Borrar
Simone Biles, durante un ejercicio en los Mundiales de Stuttgart. AFP
Simone Biles, coleccionista de oros y superviviente
Campeonas que inspiran

Simone Biles, coleccionista de oros y superviviente

La gimnasta más laureada de todos los tiempos fue educada por su abuelo por la adicción a las drogas de su madre y sufrió abusos sexuales por parte de Larry Nassar, exmédico de la selección estadounidense

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Martes, 15 de octubre 2019, 02:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Simone Biles (Columbus, Ohio, 1997) brilla con luz propia en la historia del deporte universal. Suyo es el palmarés más asombroso de todos los tiempos en la gimnasia artística, con 25 medallas mundialistas, entre ellas 19 oros, y cinco preseas olímpicas, incluyendo cuatro doradas, todas en los Juegos de Río en 2016. Tras los Mundiales de Stuttgart, que concluyeron el domingo, la estadounidense ha dejado por el camino incluso al legendario gimnasta bielorruso Vitaly Scherbo, capaz de acumular hasta 23 medallas en los Mundiales a comienzos de los 90, aunque 'sólo' una docena de ellas de oro.

Esa es la parte luminosa de la historia de Biles, pero para llegar a ella tuvo que atravesar por muchas fases de oscuridad. La vida de la gimnasta más laureada de todos los tiempos ha sido de todo menos fácil. Tercera de cuatro hermanos, su madre biológica, Shanon, no pudo cuidar de sus hijos, pues su adicción a las drogas provocó que Adria, Ashley, Tevin y la propia Simone entrasen y saliesen habitualmente de un centro de acogida. Fue así hasta que Nellie Cayetano, el abuelo materno de la ahora reina de la gimnasia, se hizo cargo de los pequeños, que en el año 2000 cambiaron Columbus, en el estado de Ohio, por Spring, una localidad del área metropolitana de Houston.

Cerca del hogar de la NASA, los caminos de Simone Biles y la gimnasia artística se cruzaron para no separarse más. En una visita programada por el colegio al centro especializado Bannon's Gymnastix, una niña de seis años se enamoró de este deporte. Comenzó entonces a entrenar ocasionalmente y ya a partir de 2005, con 8 años, inició su preparación específica a las órdenes del entrenador Aimee Boorman.

En los Juegos de Río entró definitivamente en los libros de historia con los oros en el concurso general, por equipos, en suelo y en salto, y el bronce en la barra de equilibrios».

El talento de Biles no pasó desapercibido en el mundo de la gimnasia y su progresión imparable le llevó a aumentar la dedicación al deporte hasta el punto de cambiar su educación en la escuela pública por un programa a domicilio en 2012, cuando tenía quince años. Este momento coincidió con su irrupción definitiva como 'senior', pues en 2013 debutó en categoría absoluta en la American Cup con el segundo puesto tras Katelyn Ohashi. Pocos meses después, derribó la puerta de la élite con un oro en el concurso general en los Nacionales estadounidenses y cuatro platas en cada uno de los aparatos. Semejante actuación le valió además como billete a los Mundiales de Amberes de ese mismo año, en los que se hizo con el oro en el concurso general y en suelo, su modalidad predilecta, la plata en salto y el oro por equipos.

Era sólo el inicio de una carrera legendaria, pues en los Mundiales de Nanning de 2014 Simone no sólo fue la mejor en el general y en suelo, como el año anterior, sino que también añadió a su palmarés los oros en barra de equilibrios y por equipos, además de la plata en salto. En total, cinco medallas, el mismo balance de Glasgow 2015. A Simone Biles sólo le faltaba la gloria olímpica para ser historia viva de la gimnasia, y la estadounidense cumplió en su cita con los laureles en los Juegos de Río. En la ciudad carioca entró definitivamente en los libros de historia con los oros en el concurso general, por equipos, en suelo y en salto, y el bronce en la barra de equilibrios.

«Durante demasiado tiempo me he preguntado si había sido muy ingenua, si había sido mi culpa. Ahora sé que no. No fue mi culpa. Ya no me da miedo contar mi historia».

Todo era luz en la vida de Simone, o eso era lo que parecía en la distancia. En septiembre se hizo público el escándalo de abusos sexuales por parte del médico del equipo femenino estadounidense de gimnasia artística, Larry Nassar. Ya en enero de 2018, la número uno de la gimnasia mundial reconoció haber sido una de las víctimas de Nassar. «Durante demasiado tiempo me he preguntado si había sido muy ingenua, si había sido mi culpa. Ahora sé que la respuesta a esas preguntas es: no. No fue mi culpa. Ya no me da miedo contar mi historia tras escuchar las de mis valientes amigas y de otras supervivientes», escribió en las redes sociales entonces.

Una vez más, lo luminoso comenzaba a arrinconar esa parte oscura que le ha tocado vivir. Tanto es así, que Biles regresó en octubre de 2018 en Doha a los Mundiales después de la ausencia de 2017 en Montreal y lo hizo con cuatro oros, una plata y un bronce. Ahora, un año después, ya es la mejor de la historia de los Mundiales. Por delante, los Juegos de Tokio y la eternidad. Simone Biles ha conocido la vertiente oscura de la vida y ahora no se cansa de coleccionar oros que iluminan su camino.

Las claves

  • Una infancia dura: Junto a sus hermanos Adria, Ashley, Tevin entró en un centro de acogida por la adicción a las drogas de su madre, antes de que su abuelo Nellie Cayetano la adoptase cuando tenía tres años.

  • El primer encuentro con la gimnasia: En 2003, cuando tenía seis años, se enamoró de este deporte durante una visita con el colegio al Bannon's Gymnastix.

  • Dedicación plena: En 2012 cambia su educación en la escuela por una modalidad a domicilio para centrarse en una preparación de élite.

  • Irrupción en los Mundiales: En 2013, en la ciudad belga de Amberes, la estadounidense conquistó dos oros, una plata y un bronce en su primera cita internacional.

  • La gloria olímpica: En Río 2016 se convirtió en leyenda con cuatro oros y un bronce.

  • Víctima de Larry Nassar: En enero de 2018, reconoció haber sufrido abusos sexuales por parte del exmédico de la selección estadounidense.

  • El reto de Vitaly Scherbo: Con sus cinco oros en los Mundiales de Stuttgart, superó las 23 medallas del bielorruso y se convirtió en la más laureada de la competición.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios