El mal tiempo congela a los cazadores
Hasta 19 batidas tuvieron que ser suspendidas el fin de semana por meteorología adversa. Las cuatro cuadrillas que pudieron cazar abatieron ocho jabalíes
Una batida el sábado, la de Rodil La Bacera, en la comarca de Iguña; y otras tres el domingo: En Cieza Sur (Iguña), Vados Norte (Cabuérniga) y Sobrebodia, en Liébana. Apenas cuatro cacerías de las 23 programadas el fin de semana. Las otras 19 fueron suspendidas debido al mal tiempo en la región, con presencia de nieve en muchos de los lotes. Así, los resultados no pueden ser sino escasos. En total, ocho jabalíes que añadir a la cuenta, siempre oficiosa, y que sitúa el global de la temporada en los 806 suidos. Lejos, muy lejos de lo que se contabilizaba en la Reserva del Saja por las mismas fechas del año pasado, cuando la cantidad estaba en los 965 animales. En 2021, la cifra rondaba el millar –986–. Los números de esta temporada, a la que solo le quedan dos fines de semana oficiales, son más bien escasos.
En ese cuarteto de batidas no hubo ningún pleno. Aunque una se quedó muy cerca. En el lote de Rodil La Bacera, en la comarca de Iguña, Javier Fernández y los demás componentes de la cuadrilla 21 atinaron con tres de los cuatro jabalíes que contempla el cupo en los montes de esa comarca.
Esos tres jabalíes los igualaron los integrantes de la 36 que manda Santos Gómez en el único lote lebaniego en el que se pudo cazar durante el fin de semana, Sobrebodia. Las otras dos capturas para completar esa cifra global de ocho marranos se produjeron en otro monte de la comarca de Iguña. De Cieza Sur, David Gutiérrez y los demás cazadores de la cuadrilla 151 se marcharon con ese par de cerdos salvajes. Por si fuese poca desgracia tal número de batidas suspendidas, entre las cuatro celebradas hubo incluso un 'cero'. En el lote cabuérnigo de Vados Norte, Marcelo Gutiérrez y sus compañeros de la cuadrilla número 3 no tuvieron ninguna suerte y se fueron de vacío.
Así las cosas, los montes de la Reserva apuran la recta final de la temporada. Dos fines de semana, más luego las cacerías que toque recuperar para poner el punto y final a una campaña que se augura más bien pobre y en la que incluso peligra el llegar a la cifra de mil jabalíes.
