Santander ha recibido a La Vuelta con un gran ambiente bajo los paraguas

Los escapados y el pelotón ya están en el centro de la ciudad! Están a punto de jugarse la victoria en El Sardinero en un emocionante final de etapa entre la lluvia y los aplausos del público santanderino, menos numeroso de lo esperado por la lluvia pero igual de entusiasta ante una carrera que transita lanzada a El Sardinero.

La carrera acaba de entrar en Santander por San Román, el circuito urbano ya está completamente cerrado en toda la ciudad y las primeras unidades previas de la caravana, fundamentalmente Guardia Civil, ya comienzan a circular por San Fernando y Paseo Pereda.

Cuando la carrera transita por Liencres, en Santander el público busca cobizo en cualquier parte. Soportales y árboles en el centro; las carpas publicitarias y de la zona vip en meta. El área VIP está muy cotizada y se mira al cielo para comprobar si se podrá ver sin mojarse el pelotón, que está a punto de llegar a La Albericia.

Aún se permite el tráfico por el centro, aunque ya está listo el dispositivo de cierre y apenas se circula. El público comienza a acercarse a las zonas valladas, aunque todavía no hay una gran afluencia.

Los devíos en El Sardinero y la reorganización de rutas de autobuses se está llevando a cabo con normalidad. La lluvia desluce una jornada que de otro modo hubiera tenido más público, pero la ciudad lleva con bastante normalidad una jornada atípica.

Poco a poco, las calles de la capital comienzan a cerrarse al tráfico cerrado para facilitar la llegada de La Vuelta.

Aún nio hay público en la zona de la Plaza de Italia, a diferencia de lo que ocurre en la zona de meta, donde sí comienzan a dejarse ver espectadores mezclados entre la organización y el dispositivo de seguridad.

En el centro la situación es de normalidad, más allá de la atípica escasa circulación, y la lluvia ha dado una pequeña tregua.

El dipositivo del plan alternativo para los autobuses del TUS ha comenzado a funcionar. Comienzan los desvíos en la calle Jesús de Monasterio, situada a cinco kilómetros de la meta.

El tráfico en El Sardinero se está desviando por la avenida de Pontejos y los autobuses de los equipos, donde los deportistas se cambian de ropa una vez acabada la etapa, se acumulan aparcados en el parque del doctor Mesones.

Los autobueses que circulan por la zona de la plaza de Italia, ya muy cerca de la meta, realizan ya sus últimos recorridos, avisando a los pasajeros de que en breve dejarán de hacer el trayecto.

La zona de meta, instalada junto al parque de Mesones, se prepara ya para cortar de forma definitiva el tráfico, que ya estaba complicado por ahí a media mañana.

Las calles principales de El Sardinero por donde pasará La Vuelta aún no están cortadas, aunque poco queda para que se cierren al tráfico. Aún así, pasan ya muy pocos coches y algunos autobuses hacen la ruta normal. Es ya muy difícil coger un taxi en la capital cántabra. Poco público de momento, debido a la intensa lluvia que cae sobre la ciudad desde las doce de la mañana.

Por la zona en que transcurrirá la etapa que acaba de arrancar el público se comienza a congregar en los arcenes y hay quien ha aprovechado el escaso tráfico para dar unas pedaladas. Llueve cada vez con más intensidad en la capital, que va a recibir al pelotón encapotada.

A la una de la tarde aún se circula con normalidad en la ciudad. No se han cortado todavía el centro y los accesos pero se observa mucha menos actividad que un miércoles de labor. Los santanderinos han evitado en la medida de lo posible circular por el centro.

Los autobuses aun siguen sus líneas habituales , pero algunos de ellos preparan ya el cambio de ruta, que tendrá lugar a las tres de la tarde.

La zona de Castilla-Hermida tiene cada vez menos tráfico, pero aún se puede entrar y salir de la ciudad a través de ella. No ha habido retenciones. La lluvia, cada vez más persistente.

A primera hora de la mañana se reanudaron los preparativos en Santander. Nuevas señalizaciones, instalación de vallas y paneles publicitarios. En el centro de la ciudad la Guardia Civil organizaba el tráfico para comenzar a habilitar la ruta, aún con las calles abiertas, pero ya con breves detenciones del tráfico (no cortes) en algunas zonas, como el túnel de la calle Burgos.

En las paradas de autobús se preguntaba a los chóferes a qué hora se desviaban las líneas: a las tres de la tarde, hora prevista para que todas, excepto la 16, cambiaran su recorrido.

A mediodía, en la curva de La Magdalena se obligaba ya a los coches a desviarse a la izquierda, hacia Pérez Galdós, pero era posible aún conectar con la Plaza de Italia callejeando. Los aparcamientos de El Sardinero, sin embargo, ya estaban cerrados.