Choque de trenes, el mejor visitante reta al mejor local

En casa el Mirandés no deja margen de duda. Marca y cierra los partidos. Ha metido veintisiete goles y solo ha encajado nueve, lo que le da un saldo de +18. La máxima está clara, la mayoría de los puntos se queda en casa. A esto hay que sumar otro dato, el Mirandés ha sacado nueve puntos más en casa que Levante y Oviedo, los siguientes mejores locales del campeonato. Su clasificación se ha construido en Anduva. Así que el Racing no llega solo a un estadio difícil, llega a la casa del invitado sorpresa. Nadie esperaba a principio de temporada que los burgaleses pudieran asentarse en los puestos altos de la tabla, y menos rozar siquiera el liderato. Pero lo han hecho. Y se empeñan en contradecir jornada a jornada a quienes vaticinaba que no tardarían en pinchar, que no serían capaces de aguantar el ritmo.

Al Mirandés no le vale el empate. Este partido es una oportunidad única. Si gana, adelanta al Racing y se pone segundo. Un cambio de jerarquía. De perseguidor a perseguido.

El Racing viaja a Miranda con un punto de ventaja –56, frente a los 55 de los de Lisci— y una pregunta en la maleta. ¿Seré el segundo equipo que se lleva los tres puntos en Anduva? La respuesta hace un mes hubiera un sí rotundo, un cartel luminoso en mitad de la autopista. Los de José Alberto han vivido media temporada como un equipo que ha adelantado al resto. Ganaron sus siete primeros partidos fuera, algo que nadie había hecho nunca en Segunda. El equipo se plantó en diciembre con ocho puntos de ventaja sobre el segundo y con un aplomo lejos de El Sardinero que metía miedo. Pero la Liga es larga, y lo que en enero era una autopista, en marzo puede convertirse en una carretera comarcal.

En sus tres últimas salidas, el Racing ha sumado dos puntos de nueve. En Gijón y en Eibar sacó un empate y en Burgos se fue de vacío. El equipo que ganaba fuera casi por inercia ahora tiene que trabajarlo. Y, sin embargo, sigue siendo el mejor visitante del campeonato. Ha conseguido 28 puntos fuera de casa en 15 partidos, eso es el 62% de todo lo que ha disputado. Ocho victorias, cuatro empates y tres derrotas. Solo ha caído en tres campos. El Plantío (2-1), el Martínez Valero (3-0) y Los Cármenes (3-0). Ha metido 21 goles y ha encajado 19.

Su mejor versión fuera de casa fue un ejercicio de precisión quirúrgica, siete victorias seguidas. Siete viajes, siete triunfos. Nunca nadie había logrado eso en la categoría. 'Pionerismo', como dicen los racinguistas para resaltar la vocación de un equipo que es ya experto en eso de las primeras veces. Ese Racing tan efectivo manejaba los partidos con frialdad, no necesitaba ser brillante para ser eficaz y sabía qué hacer en cada momento. Un equipo que, si se adelantaba, terminaba ganando.

Ahora ya no encadena victorias fuera, pero aún es temible, sobre todo porque sabe lo que se juega y más cuando al otro lado del campo está el equipo que nunca falla en casa. El fútbol, que a veces es generoso, ha puesto frente a frente a dos trenes sin frenos. El choque es inevitable. Y quien salga de ahí de pie, lo hará con la temporada en las manos.