Álvaro Bustos queda fuera de combate

El asturiano será sometido a pruebas radiólogicas para determinar no sólo el período de ausencia, sino también el procedimiento a seguir en su recuperación. Dependiendo del diagnóstico definitivo, los servicios médicos del club podrían optar por un tratamiento conservador de inmovilización y reposo o la posibilidad de pasar por el quirófano, algo muy habitual en este tipo de lesiones, debido al riesgo de necrosis en la zona dañada.

En beneficio del Racing se encuentra que, a falta de confirmación oficial, no tendrá compromisos ligueros durante las próximas dos semanas. El primero, frente al Leioa y previsto para el próximo domingo en los Campos de Sport, por un positivo de covid en el cuadro vasco. El segundo, debido al protocolario descanso verdiblanco en la competición. Así, el siguiente partido racinguista podría fecharse el 17 de febrero, para recuperar el choque pendiente contra el Leioa. Más de dos semanas para el extremo asturiano vaya sanando de su dolencia. Sin embargo, en caso de tener que pasar por el quirófano, el período de ausencia aumentará, seguramente, por encima del mes.

Al tratarse de una lesión en la mano, no impedirá al futbolista llevar a cabo ciertos trabajos de gimnasio para perder el mínimo posible de su condición física. Además, la utilización de una férula cuando los servicios médicos lo consideren pertinente podriá adelantar los plazos de vuelta del futbolista.

Y es que se trata de una baja más que sensible para Aritz Solabarrieta. El asturiano estaba siendo uno de los pocos futbolistas que se estaban salvando del pobre rendimiento del equipo. Y el domingo, en Ibaia, cuando el Racing pareció por fin resucitar, el extremo zurdo también brilló. Incluso anotó el segundo tanto verdiblanco, que le coloca como máximo goleador racinguista, junto a Jon Ander, con tres dianas.

Para cubrir la ausencia de Álvaro Bustos, el técnico vasco cuenta en su plantilla con Álvaro Traver, además de Marco Camus. Precisamente, la inoportuna lesión del asturiano ha frenado cualquier posibilidad de que el canterano fuese cedido en busca de los minutos que no está teniendo en el cuadro cántabro.

La de este lunes no fue una sesión cualquiera de lunes en las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia. Si la jornada después de un partido los futbolistas titulares realizan trabajo regenerativo en el gimnasio y el resto trabaja con normalidad sobre el césped, la novedad en esta ocasión fue la presencia de tres caras nuevas: Álvaro Traver, Luan Capanni e Isma López.

Esas fueron las bienvenidas. También hubo despedidas, como la de Joan Maynau, que acudió antes de la sesión a saludar por última vez a sus ya excompañeros antes de acercarse a los Campos de Sport para romper su contrato con el Racing. Y otros futbolistas que, a esas horas, seguían siendo jugadores verdiblancos pero alguno de ellos ya estaba viviendo su última sesión de trabajo como racinguista. Fue el caso de los Ismael Benktib, Jordi Figueras o Pablo Andrade.

Capanni, que llegó a La Albericia acompañado por su padre y por su representante, Felipe Melo –no el exfutbolista verdiblanco–, fue de las tres incorporaciones presentes la que mejores sensaciones dejó. Especialmente en los primeros ejercicios implementados por Aritz Solabarrieta de centros, unos contra uno y finalización. Ahí es donde dejó ver sus mejores acciones el brasileño. Posteriormente, en el partidillo a campo reducido, se rendimiento se difuminó. Más discreto fue el estreno de Álvaro Traver e Isma López, que, además, evidenciaron falta de ritmo y terminaron cansados la sesión de entrenamiento.

El equipo cántabro descansará este martes y a partir del miércoles comenzará a realizar una preparación especial en este período sin competición, a falta de que lo confirme el Juez de Competición de la Federación Española de Fútbol. Un tiempo que, por buscarle el lado positivo, servirá para integrar a las nuevas incorporaciones a la dinámica del equipo y que vayan cogiendo el ritmo de sus compañeros de cara al tramo decisivo de la competición para lograr, como mínimo, una plaza en la futura Primera RFEF. Todo lo demás supondrá un auténtico fracaso, además de un descenso en la práctica.