Mali gana en Las Fraguas y deja tocado a Andros
Los del Valle de Iguña no encuentran su juego y sucumben ante un cuadro de Piélagos muy acertado con el emboque desde tiro corto
Cuando apenas se llevan disputadas dos jornadas, Andros La Serna ya tiene claro que no se puede permitir más fallos. Los de Las Fraguas cayeron ayer en casa ante Mali, suman un punto de cuatro posibles y ya tienen tres de desventaja con los líderes de la tabla.
Los capitaneados por Óscar González vieron como su irregularidad se sumaba a un gran partido de los de Arce, que llegaban tras caer en la primera jornada. Salvo el quinto chico el encuentro se dirimió de veinte y catorce metros, desde donde los visitantes se mostraron más efectivos con el emboque, especialmente de tiro corto. Una dura derrota que llega en vísperas del partido que Andros disputará el próximo sábado en Maliaño ante Camargo. El que caiga quedará muy tocado en su pelea por el título.
El otro duelo de la tarde lo dirimieron Casar y Riotuerto, que se trasladaron a Ontoria por culpa del viento, un aire que enfrío los brazos de los ocho protagonistas durante buena parte de la tarde. Los locales mostraron más regularidad y contaron con peor suerte, especialmente un Pepín Alonso al que primero se le cruzaron dos bolos para perder una bola en la caldera y que en el quinto parcial se quedó a un palmo de lograr el emboque. Los cañoneros buscaron jugar al desgaste, lograr que desde veinte metros los rivales sumaran menos bolos que ellos, una táctica que solo funcionó en el primer parcial, jugado al pulgar.
A partir de ahí Casar buscó la mano, ganó eficacia y llevó el encuentro a un último parcial al que llegó por delante en el marcador y en el que se bajó a quince metros en busca de bolada. Los 'soperos' cerraron con 42 bolos, una cifra que igualó Riotuerto con una bola al dos de Adrián Díaz. De segundas los de casa, impulsados por una bola de siete de Cianca de siete y otra de Pepín de seis brillaron para certificar el triunfo en un largo y duro partido.
Por la mañana la jornada se abrió con un partido durísimo entre J. Cuesta y Comillas que acabó en tablas. Casi tres horas de juego, solo un cierre y mucho juego de desgaste tras el que los locales voltearon un 1-3 en contra. En el epílogo, los locales afrontaron la segunda tirada con una desventaja de once palos, pero una gran jugada cimentada en 32 bolos de birle, les sirvió para sumar su primer punto del año.
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