Si uno quiere escribir, no necesita casi nada. Solo son necesarias un puñado de palabras bien elegidas para que se obre el milagro. Hace falta ... papel y bolígrafo, y a veces ni eso, porque es común que algunos poetas den forma a los poemas en su mente antes de plasmarlos en el papel combinando las veintisiete letras del alfabeto. Todas las obras de la literatura universal parten de esos pocos signos. Detrás de esa aparente sencillez está uno de los logros más sofisticados de la especie humana. Además, para bien o para mal, se escribe como se lee: sin compañía. Para escribir hay que estar solo, aunque escribas en un bar. Es otra facilidad: no hay que ponerse de acuerdo con nadie, no hay que cuadrar agendas. Escribir tiene, además, una ventaja definitiva: no cuesta dinero. Lo que hace falta es voluntad y tiempo. Es verdad que el tiempo disponible suele ser un privilegio del que gozan más los que tienen la economía más holgada, pero si la voluntad de escribir está presente en uno, ese tiempo acaba apareciendo: levantamos una piedra y ahí salen unos minutos mientras esperamos al autobús o conducimos camino del trabajo; levantamos otra y nos vienen a la cabeza unos versos mientras hacemos la compra en el supermercado; apagamos el teléfono y aparecen de golpe dos horas como por arte de magia. Si vienes de una familia modesta y tienes poco o nada de dinero, la literatura será una de tus mejores opciones porque no te hará falta ir a una universidad de élite ni pagar cursos privados de formación en el extranjero. Te bastará con entrar en la biblioteca de tu ciudad o de tu pueblo y leer sin descanso para tener las mismas posibilidades de escribir algo decente que quienes pertenecen a una familia acomodada. En ninguna otra disciplina artística pesa menos, aunque claro que sigue pesando, de dónde se viene. Y pocas cosas te dan tanto sin tener que gastar. Leer y escribir, por mucho que escuchemos que está sobrevalorado o que no necesariamente nos hace mejores, ha sido siempre la gran oportunidad de las personas con menos recursos para reducir la brecha de su desigualdad.
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