La mejora del Blendio Sinfín resulta insuficiente ante Cangas

El equipo gallego acertó en sus tres primeras llegadas tomando la delantera con dos goles de ventaja, pero esta vez los santanderinos no tardaron en reaccionar y transformaron, a su vez, los siguientes ataques. El equipo de Rubén Garabaya arrancó mejor el partido en relación a los anteriores encuentros disputados tanto en La Albericia como en Artaleku, con mayor acierto goleador y mucho mejor tono tanto en ataque como en defensa. El Blendio Sinfín no tardó en igualar el electrónico a los diez minutos, después de un gran trabajo en defensa, las intervenciones de Mohamed Aly y el acierto en la elección de los tiros, para poco después ponerse por delante gracias a la eficacia deNicolas Bono, que enlazó dos tantos y forzó el tiempo muerto del entrenador del Cangas, Nacho Moyano.

En un encuentro fluido, con gran protagonismo de los porteros, los de negro marcaron el ritmo a partir del primer cuarto de hora para alcanzar una distancia de cuatro tantos arriba. Gracias a su defensa abierta y tres goles de Jenilson Monteiro, Frigoríficos Morrazo redujo diferencias, pero los santanderinos, muy concentrados en todas las facetas del juego, volvieron a ponerse con una ventaja que les llevó al descanso con un 17-14 que daba cierta tranquilidad a un Blendio Sinfín parecía reconocerse sobre la pista.

El Sinfín en un reinicio trepidante, se situó con una renta de cinco tantos. Era una ventaja cómoda que los de negro perdieron en apenas unos minutos tras varios errores encadenados en ataque, lo que acercó a los de Nacho Moyano a un solo tanto. Garabaya, en un intento de frenar la caída de los suyos, pidió tiempo y sirvió para recuperar la calma en las acciones de ataque, necesaria para afrontar la sólida defensa de los de Pontevedra. A pesar de ello, Frigoríficos empató y tomó la delantera en el electrónico con dos goles de ventaja al terminar el primer tercio de la segunda mitad.

El Blendio Sinfín no podía permitirse fallar ante un rival directo y entró en el último cuarto de hora en desventaja. Una parada de Ernesto le dio vida a los de negro quienes, en un arranque de orgullo, recortaron dos tantos, situándose a uno.El Frigoríficos tuvo el partido bajo control desde entonces y terminó incluso sin sufrir, a pesar de la desventaja del primer tiempo.