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Chus Puras en el momento de su regreso a Santander tras retirarse del rally Dakar por una lesión Antonio 'Sane'
«Ya era imposible continuar»
Rally Dakar

«Ya era imposible continuar»

Chus Puras regresó ayer a Santander después de tener que abandonar el rally Dakar tras una lesión

Leila Bensghaiyar

Santander

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Sábado, 13 de enero 2018, 08:18

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Apenas una magulladura en la nariz. Con muy buen aspecto y una sonrisa cruzaba Chus Puras (Santander, 1963) las puertas del aeropuerto Severiano Ballesteros en su llegada a Santander después de verse obligado a retirarse del rally Dakar en la cuarta etapa de la prueba, que se disputa en Sudamérica. Tener que renunciar a un sueño no ha hecho mella en su carácter afable. El piloto cántabro no ha podido cruzar la línea de meta del raid más duro del mundo. Al final las arenas, su terreno favorito para conducir su moto KTM 450, le jugaron una mala pasada. Aunque afortunadamente se encuentra bien de salud. «Físicamente estoy bien. Tengo una golpe en el ligamento del hombro izquierdo y algunas magulladuras en el hombro izquierdo y la cadera, pero afortunadamente estoy entero».

Dos caídas. Una en la segunda etapa y otra en la cuarta truncaron el proyecto que llevaba años madurando. Pero el cántabro no se desanima. Está curtido en mil batallas: «Hay que seguir trabajando, ahora toca recuperarse ya ver si tenemos otra ocasión de volver al Dakar. Esta vez no ha salido bien, pero la intención ahí está. Hemos luchado, hemos peleado y estas cosas, los golpes en las carreras, pasan», explica. El balance no es malo. Después de todo, el cántabro, tras varias temporadas ausente, se enfundó de nuevo el mono para enfrentarse a su primer Dakar. Y sobre dos ruedas, porque anteriormente competía con un coche en lugar de una moto.

El piloto cántabro, que competía por primera vez en el raid más duro del mundo, regresa de Perú con ganas de repetir la experiencia

Puras sufrió un accidente el segundo día de competición, en la etapa bucle de Pisco. Una duna tuvo la culpa. En la soledad del desierto el piloto tuvo que lidiar con los dolores del impacto y con sus propios pensamientos. «Con la primer caída pensé que todo se había acabado con el golpe que me di». Se había lesionado los ligamentos de la clavícula. Un traumatismo que sin duda ha influido en su posterior desempeño en la carrera, ya que el piloto decidió continuar a los mandos de su moto con muchas dificultades para poder manejarla. Las consecuencias del golpe se traducían en una menor libertad de movimientos. Pasar más penurias para 'domar' el traqueteo de la motocicleta sobre lo sinuoso de la arenas. Un terreno ya de por sí traicionero. El golpe fue duro. «La verdad es que me dolió un montón y me quedé bastante 'grogui' durante un tiempo».

A pesar de su lesión, Puras insistió en continuar. Ni la fuerte caída ni el dolor posterior le disuadieron. «Después del primer golpe intenté seguir una etapa más. Lo conseguí. Conseguí pasarla e incluso llegué a la cuarta». Ahí el destino le tenía preparada otra jugarreta. Una especie de broma repetitiva, como si fuese el protagonista de 'Atrapado en el tiempo', aquella película que protagonizaron Bill Murray y Andie MacDowell, en la que el protagonista vivía los mismos eventos una y otra vez, y que para muchos será recordada como 'El día de la marmota'. Puras volvió a sufrir una caída. Y los acontecimientos se sucedieron de manera similar a la primera vez. Como en un espejo que devuelve la misma imagen a quien lo mira. Fue en la cuarta etapa, que es un bucle igual que la primera (San Juan de Marcona- San Juan de Marcona). Igual que la vez anterior, las dunas se pusieron de nuevo en su contra. En una zona muy rápida, de 'fesch fesch' y arena blanda, volcó hacia delante. Y su clavícula, ya dañada, recibió toda la fuerza del impacto. «Me volví a dar en el mismo sitio y además me hice más daño que la primera vez. Ya era imposible continuar», reconoce. La organización consideró que el piloto no estaba en condiciones de continuar disputando el Dakar. Y él mismo secundó la decisión: «La lesión no me permitía conducir la moto. Me di cuenta de que no tenía fuerza ya en el hombro ni en el brazo y yo mismo ya vi que no podía más», narra Puras. Aunque reconoce que agotó todas sus posibilidades. «Yo quería seguir a toda costa. Eso es un rasgo de la competición que ya no se te quita, pero no hubo manera porque también el dolor era grande».

Una vez tomada a decisión de abandonar, lo trasladaron en helicóptero hasta el vivac. Se trata de el punto final de llegada al que todos los pilotos deben ir obligatoriamente una vez finalizado el tramo cronometrado. Es una especie de hospital de campaña equipado con todos los servicios propios de un centro sanitario de este tipo: equipamientos para rayos x, ecografías... Y con salas de reanimación, cuidados intensivos e incluso un quirófano, por si se diera el caso de que hiciera falta realizar alguna intervención. Afortunadamente no se llegó a tal extremo.

Pero también guarda un buen recuerdo de la experiencia. «Lo que más me ha sorprendido es el ambiente del rally. Cada día se montaba un campamento para más de 4.000 personas y se sentía un gran ambiente. Hay que ir para vivirlo», sentencia.

Desilusión

La 40 edición del Dakar se le ha resistido a Chus Puras. A pesar de que el piloto, el más veterano su categoría, había invertido mucho tiempo y esfuerzo en organizarse para la prueba. Como reconocía a El Diario el pasado mes de noviembre, se había sometido a una preparación mucho más fuerte incluso que cuando corría Campeonatos del Mundo de Rallies. Bicicleta, trabajo en altura, gimnasio, cuidado de la alimentación, trabajo mental... Por no hablar de las carreras que ha disputado como entrenamiento en Marruecos, en Merzouga, o incluso sobre el propio terreno, en Perú, en la Baja Inca. No ha sido suficiente. «Estoy decepcionado por tantos meses de trabajo. Lo que más me fastidia es haber hecho tantos meses de preparación, casi 18, y no poder culminar en Argentina», lamenta el veterano deportista. Como solía decir Thierry Sabine, el inventor del rally París Dakar, el antiguo, el de África; «C'est el Dakar, patron».

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