Adrián González
Castreño formado en La Marinera, con la que llegó a ganar la ACT, ahora es un cántabro en Orio que este domingo celebraba su victoria en San Sebastián
Adrián González (CastroUrdiales, 14 de abril de 1990) no ha dejado de recibir este domingo felicitaciones en San Sebastián. Tanto que le costaba detenerse a ... hablar cinco minutos sin que alguien le interrumpiera para abrazarle, darle la enhorabuena o compartir un pedazo de esa gloria reservada a quienes ganan en La Concha. En la bancada de Orio, un club canterano por excelencia, el cántabro, que remó de 'cuatro' por estribor, presumía al fin del trapo donostiarra.
–Al final han sido diez segundos y medio de renta¿Esperaban una victoria tan –relativamente– cómoda?
–Teníamos bastante confianza en romper la regata.Sabemos que el bote va rápido y que una semana más haciendo bloque nos iba a dar un plus y una confianza mayor para ganar.Lo que pasa es que todo se ha puesto de cara más rápido de lo previsto.Esperábamos una pelea muy exigente, pero la regata ha sido muy buena, como todo el año el año. Hemos demostrado que somos los más rápidos.
–¿Les dejó un poco decepcionados esa décima perdida el domingo pasado?
–El objetivo de la primera jornada enSanSebastián es no perder bandera, porque a veces un pequeño fallo te deja sin opciones.Cuando vimos el campo de regatas tuvimos claro que iba a ser una regata muy abierta y un mano a mano con Zierbena, como ocurrió.Son un bote muy rápido y eso hace más valiosa aún nuestra victoria.
–Campeón de ACT con récord de victorias y en La Concha. ¿Si se lo llegan a decir este invierno, se lo cree?
–Siempre hay que tener ambición y siempre sueñas con temporadas así, pero en este caso la realidad supera a la ficción. Hemos disfrutado y, aunque sabíamos que estábamos en condiciones de ganar en cualquier parte, no me esperaba tanto. Tenemos que aprovechar, porque años así es difícil que se den.Es que ha ido todo bien, desde las trainerillas.
–Un cántabro en una trainera de cantera y netamente guipuzcoano. No es tan frecuente, a diferencia de otros barcos vascos que sí contaron con muchos montañeses, caso de Kaiku, Urdaibai y la propia Zierbena.¿Se ha sentido un poco bicho raro?
–No, al contrario. El su día ya un castreño,Alexander Esteban, ganó La Concha así. Este añoOrio decidió hacer algún que otro fichaje de fuera y nos han acogido a todos con los brazos abiertos. No me siento un bicho raro, sino todo lo contrario. La gente nos ha aceptado muy bien, porque además sabe que venimos a aportar, y hemos conseguido hacer un equipo muy fuerte.
–Ganar en San Sebastián es siempre extraordinario, pero ¿no le queda la espinita de no haberlo podido hacer nunca con La Marinera?
–Hombre, pues sí. Es ahora mismo una espina que tengo ahí clavada, pero como profesional de esto; como persona que se dedica cuerpo y alma al remo, invierte su tiempo e involucra a su familia, ganar aquí es algo para recordar. Lo de la rampa ha sido un espectáculo. Lo que más me ha impresionado es ver cómo lloraban los chavales y los canteranos. Me he visto reflejado, recordando cuando yo estaba en Castro. En Orio se vive el remo con mucho sentimiento.
–La buena época de Castro le pescó muy joven...
–Sí, así es. Yo me subí a La Marinera en 2009 y ese año ganamos la ACT con lo que entonces era un récord de banderas. Pero en 2010 el proyecto empezó a tambalearse y me vino Kaiku a fichar.Estaban formando un equipazo con mirada a ganarlo todo, como pasó, pagaron mis derechos y con todo el dolor de mi corazón, porque yo mismo y mi familia lo pasamos muy mal, me marché. Y creo que acerté, porque fueron años gloriosos.
–Le tocó además empezar a viajar muchas horas para entrenar. Y más ahora, en Orio ¿Ha hecho cuentas?
–(Ríe). No la he hecho ni quiero hacerla; déjalo ahí.Pero muchas. Son muchos dolores de cabeza también para mi familia, porque esto sin ella sería imposible. Trabajo en Amorebieta, remo en Orio y vivo en Castro. Voy a las cinco de la mañana a trabajar, vuelvo para comer, tengo un pequeño descanso y me marcha a Orio. El entrenador intenta minimizar viajes al club para no desgastarnos, pero llega un momento en que es imposible, porque se estrecha el cerco, llegan las trainerillas, hay que entrenar en el mar, después el verano... y hay que ir.
–¿Compensa por días como hoy?
–Compensa sí. Y si no hubiésemos ganado, también. Hay que dar valor a la competición.Solo estar en La Concha ya tiene mucha importancia; hay gente que no lo consigue nunca. Claro que si ganas es mejor, pero ya solo el hecho de estar enSan Sebastián es un éxito y merece la pena.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión