poder volver a trabajar con tantos actores, seis, algo que parecía impensable hoy en día», explica Valcarce, quien, en uno de los ensayos de la obra recuerda con cierta nostalgia los inicios de la compañía, hace ya casi 34 años, cuando podían permitirse producciones grandes como 'Prometeo' o 'Macbeth'. «Ahora casi volvemos a esos tiempos, aunque con los pies en la tierra: sabemos que este Medea es un reto tremendo, pero también una oportunidad para demostrar que en Cantabria se puede hacer teatro de esta envergadura».
El estreno
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En datos. 'Medea' de Eurípides. Compañía La Machina Teatro, que dirige Francisco Valcarce. Versión y dirección de Iñaki Rikarte. Miércoles 13 y jueves 14. Sala Pereda / 20 horas. (Lleno en ambas jornadas, salvo el 10% de venta reglada). Coproducción FIS, UIMP, Gobierno y Sociedad regional y La Machina.
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Reparto. Patricia Cercas, Ivana Heredia, Fernando Madrazo, Elena Martinaya, Miguel Meca y Manuel Menárguez.
Un mito escrito hace 2.500 años que sigue interrogándonos. La Medea de Eurípides, explica el director Iñaki Rikarte, supuso una auténtica revolución: «Por primera vez, los héroes clásicos aparecen llenos de dudas y contradicciones. Eurípides no juzga a Medea, no la simplifica diciendo que es un monstruo, sino que le da voz y muestra a un ser humano que razona mientras está secuestrado por su dolor y su orgullo».
Frente a la imagen estereotipada de la heroína como bestia o loca, Rikarte propone en este montaje, la primera tragedia con la que trabaja, una mujer profundamente humana, capaz de conmover incluso cuando planea un crimen inconcebible: asesinar a sus propios hijos para infligir a Jasón el máximo dolor. Y para acentuar esa lectura contemporánea, la acción se traslada a la segunda mitad del siglo XX. «No queríamos velos ni máscaras», explica Rikarte. «La tragedia no necesita artificio; necesita verdad».
La actriz Patricia Cercas, encargada de encarnar a Medea en esta nueva adaptación, resume el vértigo de asomarse a ese abismo: «Sabía que era un personaje difícil, pero hasta que no me he puesto con él, no he visto cuántas capas tiene. Esta Medea es una mujer muy orgullosa, pero con un orgullo que cualquiera podemos tener y en esta obra queremos que el público empatice con ella. No es un monstruo; es alguien que, como cualquiera, puede entrar en un abismo del que no sabe salir».
Cercas reconoce también que, aunque todos sueñan con un gran estreno, las expectativas más reales están en el trabajo diario: «Cada día en el ensayo es donde realmente se juega el espectáculo. Es ahí donde encontramos la verdad y donde, poco a poco, vamos llegando más hondo».
Las frases
Medea
Patricia Cercas
«No la mostramos como un monstruo, sino como alguien que puede entrar en un abismo del que no sabe salir»
Jasón
Miguel Meca
«Es emocionante demostrar que en Cantabria podemos hacer espectáculos de esta calidad »
Egeo y El mensajero
Manuel Menárguez
«La esencia del ser humano sigue siendo la misma, hace 2.500 años, cuando Eurípides escribió la obra, y ahora»
Creonte y Pedagogo
Fernando Madrazo
«Para que sea real, el texto tiene que sonar nuevo en cada ensayo y ese es el principal reto al que nos enfrentamos»
Nodriza
Elena Martinaya
«Trabajar en esta obra y con Iñaki Rikarte está siendo para todos nosotros como asistir a una masterclass»
Coro
Ivana Heredia
«No tengo expectativasde qué va a pasar en el estreno. Como nos dice el director, cada día es una nueva oportunidad»
Para lograrlo, Cercas se ha sometido a meses de preparación física y mental, acompañada de un entrenador personal además del trabajo intenso que ha realizado con Rikarte: «A los ensayos no puedes ir a medias. Desde el minuto uno tienes que darlo todo, porque la tragedia no funciona si no estás al mil por mil».
