Pilar Cossío teje trayectos y lenguajes de arte y vida, en su regreso expositivo a Santander
El Casyc Up de la Fundación Caja Cantabria inaugura hoy en su laboratorio de ideas, 'Madeleine-Bastille', entre collages, objetos e instalaciones, entre la memoria y el olvido
'Madeleine/Bastille. Laboratoire' es el epígrafe del regreso de alquien que nunca se fue. Pilar Cossío ha entrelazado y urdido lugares, geografías, deseos y ... sueños en un viaje continuo de ida y vuelta. El Casyc Up de la Fundación Caja Cantabria (hoy, inauguración a las19 horas) es el escenario de su nueva estación cántabra, enésimo eslabón de una cadena que se inició en los setenta y que nunca se ha detenido. Londres, París, Beirut, Italia... se suceden en el tiempo como escenarios de una construcciónde arte y vida. Pilar Cossío es una figura consolidada, una de las artistas más internacionales. Hoy vive entre París y Santander. Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona y en Bellas Artes (pintura), por la Escuela de Bellas Artes de Florencia, Italia. Fernando Zamanillo ya destacó en su día que París «representa la estancia más dilatada y definitiva de la artista». Una ciudad que ha convertido en su «bureau pour femme, desde el que experimentar poéticamente con todo su gran equipaje de la memoria; desde donde seguir inventando y rehaciendo las metáforas que emanan lúcidas de su interior».
Tras la pandemia se han sucedido desde la instalación de una escultura, Poéme de sel, en el Campus de la Universidad de León; a muestras como Kensington-Bastille en la Galerie Weiller y Laboratoire, en Schneider Espace de París, pasando por 'Casita de silencio', instalación de una escultura en la nueva plaza de Obeso, en Rionansa, o 'Il Tempo diventa Tempo', en el Monasterio de Santa Escólastica, Subiaco, en Roma, ambas citas este mismo año.
En palabras de Javier Hernando hay en el trabajo de Pilar Cossío una presencia reiterada de determinados iconos, (entre ellos y de manera especial, las ciudades y los itinerarios)...Iconos que remiten a las vanguardias históricas del siglo XX: Sironi, Podsadecki, Rollar; o al gran Durero. Además, con frecuencia, es la misma figura la que aparece en diferentes obras, como si aquella imagen elegida, dentro del amplio repertorio posible, se elevara a la categoría de genérica. Cossío, sostiene, no se propone «volver a las fuentes mismas del lenguaje, sino que se plantea dar a cada signo un valor semántico arbitrario». Se trata de agotar el sentido de «los signos, de jugar con ellos hasta modificar sus atributos más secretos. 'La mémoire et l'oubli' (la memoria y el olvido) son dos conceptos que han estado siempre en el centro de su investigación». Pavana, Slow Fire y Saute Mortel son sus instalaciones en esta muestra en Santander. Lo que propone Pilar Cossío es «el vagar como comportamiento vital, es decir, un moverse libremente... Y sobre todo una profunda reflexión en torno al mundo que habita». Elaborados collages, ready-mades, instalaciones y videos «terminan por imponer una complejidad ordenada, se asemejan a las visiones utópicas urbanas de arquitectos de todo el pasado siglo». No existe una foto fija de su creación. En su obra, caben... Pequeñas distancias. Travesías. Y trayectos.
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