Arana corre lo que puede en la fase final de su recuperación
Han pasado cinco semanas desde su lesión y apura los plazos para intentar regresar en septiembre
Zapatillas y a trotar. Precisamente correr, correr... Todavía no. En eso anda -nunca mejor dicho- Juan Carlos Arana. El canario cayó lesionado el 17 de ... julio en un entrenamiento y desde entonces busca recuperarse y sacar de la orfandad a una delantera que mira a Asier Villalibre como a un jarrón chino al que da miedo tocar por si le pasa algo. Arana se calzó las zapatillas ayer y caminó por La Albericia. Caminó, con algún cambio de ritmo, pero aún no puede correr. La fractura del quinto metatarsiano de su pie derecho, sin desplazamiento, precisó una operación una semana más tarde del inoportuno accidente, pese a que en un principio se descartó. La primera impresión de los galenos apuntó a un tratamiento conservador con el que superar la lesión con garantías y del modo más rápido. No pasaron cuatro días y una segunda versión cambió los planes.
Desde entonces, al delantero se le echa de menos y más en una plantilla en la que, además de ser uno de los jugadores más importantes, hay pocos jugadores en su demarcación. Para hoy, sin ir más lejos, como ya ocurrió en las dos jornadas anteriores, José Alberto deberá readaptar a algún compañero para cubrir en el banquillo el hueco que deja su ausencia. No es algo que sea extraordiario, ocurre y se repite muchas veces en el fútbol, pero no es lo aconsejable para un equipo que busca el objetivo más ambicioso.
Han pasado cinco semanas y el canario se afana en acortar los plazos para su regreso, pero hay una serie de premisas que no se pueden obviar. Se trata de una fractura y es necesario el visto bueno de los médicos para pasar de fase; en palabras sencillas, hasta que el hueso no haya soldado bien no se puede incrementar la carga, aumentar el impacto y la intesidad y en eso está. Las previsiones más optimistas situaban su regreso en siete u ocho semanas y nada ha hecho cambiar los plazos. Al futbolista le quedan al menos tres semanas. Arana podría empezar a correr la semana que viene, pero aún le quedaría la adaptación a la práctica propia del fútbol con el golpeo al balón como elemento indispensable. En reumidas cuentas, José Alberto no cuenta con el 'nueve' al menos hasta mediados de septiembre o, lo que es lo mismo, hasta la sexta o séptima jornada de Liga. A cuatro días para que finalice el plazo para incorporar jugadores, una de las demarcaciones más importantes en un equipo -más aún cuando se trata de un candidato al ascenso- está coja. Durante estos días y ante las dudas de que no llegue un refuerzo, la dirección deportiva, en particular, y el club en general, mantienen en el aire la posible cesión de Jeremy al Ceuta como una de las medidas de urgencia y transitorias para paliar la baja de Arana hasta el mercado de invierno cuando menos. El hispanoecuatoriano ya ejerció de delantero en Albacete ante la incierta situación física que presentaba el único delantero específico, Villalibre. Esa es la foto actual, sin efectivos y con la necesidad de readaptar a jugadores y retener decisiones a expensas de lo que dé de sí el mercado.
Las previsiones más optimistas apuntan a que puedan quedarleal menos tres semanas para reaparecer
Ya de por sí la delantera del Racing necesitaba ser reforzada tras la salida de Jon Karrikaburu en el verano, pero la lesión de Arana la ha dejado totalmente limitada. Los indicios apuntan a que los refuerzos que pueden llegar antes del lunes responden a un perfil muy polivalente, con futbolistas que puedan jugar en varias posiciones y con los que poder abarcar varias propuestas futbolísticas. Sin embargo, mientras tanto, desde dentro miman con especial decoro tanto a Villalibre como a Arana, dado que son una rara avis en La Albericia.
Arana es el que más prisa tiene por volver y eso que en el vestuario tienen también mucha. El canario, con 26 goles, trece por cada una de las dos temporadas que ha vestido de racinguista, es uno de los jugadores más protagonistas del salto de calidad que experimentó el club pasando de la Primera RFEF a pelear el ascenso a Primera. Llegó cedido, se pagó más de un millón de euros por retenerlo en propiedad y durante este verano han preguntado por él y, por el momento, aquí sigue. Quedan dos días y todo puede pasar, pero todo indica a que el canario está llamado a ser otra vez protagonista y corre lo que puede por volver cuanto antes.
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