«En Pedreña el remo se lleva en la sangre»

«Vuelvo porque fui feliz en Pedreña, porque conozco esta casa, sé lo que me dio a nivel personal, y porque hubo circunstancias que en aquella primera etapa me unieron para siempre a Pedreña. Sé que tengo que hacer un sacrifico importante, pero me ha ilusionado lo que me han contando y voy a tratar de hacer un proyecto estructurado y bien hecho para devolver a Pedreña donde por historia se merece y, a su vez, poner a Cantabria en la ACT porque la competición necesita a Cantabria ahí arriba». Lo dice quien ya es un histórico del remo que, feliz en su Pasajes natal, encontró en Pedreña una idiosincrasia en la que también se siente muy cómodo y querido.

El proyecto es ambicioso y muy complicado de llevar a cabo. Hace falta compromiso y eso sobra por parte del entrenador, de los remeros y del presidente, pero también hace falta dinero, algo que escasea más en un club centenario acostumbrado a navegar en la autarquía pero que también conoció, como todos, tiempos mejores en la época feliz de hace poco más de una década.

«Todos los proyectos que he tenido entre manos han tenido su componente de dificultad. Cuando llegué a Pedreña estaba en una situación casi similar; estaba en la ACT, pero nunca había subido del octavo o del noveno puesto. Se pretendía dar un salto de calidad y pelear por las banderas y se consiguió. Cuando marché a Castro también llegaba de un temporada muy mala y ese año ya ganamos La Concha. En el segundo, la Liga con un récord de banderas que todavía esta vigente. Después fui a San Juan tras un 2011 muy malo y cogí al equipo con diez bajas: nunca bajamos del sexto puesto en los cinco años que estuve allí y llegamos a estar en tanda de honor. Luego en Urdabai, en un proyecto que se terminaba con diez bajas, en el primer curso conseguimos ganar prácticamente todo menos La Concha, que se escapó por el temporal en el último momento. El año pasado fue en la misma línea y este año no ha podido salir porque no habrá sido mi mejor año ni el del equipo, a nivel de acertar con todas las teclas». Autoconfianza le sobra a un remero de casta y clase que rezuma deporte y ha hecho de su profesión una forma de vida. «Los retos fáciles normalmente no me atraen; posiblemente este sea el más complicado de todos pero es apasionante». Toda una declaración de principios para un año ilusionante.

Y es que Joseba Fernández ha aterrizado en Pedreña con el ascenso como objetivo. «Quiero sacar provecho de la plantilla que remó esta temporada, que casi seguro va a continuar en su totalidad, y por supuesto que trataremos de traer refuerzos. Ya estamos en ello trabajando duro para que se ilusionen con nuestro proyecto y conseguir todos juntos las metas. Pienso que es factible pelear por el ascenso; Pedreña esperaba estar cerca ya este año y soy optimista. Confío mucho en mi trabajo y también en la gente que conozco que continúa en la plantilla y en su capacidad de trabajo. Desde el minuto cero voy a trabajar para convertirnos en un aspirante».

A sus 45 años aún es un remero con mucho que aportar en cualquier bancada, pero su labor será ahora más que nunca la técnica. «Yo voy a empezar a entrenar con la plantilla para ser remero si hace falta, pero para eso deberé dar un nivel lo más cercano posible al de la primera etapa. Indudablemente los años pasan y las prestaciones van disminuyendo. Yo no dejé de remar en Bermeo por no llegar; sucedía que estaba en un escenario muy complicado por los viajes y la infraestructura del club y no me llegaba la energía para todo. Ahora en Pedreña es diferente; tengo esa opción de entrenar como remero y voy a tratar de estar con ellos, pero si veo que mi rendimiento es inferior al de otro remero, me apartaré, porque lo que me interesa es que el equipo gane y ande más».

La llegada de Joseba Fernández ha resultado un acicate para todo el entorno del club y se han despertado grandes expectativas de cara a la próxima campaña: «Me consta que mi llegada a Pedreña ha generado mucha ilusión. En mi primera etapa en el club sentí muy cerca el calor de los aficionados y este año espero llegar a sentirles igual; sé que en Pedreña el remo se lleva en la sangre y estoy convencido que así va a ser. De que la afición va a responder. Ahora, también es cierto que nosotros les tendremos que dar razones para que estén cerca y vamos a trabajar duro para que así sea».