Seis artistas, seleccionados entre 800 candidatos, reciben las Becas de Arte de la Fundación Botín
La XXXII edición ha destacado por registrar un incremento del 26 % con respecto a 2024 del número de solicitudes, provenientes de 76 países
Nora Barón (Joaquín Monje Barón), de Huelva (1974); Élan d'Orphium (Pablo García Martínez), de Badajoz (1992); Bryan Giuseppi Rodríguez Cambana, de Callao, Perú (1991); ... Gabriel Pericàs, de Mallorca (1988); y Mireia Sallarès, de Barcelona (1973) son los destinatarios de las seis nuevas becas que se han sumado a la tradicional e histórica labor de apoyo al mundo del arte que aborda la Fundación Botín. Además, la beca para artistas españoles menores de 30 años con traslado al extranjero ha sido concedida a Luca Calderó, de Barcelona (1999).
La resolución de la XXXII edición de sus Becas de Arte seleccionando a seis artistas -de entre más de 800 candidaturas de 76 países- que recibirán una dotación de 23.000 euros y mostrarán su trabajo en Itinerarios, la exposición anual que forma parte del programa artístico del Centro Botín, en este caso para la temporada en 2027. Además, una de estas ayudas ha sido asignada a una artista menor de 30 años, española o residente en España, para que se traslade al extranjero y continúe su trabajo o estudio. El programa, con más de tres décadas de trayectoria y más de 200 becados, refleja el compromiso de la Fundación Botín de «contribuir al acompañamiento de los artistas, apoyando la formación, investigación y producción de sus proyectos desde una perspectiva personal, independiente y no académica».
Los artistas citados han sido seleccionados de entre más de 800 candidaturas procedentes de 76 países, lo que supone un incremento del 26 % con respecto a la edición anterior. Destacan, tras España con 307 solicitudes (45,89 %), Argentina con 52, Colombia con 43 y Brasil con 33. En sus proyectos exploran, desde diferentes lenguajes artísticos, cuestiones ligadas a sus preocupaciones como «la crisis del presente, el cuerpo como forma de resistencia, el humor como disidencia y el deseo como motor creativo». Muchos de los creadores que han recibido esta beca a lo largo de su trayectoria cuentan ya con un gran reconocimiento -tanto nacional como internacional- y exponen sus trabajos en instituciones y citas de gran relevancia en el arte contemporáneo. Además, la Fundación continúa acompañando sus carreras, como es el caso de Sandra Gamarra (Lima, Perú, 1972), que expone este año en el Pabellón de España de la Bienal de Venecia con el apoyo de la institución.
El jurado, compuesto por profesionales del arte y artistas que disfrutaron de esta beca en el pasado -Amanda de la Garza, subdirectora artística del Museo Reina Sofía, Joan Morey y Teresa Solar Abboud, artistas y ex becarios-, subrayó en su veredicto «la calidad y variedad de las propuestas seleccionadas», que abordan, desde diferentes perspectivas, enfoques como las tensiones propias de la crisis sistémica actual, la fuerza de lo vivo, o el humor excéntrico.
Las temáticas son abordadas en sus propuestas a través de lenguajes como la performance, la imagen en movimiento, la escritura y la escultura. Las ayudas contribuyen a la misión social del Centro Botín de «explorar nuevas formas de detectar y apostar por el talento creativo para generar riqueza cultural, social y económica».
En los casos en los que sea necesario trasladarse al extranjero para su desarrollo, la Fundación también ofrece un seguro médico internacional.
Los proyectos seleccionados son: 'gºrºº', de Nora Barón, «una performance coral que investiga el lenguaje desde la garganta y el grito como umbral simbólico y físico, creando una partitura escénica viva, formada por tensiones, gestos, voces y gritos compartidos».
'Isla Paraíso', de Élan d'Orphium, es «un dispositivo que reactiva el deseo mediante la función gozosa de la visión, provocando una experiencia visual intensa y poética». 'La Pena, el Puñetazo y el Perreo', de Bryan Giuseppi Rodríguez Cambana,investigará en distintas regiones costeras de América del Sur «las resonancias de historias cimarronas a través de arquitecturas emocionales y musicales propias de comunidades afrodescendientes actuales».
'Monitores', de Gabriel Pericàs, un trabajo que investiga «el envenenamiento por plomo en águilas, estableciendo un paralelismo con el deterioro ideológico de regímenes políticos que adoptan este animal como símbolo». 'La vida vivida: exord(a) (ex) abrupta', de Mireia Sallarès, que formaliza el inicio de una propuesta artística basada en la escritura de textos dirigidos a diferentes entes, reales o ficcionales, para construir la noción de vida vivida como posibilidad tangible.
Y 'We Needed the Ulcers' (Necesitamos las úlceras), de Luca Calderó, proyecto que desarrollará durante su Máster en Investigación Artística en la Royal Academy of Arts de La Haya, «explorando la herida como espacio de posibilidad y relación desde la filosofía de Simone Weil».
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