Alberto Díaz y Luis Gerardo Saiz se colocan en cabeza del San Isidro

La jornada fue maratoniana. Desde primera hora de la mañana las tiradas se fueron sucediendo sin apenas descanso y con el trabajo siempre eficaz de los integrantes de la peña Madrileña, que hacen que el concurso funcione como un reloj. Ya en sesión matinal el corte de los ocho mejores se puso caro, muy caro, incluso cuando todavía las tiradas rondaban su ecuador. En el punto de mira estaban los 129 de Víctor González, el vigente campeón, que va a tener que estar pendiente hasta el final para saber si está en el momento decisivo de la competición.

El primero en dar un golpe sobre la mesa fue Alberto Díaz. Siempre eficaz en el juego de partida, el de Borbolla había desaparecido en los últimos tiempos de las fases finales de las competiciones individuales, pero ayer mostró su mejor cara en un concurso que comenzó con 22 palos y en el que, pese a una mano de catorce, la tercera, llegó a raya alta con más catorce. El inicio del tiro largo ratificó que el de Quijas quiere comenzar el curso con triunfo y, tras cerrar con quince, alcanzó los 145 bolos, un registro que le garantiza su presencia en la final de este domingo, aunque la madera no se arrastra hasta la fase final del torneo.

También peleará por el torneo Luis Gerardo Saiz, al que le ha sentado bien su traslado a la capital de España. El ex de Mali reside ahora en Madrid por motivo de estudios, conoce la bolera e hizo uso de esos conocimientos para derribar 140 bolos y recordar que pese a estar lejos del meollo bolístico mantiene su nivel. Alberto y Luisge fueron los únicos capaces de superar durante la jornada de ayer los 136 palos derribados por Óscar González, el mejor de la tarde del viernes y uno de los más firmes aspirantes a llevarse la cita.

Otros de los jugadores destacados de la primera parte de la jornada fueron Javier Cacicedo, con 127 y Miguel Hernando, que con 125 marcó durante buena parte de la jornada la frontera entre los clasificados y los que, como se dice habitualmente, quedan con salud para el año que viene. Uno de ellos fue Mario Pellón, que lastrado por una bola queda no pasó de los 108 palos. Junto a él realizó su tirada su hermano Ángel, que en un concurso lleno de altibajos, con emboque incluido, se quedó en 105.

A última hora de la tarde, y pese a una mala quinta mano, David Cecín llegó a los 127 palos, lo que de momento le coloca entre los ocho mejores. El de Ribamontán cimentó su cifra en dos tiradas de 21 y 19 que le impulsaron en cuanto a números. En el tramo final de la jornada también comparecieron Luis Vallines, Isaac López o José Carlos Alonso, aspirantes a dar la sorpresa y pelear por la victoria y que no pudieron acercarse a los bolos que les hubieran valido para repetir esta tarde. Una bola queda para cada uno lastró el concurso de los dos primeros, mientras que el de La Rasilla tampoco pudo alcanzar vuelo en su tirada.

Con la atención ya dividida entre el fútbol y los bolos saltaron al corro para cerrar turno Julián Crespo y David Penagos. Este último, con un emboque en la quinta mano, logró colarse entre los mejores con 131 palos.

La traca final del San Isidro comenzará este domingo a partir de las 10.20 horas con la tirada clasificatoria de Jorge González. Después participarán otros doce bolistas, tras los cuales se completará la clasificación para los cuartos de final. Entre los protagonistas de la matinal estarán Jesús Salmón, Gabi Cagigas, Iván Gómez o Rubén Túñez. Ya por la tarde se jugarán los cuartos y, posteriormente, la gran final, a la que llegarán los dos mejores y a la que se arrastrarán los bolos de la fase anterior.