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Un final abrupto para el Textil Escudo
Un Negreira superior desde el inicio voltea la eliminatoria ya en la primera parte y apea al equipo de Cabezón de la Sal de la Copa
El Textil tenía que hacer honor a su apellido. Con la ventaja de 2-1 cosechada en el Juan María Parés en el partido de ... ida, debía hacerse fuerte. Poner un escudo ante su portería. Defender la ventaja con uñas y dientes. Pero no fue posible. La tarea no era ni mucho menos fácil ante un clásico del fútbol regional gallego y en tierra desconocida. El equipo cabezonense no pudo ni empezar a soñar y quedó fuera de la Copa del Rey tras caer 4-0 ante el Negreira en la fase previa, en un encuentro en el que los locales, que apretaron el acelerador desde el arranque, aprovecharon su fortaleza y superioridad dos goles en la primera parte para encarrilar el triunfo. Pese a los intentos del conjunto cántabro por acortar distancias, otros dos tantos en los primeros cinco minutos de la segunda mitad sentenciaron el choque.
Negreira
Dacuña, Senin, Brais (Javir), Lagares, Freire, Pereira, Caamaño, Trillo (Fabián), Suárez, Alberto (Mayan) y Iego.
4
-
1
Textil Escudo
Borja, Bueres (Torres), Ignacio, Mario Gómez (Darío), Valentín (Rivero), Ayerra (Comen), Cano, Héctor Marcos (Adrián), Marco, Sergio, Perujo.
-
Goles: 1-0 m.21 Iego, 2-0 m.33 Caamaño, 3-0 m.47 Brais, 4-0 m.50 Brais.
-
Árbitro: Enrique Gao (C. Asturiano). Amonestó a Valentín, Adrián, Darío, Fabián y Lagares.
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Incidencias: Campo Jesús García Calvo. Césped en irregular estado en una tarde apacible. Unos 1.200 espectadores, cerca de dos centenares de ellos, cabezonenses.
El partido comenzó con el conjunto gallego presionando desde el primer minuto, en busca de inaugurar el marcador lo antes posible. Los locales tenían prisa y ninguna gana de especular. Cuanto antes, mejor. Sin embargo, los de Cabezón de la Sal salieron bien organizados, conteniendo la ofensiva rival y buscando ocasiones a la contra. La primera ocasión del encuentro fue para los blanquinegros, en el minuto tres, tras una llegada de Héctor Marcos ante el meta Dacuña, que el delantero no acertó a rematar con claridad.
La réplica gallega llegó de inmediato, un minuto después, con un remate de Caamaño desde el vértice del área, que Borja envió a córner. A partir de ese momento, el Negreira empezó a generar más peligro, aunque Perujo dispuso de una ocasión para desnivelar el encuentro, pero el disparo del delantero lo atrapó el meta gallego. Sin embargo, la aparición del Textil en campo rival fue prácticamente un hecho aislado. El partido se jugaba de la medular coruñesa en adelante. Con la meta cántabra entre ceja y ceja.
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Y el encuentro no tardó mucho en romperse, ya que en el minuto 21, Iego remató a placer en el interior del área un centro de Trillo desde la derecha para poner el uno a cero. El Textil Escudo aún andaba tambaleándose ante la percusión gallega y, doce minutos más tarde, Caamaño, tras varios rechaces dentro del área del conjunto blanquinegro, definió con comodidad ante Borja para ampliar la ventaja. Poco más de media hora de encuentro y el Negreira ya le había dado vuelta a la eliminatoria. Pero un tanto cántabro podía devolver, al menos, la igualdad a la contienda.
A pesar de verse 2-0 abajo, el Textil Escudo intentó reaccionar. Perujo tuvo una buena oportunidad, pero su lanzamiento se marchó fuera. Fue un quiero y no puedo. Y eso que el descanso le daba al técnico de los de Cabezón un impás para poder cambiar, modificar, ajustar y corregir.
Si en el vestuario cántabro se produjo todo eso, quedará ahí, en la intimidad de la caseta. Porque, dos minutos después del arranque, cualquier plan previsto se derrumbó como un castillo de naipes. Quizá fue la tensión, el cansancio por una exigente primera parte o la fatiga del largo viaje en autobús. O tal vez que no se habían repuesto del duro varapalo por haber visto voltearse una eliminatoria que traían a su favor desde casa. Pero dos errores defensivos en tres minutos los aprovechó el conjunto gallego para anotar dos nuevos goles y dejar definitivamente en la cuneta a los de Cabezón de la Sal. En el primero, Borja no acertó a detener el balón y tampoco la defensa a despejar y eso lo aprovechó Brais para anotar el tercero. Sin descanso ni piedad, el cuarto llegó de cabeza, tras un saque de esquina, obra del propio Brais.
Pese a todo, y ante cerca de dos centenares de aficionados cántabros desplazados hasta Galicia, no bajaron los brazos los hombres de Gerardo Llano, que por medio de Pablo Cano y, posteriormente, Raúl Rivero intentaron reducir la distancia en el marcador, pero sus lanzamientos acabaron en las manos de Dacuña. Ni siquiera eso fue posible. Así que la gran ilusión del fútbol modesto de recibir a un equipo de Primera División en Copa del Rey se la quedaron los gallegos. El Textil Escudo perdió su oportunidad.
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