Santillana exhibe los 'Retazos pictórico-literarios de Cantabria: 1850-1970'
Cultura reúne este verano en las Casas del Águila y la Parra obras de una decena de pintores integrados en la Colección de Arte del Gobierno regional
Gerardo de Alvear, Pancho Cossío, Eduardo Pisano, Gutiérrez Solana, Agustín Riancho, Casimiro Sainz, María Blanchard, Antonio Quirós y Ricardo Bernardo. Los nombres permiten trazar ... numerosos trayectos y plantear y reflejar una dimensión sólida de la pintura de Cantabria. Ahora, bajo el epígrafe 'Retazos pictórico-literarios de Cantabria: 1850-1970. Colección de Arte del Gobierno de Cantabria', la Consejería de Cultura abre una nueva exposición en las Casas del Águila y la Parra de Santillana del Mar. En esta nueva cita del verano expositivo se exhibe una selecta selección de obras que van desde el XIX hasta época contemporánea, características de una corriente con sentimientos muy arraigados en la región.
El regionalismo pictórico en Cantabria surgió a finales del XIX, y reflejó la identidad local a través de la representación de paisajes y tipos populares. Esta corriente artística se relacionó estrechamente con la literatura regionalista de la época, que también buscaba «definir y exaltar una identidad propia, compartiendo el interés por mostrar la vida y costumbres de la región, con un enfoque particular en las gentes del campo y del mar».
Aunque según diversos autores, es difícil conformar escuelas de pintura cántabra, todos los artistas «conectan con la plástica de la tierra y el momento social, político y cultural del momento». Destacan, entre otros, Agustín Riancho, María Blanchard, José Gutiérrez Solana, Casimiro Sainz, Manuel Salces, Pancho Cossío, Gerardo de Alvear o Ricardo Bernardo; sin olvidar la evolución que «la pintura de la modernidad» tiene en las figuras de Antonio Quirós o Julio de Pablo.
Los temas principales en los que se centraron fueron paisajes montañosos, escenas costumbristas y la representación de la figura humana, especialmente la mujer pasiega en sus quehaceres cotidianos y con su particular indumentaria. Su pintura, además de estar influenciada por el naturalismo, el realismo e incluso el impresionismo, dependiendo del artista y la época, «también se vio influenciada por la literatura costumbrista». En este sentido, Marcelino Menéndez Pelayo desempeñó un notable papel como impulsor, promotor y guía del movimiento literario regionalista que surge en Cantabria en el último tercio del XIX y del que José María de Pereda es la figura más destacada y la más relevante a nivel nacional.
A través de sus obras de considerable valor etnográfico, estos autores pretendían idealizar la vida y costumbres de la región. Por tanto, ambos movimientos, pictórico y literario, «compartieron el interés por mostrar los paisajes y la vida de los habitantes de Cantabria en un afán de reforzar la identidad cultural, histórica y geográfica de la región».
Con esta exposición, según el consejero de Cultura, Luis Martínez Abad, «queremos dar a conocer cerca de una veintena de pinturas que, hasta el momento, apenas han sido exhibidas fuera de las dependencias de Gobierno, y ahora las mostramos en un interesante discurso museográfico sobre el movimiento del regionalismo en la pintura, una corriente artística que surgió en esta región a finales del siglo XIX».
Según Martínez Abad, con esta exposición se «dota de un contenido excepcional» a uno de los conjuntos arquitectónicos más singulares de nuestro patrimonio, como son las Casas del Águila y la Parra, y de esta manera conseguimos que, un espacio excepcional, cargado de historia, se convierta en un lugar capaz de generar una oferta cultural de primer orden». Para el titular de Cultura, es «importante dar acceso a la ciudadanía a las colecciones públicas de arte, que al fin y al cabo son de todos, y por ello, es nuestra obligación diseñar exposiciones para que puedan ser disfrutadas por el mayor número de personas».
El recorrido de la exposición se plantea en tres espacios: En la planta baja el costumbrismo, tanto en pintura como en literatura, que se convirtió en un vehículo para representar la identidad regional, exaltando las tradiciones y el modo de vida de sus gentes.
El paisaje copa la primera planta. Un enfoque en la identidad local, la tradición y la naturaleza, influenciado por movimientos como el naturalismo y el impresionismo. Finalmente, el retrato se da cita en la segunda planta La esencia de Cantabria a través de sus gentes incluye personajes del mundo rural, campesinos, pescadores, y otras figuras representativas de la región. Los retratos suelen ser fieles a la realidad, con atención especial a los detalles y a la indumentaria representativa del momento.
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