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La banda.
Canciones de lobos

Canciones de lobos

Los noruegos Ulver fueron uno de los grandes nombres del black metal, pero nadie lo imaginaría al escuchar lo que han hecho después: una misa neoclásica, versiones de rock psicodélico, bandas sonoras ambientales y, ahora, su «disco de pop»

Carlos Benito

Miércoles, 5 de abril 2017, 17:27

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Hay pocos viajes musicales tan sorprendentes como el de Ulver. Un oyente desprevenido podría escuchar cuatro o cinco de sus discos y pensar que corresponden a otras tantas bandas diferentes, adscritas a géneros muy alejados entre sí: en su producción hay desde una misa neoclásica hasta versiones de rock psicodélico, pasando por bandas sonoras ambientales para películas, exploraciones electrónicas, folk escandinavo o improvisación de vanguardia. Pero tal vez el detalle más asombroso sea que el punto de partida de la banda noruega, lo que les dio fama a escala global, fue el black metal: Ulver formaban parte de la élite de aquel movimiento en su país, que en este caso es lo mismo que decir la élite mundial, pero, mientras tantos compañeros de generación continúan encajonados en los estrictos parámetros del estilo, ellos lo abandonaron para siempre al cabo de tres álbumes que ya ofrecían claras pistas sobre su heterodoxia. Veinte años después, hay fans que todavía no se lo han perdonado y esperan su retorno al oscuro redil. Seguro que esos irreductibles no van a quedar muy contentos con el álbum que editan mañana, catalogado por la propia banda como su «disco de pop»: no hay más que reproducir los dos vídeos que acompañan a este texto para comprobar la distancia entre lo que desean y lo que reciben estos pobres seguidores nostálgicos.

El fundador y cabeza más visible de Ulver, el vocalista Kristoffer Rygg, frecuentaba con quince años Helvete, la mítica tienda de discos de Oslo, con las paredes pintadas de negro y adornadas con armamento medieval, donde se gestó en buena medida el black metal noruego. Los habituales de aquel comercio singular, en el que solía sonar death metal pero también Diamanda Galás o los Residents, sirven como 'quién es quién' del estilo: el propio tendero era Euronymous, el guitarrista de Mayhem que acabaría asesinado por su compañero Varg Vikernes, líder de Burzum, pero mejor no nos extraviemos por los vericuetos criminales de la escena. El caso es que aquel adolescente patinador, Rygg, acabó formando Ulver (en noruego, 'lobos') y trazando uno de los itinerarios artísticos más imprevisibles de la historia del rock. Sus tres primeros álbumes son conocidos como la 'trilogía black metal', aunque su amplitud de miras tenía poco que ver con el piñón fijo de la mayoría de sus colegas: su segunda referencia, 'Kveldssanger', ya era un disco acústico impregnado de la tradición folclórica noruega, pero justo a continuación, con 'Nattens Madrigal', dieron forma a una de las cumbres del estilo. Sus ocho 'himnos' son brutales andanadas de black metal rabioso, trepidante y crudo, con un sonido premeditadamente poco refinado, como si fuese el resultado de copiar sucesivas veces una grabación en casete.

Ulver: 'Nattens Madrigal'

'Nattens Madrigal' se editó en 1997. Y, a partir de ahí, Ulver dijeron adiós al black metal de manera decidida y, al parecer, definitiva. Su siguiente disco, 'Themes From William Blake's The Marriage Of Heaven And Hell', utiliza como texto 'El matrimonio de Cielo e Infierno' del poeta británico y lo envuelve en un acompañamiento sonoro marcado por la electrónica. Fue el primer sobresalto para unos fans que pronto se acostumbrarían al desconcierto. En la discografía de Ulver aparecen propuestas tan dispares como 'Childhood's End', una colección de versiones de temas psicodélicos de los 60, o 'Messe I.X-VI.X', una misa creada en cooperación con la Filarmónica Ártica. En 2009, el grupo se metamorfoseó en un colectivo de formación variable (al fin y al cabo, les gusta definirse como «una manada de lobos») y empezó por fin a tocar en directo: sus conciertos, muy selectivos, les han llevado a auditorios tan prestigiosos como la Casa de la Ópera de Oslo o el Queen Elizabeth Hall de Londres.

Las maquetas del sótano

«Creo que nuestro mejor trabajo llegó después de dejar atrás el metal ha declarado Rygg en una entrevista con 'Invisible Oranges'. Confío en que la historia lo acabe demostrando de alguna manera. Obviamente, reconozco que los discos de metal que hicimos cuando éramos jóvenes tienen un gran valor personal para la gente que creció con ellos, como lo tienen para mí. De vez en cuando me pongo nostálgico y bajo al sótano para rescatar las viejas maquetas: suenan a auténtica basura, pero mantengo esa fuerte afinidad con ellas porque representan mis recuerdos de la juventud, tiempos oscuros y misteriosos. Supongo que ese es un propósito al que la música suele servir: te conecta con quien eres y con los recuerdos, de manera que se vuelve muy difícil tratarla de manera objetiva. De todas formas, no añoro lo de echar las tripas gritando». Sin embargo, a la vez, el vocalista acierta a ver en su rara trayectoria un reflejo de los principios fieramente individualistas del colectivo al que una vez perteneció: «Las disculpas no forman parte de la línea de pensamiento del black metal», ha zanjado en 'Louder Than War'.

Y, desde luego, no tiene ninguna intención de disculparse por el álbum que editan mañana: su título, 'The Assassination Of Julius Caesar', puede sonar un tanto pomposo, pero en realidad se trata de una colección de canciones pop en el sentido de «inmediatez y posible movimiento corporal», según puntualizan con un tema de adelanto, 'Nemoralia', que puede recordar a bandas como Depeche Mode. «El miedo a la repetición y al anquilosamiento es tan instintivo en la manera de pensar de este grupo como el hambre lo es para sus referentes en la naturaleza», argumenta la nota de prensa. Producido por Youth y con la colaboración en un tema de Nik Turner, de Hawkwind, 'The Assassination Of Julius Caesar' se plantea como «una inmersión en la música de la infancia y en los recuerdos que se desvanecen», aunque Ulver son capaces de acompañar esa sencilla intención con un aparato de referencias que enlaza la muerte de Diana de Gales con el mito clásico de Artemisa y Acteón.

Ulver: 'Nemoralia'

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