El elenco, esos seis actores cántabros, incluida la propia Cercas, curtidos en años de escenarios, aporta la complicidad además de ese bagaje. Algunos han trabajado juntos en muchas ocasiones; otros lo hacen ahora primera vez, aunque todos ellos se conocen y respetan desde hace años. Posiblemente por eso coinciden en que lo más valioso de este estreno es ese proceso colectivo, ese viaje compartido hacia la verdad del texto. «Cada día vamos construyendo algo que sentimos nuestro», añade Ivana Heredia, que en la obra hace el papel del coro «y ahí lo dejo».
Miguel Meca, que interpreta a Jasón, ha visto una oportunidad en esta producción «Este tipo de personajes solo te los ofrece una tragedia. Es un reto enorme, pero sobre todo es emocionante demostrar que aquí en Cantabria podemos hacer espectáculos de esta calidad».
Por su parte Manuel Menárguez, que da vida a dos personajes, Egeo y el mensajero, destaca la vigencia del texto: «Iñaki Rikarte ha hecho una dramaturgia que acerca el mito a la actualidad y yo creo que al público le va a sorprender que la esencia del ser humano sigue siendo la misma, hace 2.500 años y ahora».
Fernando Madrazo, que también cuenta con una amplia trayectoria en la escena cántabra, encarna a Creonte y al pedagogo. Reconoce que este estreno es especial: «Estamos acostumbrados, por exigencias, a trabajar en montajes con dos actores. Aquí somos seis, y eso exige un trabajo de equipo muy compacto». También subraya que el reto se va superando en cada ensayo. «Rikarte insiste mucho en que el texto tiene que sonar nuevo cada vez, para que sea real y fresco».
Para Elena Martinaya, que interpreta a la nodriza, compañera de viaje de Medea en escena, «aunque la obra se sitúa en la segunda mitad del siglo XX, el texto mantiene la atmósfera que escribió Eurípides. Iñaki ha hecho un trabajo muy sutil y elegante con la adaptación, que nos obliga a estar en constante búsqueda. Es un lujo; cada ensayo es una masterclass».
Ivana Heredia habla de la experiencia desde la humildad: «Estoy aprendiendo mucho. No quiero pensar en el resultado, sino en disfrutar el proceso. Cada día es una nueva oportunidad, como nos dice el director».
Producción de gran formato
Todos ellos reconocen que estrenar en el FIS supone un hito. «Tener detrás al Festival Internacional de Santander es un gran empujón», explica Patricia Cercas. «Pero el objetivo es que la obra gire, hacer temporada y que el espectáculo tenga vida más allá del estreno».
Valcarce subraya que 'Medea' devuelve al Festival algo que nunca debió perder: el teatro. «Durante años, el subtítulo del FIS era Música, Teatro y Danza, pero se fue convirtiendo en un festival casi solo de música. Que vuelva el teatro, y con una producción cántabra, es algo histórico».
Además del elenco, el proyecto cuenta con un equipo artístico de prestigio: escenógrafa, diseñadora de vestuario y músico galardonados, varios con premios Max, sumando entre todos ocho estatuillas, incluida la de La Machina.
El director de la producción, como el resto del equipo, destaca el ambiente y la complicidad que se ha creado en estos meses. «Todos hemos pasado por La Machina en algún momento», recuerda Meca, y también lo fácil, dentro de la exigencia que requiere una producción de este tipo, que se lo está poniendo Rikarte, quien, por su parte, les devuelve el cumplido. «El descenso que propone Eurípides es incómodo, pero este grupo de actores y actrices ha demostrado un compromiso absoluto. Medea sigue conmocionándonos por lo que cuenta y por cómo lo hace».
El esfuerzo no ha sido pequeño. Los ensayos comenzaron en abril y se han intensificado en las últimas semanas, primero en el salón de actos de la Facultad de Medicina y en los últimos días en el Palacio. «Es un trabajo muy denso, pero estamos aprendiendo todos», dice Madrazo. «Queremos que el público no solo vea una tragedia, sino que viva con nosotros ese viaje».
Más de dos milenios después, el horror de una madre que mata a sus hijos sigue sacudiéndonos. Pero esta Medea quiere ser algo más que monstruo o locura. Quiere hablar del dolor, del orgullo y de la condición humana, tal y como la retrató Eurípides. «Esta tragedia no necesita velos ni máscaras», recuerda Rikarte. «Solo necesita verdad».
Y con esa verdad, La Machina sube un peldaño en su historia, llevando a escena una 'Medea' que, más que mirar al pasado, nos obliga a mirar de frente a nuestro presente.
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