Borrar
Víctor y Haya, tras ganar el Campeonato de Cantabria de 2023. Antonio 'Sane'
Bolos

Los bolos resurgen en San Roque de Riomiera

La peña El Cuevanuco se ha iniciado este año en la competición y ya se plantea ampliar su número de equipos con femenino y veteranos

Borja Cavia

San Roque de Riomiera

Viernes, 4 de julio 2025, 02:00

La plaza de San Roque de Riomiera es un lugar ambientado. Quizá no siempre, pero con la llegada del estío locales y visitantes salen a contemplar un paisaje único. Ahora, además, tienen otro motivo para hacerlo, la intensa actividad bolística generada por la peña El Cuevanuco, que ha empezado este año a competir, ya organiza un concurso de parejas de tercera categoría y que, además, quiere impulsar la categoría femenina con un curso impartido por Iris Cagigas que llenó la bolera la bolera de mujeres con ganas de mejorar a la mano y al pulgar.

«Me llamaron desde la peña», explica la de Cubas, «contándome que les gustaría hacer una jornada en la que, aparte de ellos, las mujeres se acercasen a la bolera». Dicho y ello, Iris y su hermana Águeda ocuparon la bolera para explicar, ayudar y enseñar a todas las chicas que quisieron. «Yo incluso engañe a varias amigas para que fueran, no habían cogido una bola nunca y les gustó», remata.

La pandemia dejó muchas cosas negativas, demasiadas, pero en San Roque estímulo el juego de los bolos, una actividad que surgió entre neófitos en la materia. «Éramos cuatro o cinco chavales que nunca había tocado una bola», confiesa Pedro Fernández, capitán de la entidad. «Habían arreglado la bolera unos meses antes y como con el confinamiento no había mucho que hacer nos pusimos a jugar y, a partir de ahí, llegamos a estar noches hasta las 3 o 4 de la mañana. Eso nos llevó a querer competir».

Es tarde de Copa y, pese a que Salcedo se llevó el partido de ida por un contundente 6-0, la afición se acerca a la bolera para ver las evoluciones de lo suyos. El primer chico cae del lado de los Vioño, con lo que la eliminatoria, oficialmente, está finiquitada. Sin embargo el juego sigue, porque cuando hay afición todo lo demás importa poco.

Como surge todo, de un grupo de amigos, de una afición, de un querer sacar adelante una actividad que dinamice la zona dos décadas después de que se paralizara la actividad en el pueblo. «En Liga el partido que menos gente ha habido, en el que estaba medio lloviendo, y había más de 50 personas, en el debut la bolera se llenó con más de 100». Y es que el pueblo se ha volcado de tal manera que hasta les ha sorprendido. «Esperábamos crear expectación, pero luego no hemos llevado la sorpresa de todo el apoyo que tenemos».

Tercera categoría

El Cuevanuco milita en Tercera categoría, en un grupo en el que comparte espacio con peñas de Beranga, Laredo, Riaño, Escalante o Riotuerto, un ecosistema en el que se mantienen en media tabla pese a, como apunta el jugador, «pagar la novatada en los primeros partidos». Como no podía ser de otra manera, los apellidos Abascal, Sañudo u Ortiz dominan en un plantel conformado por seis jugadores, todos descendientes de San Roque, y, salvo uno, apenas sobrepasadas las dos décadas de edad. Sólo uno vive en el pueblo, aunque varios lo hacen en localidades limítrofes (La Cavada, Liérganes) y la afición lleva a otro, Pablo, el hermano de Pedro, a venir desde León, donde estudia, para no perderse ningún partido.

Pero la intención va más allá. Jugar y competir, sí, pero también consolidar la modalidad en el pueblo. «Además de pasarlo bien la intención es crear una comunidad de bolos y hacer actividades para que vaya a más, que no sea la ilusión de unos chavales. La intención es hacer otra peña de Tercera el año que viene y, a partir de ahí, estamos dispuestos a todo, veteranos, féminas o lo que haga falta».

Para estimular a las mujeres mañana contaron con la presencia de una de las mejores jugadoras del circuito para vivir, como sonríe la propia Iris, una jornada a la antigua usanza. «Hicimos como se hacía antes, primero jugar a los bolos y luego ir a la verbena del pueblo». Una raigambre que entronca con la costumbre ancestral de juego y cante, de unión entre jugadores y aficionados, el verdadero piel con piel de las boleras. En definitiva, algo extinto y complicado, por no decir imposible de recuperar.

San Roque, de momento, es una isla en una zona en la que los bolos viven tiempos de zozobra. Sólo La Cavada, en el entorno, mantiene un juego que, desde la peña el Cuevanuco, quieren mantener más vivo que nunca, Dinaminar un pueblo, una zona, a base de madera. De momento van por buen camino.

El Regional de Parejas arranca en Orejo

Rubén Túñez y Alfonso Díaz en la cubierta y Toñín Sagredo y Javi Puente en la exterior serán las primeras parejas que tiren hoy en el Campeonato Regional de parejas, una cita que tiene Orejo como sede y cuya fase final se celebrará mañana por la tarde. El juego arrancará a las 15.30 y los jugadores tendrán que afrontan las dos primeras vueltas, que desembocarán con los cuatro semifinalistas de mañana. Defienden el título Víctor González y Rubén Haya, que acumulan tres torneos consecutivos ocupando la primera plaza del podio. Los finalistas del pasado año, Jesús Salmón y Óscar González, o la pareja de Camargo formada por Gabi Cagigas y Carlos García parten como principal alternativa par la pareja de Peñacastillo, sin duda la dupla a batir.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Los bolos resurgen en San Roque de Riomiera

Los bolos resurgen en San Roque de Riomiera