Tan bello como una portería a cero
Dieciséis partidos después ·
El Racing vence a un Málaga que se quedó con uno menos por la justa expulsión del exverdiblanco Montero y logra, al fin, marcharse sin encajarA ese piropo italiano tan futbolístico como certero de 'sei bella come un gol al 90' –eres bella como un gol en el 90–, el ... Racing ayer le dio una vuelta. La Gradona sacó en la previa un tifo con la imagen de John Marston, protagonista del videojuego 'Red Dead Redemption'. El equipo de José Alberto, en defensa, era desde hace tiempo como alguno de los pistoleros del juego. Un coladero. Un queso gruyere. La última vez que el equipo cántabro no encajó en partido oficial fue el 29 de marzo, contra el Zaragoza. Dieciséis jornadas después, logró dejar a Ezkieta tranquilo. Con ayuda, eso sí, de un central exracinguista que salió por la puerta de atrás de los Campos de Sport. La expulsión de Montero allanó el camino. Los tres goles a favor estuvieron bien, pero ese círculo perfecto en el videomarcador junto al escudo del Málaga... Alguno le hacía fotos, porque no se lo creía. Porque se había olvidado como era. Tan bello como una portería a cero.
José Alberto le pegó el enésimo meneo al taco de cromos para poner una alineación inédita, con cambios ya desde la defensa, en busca de esa portería a cero que al final llegó. Mantilla y Salinas repitieron en los laterales, pero Facu González y Pablo Ramón fueron los elegidos para el centro de la zaga. Mientras tanto, Maguette Gueye aterrizó por fin en el once titular para acompañar a Aldasoro; el tridente de la mediapunta fue el habitual con la navaja suiza de Marco Sangalli en la izquierda y arriba, esta vez fue turno para Asier Villalibre en detrimento de Jeremy. Y para esa tarea de cerrar la meta con la ayuda, desde allá donde esté, del portero del Colindres fallecido la pasada semana, Raúl Ramírez, protagonista de un emotivo minuto de silencio y cuya camiseta escoltó el arco de Ezkieta desde la Gradona de los Malditos.
Racing
Ezkieta, Mantilla (Michelin, min. 55), Salinas, Pablo Ramón, Facu González, Maguette Gueye, Aldasoro (Gustavo Puerta, min. 66), Andrés Martín (Suleiman Camara, min. 85), Íñigo Vicente (Íñigo Sainz-Maza, min. 85), Marco Sangalli y Villalibre (Jeremy, min. 66).
3
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0
Málaga
Alfonso Herrero, Gabilondo (Rafita, min. 82), Juanpe, Montero, Víctor (Aarón Ochoa, min. 75), Murillo, Dani Lorenzo, Larrubia, Lobete (Dani Sánchez, min. 59), Rafa (Darko, min. 82) y Chupe (Jauregui, min. 75).
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Árbitro principal: Marta Huerta (Comité Tinerfeño).
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VAR: David Gálvez (Comité Madrileño).
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Asistentes: Álvaro Yeray Carreño (Comité Tinerfeño) y Unai García(Comité Catalán).
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Cuarto árbitro: Alfredo Ramo (Comité Aragonés)
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AVAR: . Óliver de la Fuente (Comité de Castilla y León).
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Goles: 1-0, min. 61: Villalibre. 2-0, min. 74:Jeremy. 3-0, min. Andrés Martín.
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Tarjetas amarillas: Al local Aldasoro.
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Tarjetas rojas: Directa, al visitante Montero.
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Estadio: Campos de Sport de El Sardinero.
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Asistencia: 20.259 espectadores.
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Incidencias: Césped en buen estado en una tarde apacible. Se guardó un minuto de silencio en memoria del portero del Colindres Raúl Ramírez. Primer partido de la historia del Racing dirigido por una mujer.
No iba a ser asunto sencilla lo de mantener el rosco en el casillero del Málaga. A los cinco minutos, en la primera ocasión del partido, un disparo de falta de Dani Lorenzo desde el lateral del área llevaba muy mala intención. Se cerró buscando la escuadra, pero no encontró portería. El Racing estaba incómodo, con bastante dificultad para salir desde atrás, agujeros a las espaldas de los laterales y poca fluidez para conectar en ataque.
Con tantas dificultades, insistencia, talento y atrevimiento, no queda otra. Y de eso es de lo que tiró Íñigo Vicente tras llevarse un balón por fe hasta la frontal del área. El vasco la pegó de volea y el balón se marchó por encima del travesaño. Casi al mismo sitio a donde se fue un cabezazo muy forzado de Facu González a la salida de un córner, poquito después. Respondió Larrubia con un disparo lejano que embolsó sin problemas Ezkieta.
Pero, para clara, la no ocasión de Villalibre. Un gran desmarque de Íñigo Vicente en el área permitió al mago ceder el balón a su derecha al delantero, que, en boca de gol, intentó alcanzar el balón con la zurda en lugar de con la diestra y al final, una pierna por la otra y la pelota sin coger.
