Con daños en la memoria

Hoy, cerca de 38 años después, el Cádiz llega a Santander en cierto modo como reflejo del Racing y tamiz -otro más- con el que calibrar las expectativas de ascenso en una carrera de fondo que está a punto de enfilar su último tercio. Como el Racing de hace dos años, bagaba por la zona de descenso hasta el cambio de entrenador. Como los verdiblancos hace dos años, se ha recuperado y tiene autoestima suficiente para planear el asalto a la fortaleza del líder, que sin embargo es más fuerte a domicilio.

Hace solo tres meses un Racing-Cádiz parecería un uno evidente para cualquier quinielista, pero la irregularidad de los cántabros, aun así líderes, y la fenomenal recuperación cadista hacen que el favoritismo verdiblanco, que lo hay, se pondere en una nueva defensa del liderato de un equipo que conoce dos versiones tanto de sistema como de resultados, pero que puede mantener una máxima: cualquiera de los otros 21 equipos de Segunda División se cambiarían en estos momentos por él.

Los de JAL funcionan a empellones y rachas, lo que les ha bastado para ser líderes después de 26 jornadas, y necesitan reivindicarse tras el chasco de Burgos, donde sin juego, pero con oficio se pusieron por delante antes de caer en los viejos errores defensivos (y de concentración) que les condenaron a la derrota y enfadaron, y mucho, a su entrenador. Tanto como el festival de faltas que se consintió; un recurso ya habitual contra el Racing, juegue con el dibujo que jueguen, y que sus futbolistas no saben gestionar.

Entretanto, un cóctel de amnesia y ciclotimia ha vuelto a operar en un pequeño sector del racinguismo. De pronto, con una sola derrota en El Plantío y con el Racing líder, JAL no es un técnico cualificado para ascender, Íñigo Vicente es un futbolista del montón, no hay plantilla ni mucho menos defensa y si hay que cebarse especialmente con un futbolista, en este caso con Saúl, no hay problema.

Todo con el equipo líder de Segunda en la jornada 26 -como lo ha sido casi toda la temporada- pese a su mal, muy mal partido de Burgos. Todo solo dos años después de que el racinguismo en pleno cruzara los dedos y firmara con sangre terminar quinto por la cola para no descender por cuarta vez consecutiva en sus hasta hace poco, casi nada, frustrados pasos por Segunda desde la Era Okupa. Como al Racing le dé por ascender, pero lo haga como segundo o en el play off, tal vez haya quien pida que se juzgue a JAL, a Martija, e incluso a Ceria en la plaza pública. En Pombo, por ejemplo.

Pero el grueso de la masa social sigue con el equipo, como lo constata el nuevo lleno que registrarán los Campos de Sport. Tal vez no sea estricto, porque pueden quedar un puñado de entradas sueltas, sobre todo de cesiones de abono, y butacas solitarias que nadie ha querido por eso mismo. Y aun así no se puede descartar que las taquillas cuelguen hoy el letrero de 'localidades agotadas'.

Con Andrés y el propio Vicente ausentes por sanción, el recién llegado Rober González, que ya debutó desde el banquillo en Burgos, y Pablo Rodríguez apuntan a titulares por las bandas. Como apunta el Racing a regresar al 4-2-3-1, lo que mantendría a Meseguer en el once titular, pero más adelantado que como jugó en El Plantío. Claro que José Alberto López siempre se puede haber reservado la carta de alinear juntos de nuevo a Karrikaburu y Arana. Las buenas noticias para el asturiano son el regreso de Ekain tras su larga convalecencia y el de Marco Sangalli una vez cumplido su partido de sanción por acumulación de amonestaciones.

Enfrente, el reflejo. El Cádiz es un equipo muy diferente al de la primera vuelta. La llegada hace ocho jornadas de Gaizka Garitano cambió las dinámicas y ha pasado del descenso y rondar la zona media. Incluso hay quien se viene arriba pensando en el play off, para lo que necesita, no se olvide, ganar al líder en los Campos de Sport. Un entonado Chris Ramos y el inspirado Ontiveros, que ha recuperado su mejor versión en el Nuevo Mirandilla, ponen el gol y la inspiración. Pero si en algo han mejorado los cadistas es en seguridad defensiva, que es la que ha apuntalado su recuperación de la segunda vuelta. Llega con cuatro bajas: las de Rubén Alcaraz, Brian Ocampo, Iker Recio y Luis Hernández.

Con los de Garitano viaja Fede San Emeterio, uno de los estoicos de la época canalla que parece haberse olvidado tan pronto. Comenzó como titular para Garitano, ahora es recambio habitual y no había vuelto a jugar un partido oficial en los Campos de Sport desde que en 2016 dejó el Racing, con lo que se reencontrará con su viejo y restaurado estadio en un contexto muy diferente y como visitante.