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Sara Carbonero. AFP

Sara Carbonero, operada de un tumor maligno de ovario

«Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de 6 letras que todavía me cuesta escribir», anuncia la periodista

i. m.

Madrid

Martes, 21 de mayo 2019

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Iker Casillas y Sara Carbonero no olvidarán con facilidad el mes de mayo de 2019. En apenas tres semanas han comprobado en sus propias carnes cómo una vida de cuento de hadas puede torcerse de golpe y porrazo, sin avisar. Y gracias porque seguimos vivos, es el mensaje que de un modo u otro no se cansa de trasladar la pareja, siempre positiva. El pasado 1 de mayo era el guardameta madrileño, campeón del mundo con España, el que sufría mientras entrenaba con su actual equipo, el Oporto, un infarto que muy probablemente le aparte del fútbol activo profesional a sus 38 años. Con él aún convaleciente, ahora es su esposa la que se enfrenta a un grave problema de salud.

«Un año más, celebrando tu vida», le escribió el lunes Sara Carbonero a Iker Casillas en las redes sociales con motivo del cumpleaños del deportista, recuperando el mensaje con el que le felicitó hace dos años. Un deseo que cobra ahora más sentido que nunca. Apenas 24 horas después, la periodista toledana hacía pública ayer en Instagram la noticia que nunca nadie quiere dar. Y mucho menos recibir. Carbonero, de 35 años, desveló que ha sido operada de un tumor maligno de ovario por el que se someterá a tratamiento en los próximos meses. El cáncer le fue detectado en una revisión médica hace unos días, cuando su familia aún no se había recuperado «de un susto», apuntó en referencia al infarto que sufrió Casillas.

«Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de 6 letras que todavía me cuesta escribir», indica en su mensaje. «Afortunadamente lo hemos pillado muy a tiempo pero todavía quedan unos meses de luchas mientras sigo el tratamiento correspondiente», prosigue la periodista, que pide a sus compañeros de profesión «respeto y comprensión» en estos momentos «tan difíciles y delicados para mí y mi familia».

Un respeto y un afecto que ya valoró el matrimonio cuando Casillas pudo abandonar el hospital arropado por su esposa, que ahora asegura, tras el nuevo zarpazo recibido, que se encuentra «tranquila». «Sé que el camino será duro pero también que tendrá un final feliz».

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