El Málaga era ligeramente mejor hasta el momento. Al menos, algo más agradable a los ojos que un Racing tosco. Más denso que un buen sobao, de esos de tamaño adoquín, sin vaso de leche. José Alberto y Pablo Álvarez no hacían más que darle vueltas al asunto en el área técnica. Andrés Martín se acercaba al banquillo a buscar ideas. Y, mientras, la acción más eficiente llegaba en una internada de Mantilla cuyo pase atrás tocó en Montero y se marchó al lateral de la red. De rebote también, tras un despeje de Maguette, Rafa la mandó a las manos de Ezkieta. Entre tanta imprecisión sobre el césped, surgió cierto sonido de viento desde la grada. Impaciencia. Iba a marcar Villalibre, al rematar un balón que entendió que el Málaga había puesto en juego en su área. Marta Huerta le dijo que de eso nada.
Aparecieron de nuevo los pitos cuando el Racing, por fin, iba a dar señales de lucidez. En el minuto 38, los silbidos tornaron en aplausos. Una genial apertura de Andrés Martín para la cabalgada de Mantilla por la derecha. Al final, el balón atrás lo remata Marco Sangalli. Fuerte, pero muy centrado, a las piernas de Alfonso Herrero. Acto seguido, Aldasoro sirvió a Íñigo Vicente, que en su intento de ajustar la mandó muy desviada. Y los aplausos se volvieron silencio cuando, de seguido, Larrubia le hizo el lío a Facu González y batió a Ezkieta. Menos mal que el asistente estuvo rápido para señalar fuera de juego.
Javi Montero parecía haber librado la marejada tras su polémica marcha del Racing. Hasta el minuto 43, cuando le arreó un viaje, sin venir a cuento, a Andrés Martín en el tobillo. Algún aplauso, unos cuantos pitos y mayoritaria indiferencia. Pero ahí, los Campos de Sport se mosquearon de verdad. Con el futbolista y con Marta Huerta, que solventó la acción en una amarilla. El VAR intervino para expulsar al exracinguista. Otra salida en falso de Santander. Siempre le podrá echar la culpa a Pedro Sánchez.
De pronto la pelota estaba en el tejado verdiblanco, que con un futbolista más no podía seguir adelante con una actuación tan pobre. Porque, hasta ese momento, tracuca. Había que espabilar y el descanso era el momento ideal para apretar tuercas. De momento, no hubo cambios en lo nominal. A ver en lo demás.
Ahora sí
Como no podía ser de otra manera, el Racing tomó el mando del partido. Con acierto descendente a medida que se iba acercando a la portería andaluza. El primer cambio verdiblanco iba a ser el de Michelin, en lugar de Álvaro Mantilla, en el lateral derecho. Habían transcurrido diez minutos de la segunda parte y no había pasado prácticamente nada. Pero el francés iba a finalizar una contra fantástica a pase de Íñigo Vicente. Sin embargo, el disparo se malogró en una pierna rival antes cuando se encaminaba hacia la portería.
Era el aperitivo, porque, aunque con suspense, iba a llegar al fin el tanto racinguista. A Marco Sangalli se le marchaba largo el balón que le enviaron, pero Alfonso Herrero no salió bien. Como el caballero negro sin brazos de 'Los caballeros de la mesa cuadrada'. No se atrevió a jugarse el tipo abajo, con las manos, la pelota rebotó en Sangalli y al final le cayó a Villalibre, que, a la media vuelta, esta vez no falló.
Esto no estaba hecho, ni mucho menos. Rafa estuvo a punto de poner al Málaga en inferioridad numérica con un punto de nuevo en la mochila, pero su disparo lo repelieron entre Ezkieta y el poste. Y luego el navarro tuvo que actuar para detener un remate de Dani Sánchez a la salida de un córner.
José Alberto vio las orejas al lobo y se apresuró a llamar a Jeremy y a Gustavo Puerta. Se marcharon Villalibre –en su mejor momento del partido– y Aldasoro. Precisamente a Villalibre le habían anulado un gol en fuera de juego justo antes de marcharse. Y después de los cambios, lo mismo le sucedió a Andrés Martín. El 2-0 andaba rondando, pero no llegaba. Lo tuvo también Jeremy, al rematar en el segundo palo un córner lanzado por Michelin. El camargués entró como una mula, llevándose por delante a su marcador, al que casi mete también en la portería. A la siguiente, no perdonó. Salinas se la puso atrás y, con la izquierda, el chaval fusiló la meta malaguista. Ahora sí, ¿podemos disfrutar ya?
Pues sí, porque los cántabros jugaban ya muy sueltos y los andaluces andaban pidiendo la hora para no sufrir más. Maguette Gueye, que no estuvo especialmente acertado ayer, tuvo un cabezazo muy claro que mandó a las manos de Alfonso Herrero. Mucho mejor definió, justo después, Andrés Martín, que sentó al meta para enfilar la portería y hacer el tercero.
Marta Huerta no quiso alargar la agonía malaguista, aunque, un par de veces que se acercaron los visitantes a ver a Ezkieta, por la grada corrió el temor de que, otra vez, su equipo iba a encajar. La árbitra apenas dio tres minutos de añadido. Buena decisión. Y así se quedó la cosa.
Lo importante ahora es que el Racing le coja el gusto al rosco. Y que lo deguste más a menudo, que es demasiado riesgoso andar todo el día sobre el alambre cuando se quiere aspirar a lo más alto. Ese cero grande, enorme, en el marcador, junto al escudo del Málaga... Tan bello como una portería a cero que, seguramente, habrá hecho sonreír a Raúl Ramírez. Porque ese era también su trabajo. Y a él se la dedicaron.
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