'Punto de mira' entre el mar y la geometría

Además de la colección Sanz-Villar, coexiste una selecta representación de las vanguardias artísticas españolas de la segunda mitad del siglo XX en todos los soportes y técnicas, desde la escultura y la pintura al dibujo, la fotografía y la gráfica, articulada en torno a la temática del faro, tal como destaca el presidente de la Autoridad Portuaria, Jaime González. Entre los artistas presentes en la colección permanente se encuentra Antonio Rojas, protagonista en esta ocasión de una nueva cita de la programación de exposiciones temporales del centro: 'Punto de mira', como subraya la comisaria María Antonia de Castro, «plantea un juego a varias bandas en el tablero de lo visible entre dos protagonistas: la visión del mundo y las imágenes de la pintura».

Rojas cultiva un estilo que entremezcla «la mar y la geometría, con un arraigado sentimiento constructivo al que se suma su interés por la luz», referencia sin duda al entorno de su Tarifa natal como en otros pintores, caso de Guillermo Pérez Villalta. Partiendo de este entorno, Rojas ha concebido esta exposición ad hoc para el Centro de Arte presentando un diálogo entre el espacio interior y el espectacular paisaje exterior del centro que se contempla a través de sus diversos ventanales.

Con 'Punto de mira', el Faro suma ya más de una treintena de exposiciones temporales desde su inauguración en 2006, lo que le permite consolidarse una vez más como «un espacio vivo, capaz de acoger diferentes interpretaciones y actuaciones de creadores inspirados por el mar y los faros».

Desde hoy la muestra del artista madrileño se postula como una atractiva red de cruces «entre la mirada y la creación plástica, las obras de esta exposición y la excepcionalidad arquitectónica y conceptual» del Centro de Arte y el propio Faro. Las obras seleccionadas para la exposición han sido realizadas exclusivamente para esta cita. En este sentido, toman como punto de referencia un aspecto particularísimo de este centro que es, a la vez, «dispositivo para la contemplación del arte que alberga, y, para la contemplación de la naturaleza que le contiene a él desde las ventanas practicadas en varias salas».

Las obras de Antonio Rojas funcionan como ventanas de visión de dos realidades: la arquitectura interior del museo -convertida en punto de mira del exterior- y, la espectacular e ineludible visión del litoral que se abre desde este excepcional mirador. Arquitectura y mar son dos de las constantes de la pintura de este artista que se sirve de prescripciones ideadas por la tradición artística para crear sus imágenes pictóricas, como la perspectiva renacentista y su punto de fuga único, «pero juega con esas fórmulas y las distorsiona, lo que genera cuadros que son imágenes de lugares imposibles. Cuando esos lugares pintados son conocidos y reconocibles, lo inverosímil se vuelve familiar».

Tras la ampliación de la muestra de su colección permanente, con 'Punto de mira' Cabo Mayor retoma su programaciónexpositiva con esta cita que se prolongará hasta el 7 de julio. Rojas( Tarifa, 1962) recibió en 1993 la Beca de la Academia Española de Historia, Arqueología y Bellas Artes de Roma. Su obra es heredera de la tradición clásica retomada por la metafísica italiana, en donde Giorgio de Chirico o Morandi...incidieron en lo que la pintura tiene «de objeto de pensamiento, salvaguardando, aunque pervirtiendo, los valores clásicos de la representación, incorporando sutilmente los hallazgos de la vanguardia».

Mediante sutiles gamas de color donde el claroscuro crea sensaciones de volumen que son posteriormente negadas por efectos tridimensionales, «sus obras convierten lo natural en efecto del pensamiento, y lo pintado, en la superficie de un sueño». Destacan sus exposiciones individuales en Magda Bellotti, Antonio Machón y My Name's Lolita Art. Su obra se encuentra en Colecciones como la Barbara Rose de Nueva York, Fundación Rafael Alberti, Fundación Coca Cola y Museo Maragume Hirai de Arte Español, Japón.

«Reconstruyo el paisaje para hacerle hablar, trato de oír el eco del mundo, el ritmo de las formas es lo que más se aproxima», subraya Rojas. El artista recoge otra de las variantes inventadas en el pasado «como alternativa a la idea de la ventana abierta o a la del cuadro pintado dentro del cuadro, es la idea del espejo reflectante, situado normalmente en el fondo de la estancia, y que, al revés que la ventana y el cuadro, devuelve al espectador la imagen del espacio interior ocupado por él mismo o por el propio pintor».