Jon Míguez
Un año después de su último combate y superada ya su lesiónde espalda, el castreño prepara su regreso, previsto para noviembre
Jon Míguez (Castro Urdiales, 27 de noviembre de 1996) está de vuelta. Cuando está a punto de cumplirse un año de su último combate, ... quien fue aspirante al campeonato de Europa del peso wélter no renuncia a volver a asaltarlo. Pero por el momento ya a salida de una difícil etapa en la que los dolores de espalda le pusieron muy complicado no ya el boxeo, sino el día a día. Superada la lesión (una hernia discal que provocaba una escenosis de canal) que le ha mantenido un año inactivo, pero que ya arrastraba cuando en abril de 2024 buscó el cinturón europeo en Francia, hace dos semanas comenzó a entrenar de nuevo a buen nivel. Good Boy (18-1-1, 8KO) tiene la vista puesta en noviembre, cuando tiene previsto reaparecer en Bilbao en una fecha exacta aún por determinar.
–Cuando el 20 de septiembre del año pasado subió al cuadrilátero en Saltacaballo, ¿se imaginaba que iba a ser la última vez en tanto tiempo?
–No, la verdad. Como estás metido en esa rueda de entrenamientos y preparar combates, mi idea era seguir entrenando e ir a por el siguiente, pero después me di cuenta de que si seguía así la cabeza me iba a decir basta e iba a acabar dejando el boxeo, que no era lo que quería.
–Para entonces ya arrastraba una lesión que en principio no parecía tan grave, pero que al margen de impedirle seguir luchando por el cinturón europeo le ha dado muchísimos más problemas de los esperados...
–Sí. En 2023, justo antes del Campeonato de Europa, me pegó un latigazo corriendo y desde ese día no ha vuelto a estar bien de la espalda. En Francia me infiltré ye estuve tres meses medianamente bien, pero después terminó la pelea no me encontraba cómodo ni física ni mentalmente. Después, en septiembre, acabé pelea, entrené un par de semanas y lo dejé porque ya era inviable seguir.
–¿Ya completamente recuperado o arrastra secuelas?
–Es lesión complicada,. Me operaron en marzo, he estado un mes parado y poco a poco he podido volver a entrenar, sobre todo para no perder masa muscular u entonar. Ahora, desde hace dos semanas ya estoy entrenándome mañana y tarde; preparándome para el regreso y aunque hay días mejores y peores, me sigo tratando y voy semanalmente al fisio. Pero la espalda ya es funcional.
–¿Qué me cuenta del regreso?
–Lo más seguro es que sea a mediados de noviembre en Bilbao. Aún no sé mucho más; tampoco está confirmado el rival, pero estoy preparando me para ello.
–Imagino que con muchas ganas de volver a subir a ring...
–Sí, y, sobre todo, de recuperar las ganas y volver a sentirme boxeador. De disfrutar entrenando, no tener dolores y recobrar las ganas de competir. Y a partir de ahí, que la gente disfrute con los combates.
–Que la gente disfrute... ¿y volver a progresar en el ranking para optar al cinturón europeo?
–Ahora tengo una pelea para retomar al actividad y a partir de ahí, a ver cómo van las cosas. Si sale esa opción, adelante, pero lo primero es esa fecha de noviembre para poder probarme. Después, lo que salga.
–Ahora con un hijo, pero sin poder entrenar y con una lesión que le afectaba también a su trabajo en el gimnasio, ¿qué ha hecho durante todo este tiempo?
–Es una lesión que me ha afectado no solo en el boxeo, sino en el día a día. He tenido que estar mucho tiempo en casa, sentado o tumbado, y ha sido mentalmente complicado. Al mismo tiempo he tenido un hijo y por primera vez no tenía una serie de viajes y obligaciones. Ha sido otra etapa que no había vivido nunca, porque siempre, desde que a los 17 años comencé a centrarme en el boxeo, aunque empecé a los doce, había estado preparándome. En ese aspecto sí que he podido evadirme un poco. Al final acabas viendo la luz y ahora entrenando bien y estoy contento; con ganas.
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