Un mejor Racing vence a un mal Athletic

Esta ha sido una tarde de lo más agradable, lo que ayudaba al espectáculo en La Maruca. Desde bastante antes del partido se notaba mucho tráfico en Maliaño. Y es que el Athletic mueve numerosos aficionados, sobre todo si además están en Cantabria de vacaciones. Ya ocurrió hace dos años en Sarón.

El Racing salió de inicio con casi el mismo once con el que jugó el sábado en Grado ante el Sporting. Casi. Porque había una novedad. Plamen Andreev, el portero búlgaro que es el primer fichaje de los verdiblancos y que llegó el lunes, al 'prao'. Por delante, el esquema habitual de los últimos partidos. Tres centrales -Hernando, Mantilla y Salinas- y dos carrileros más abiertos, Sangalli y Yeray.

Enfrente, un Athletic con un once repleto de no habituales. Pero aún así, hay calidad en esas botas. Los primeros minutos parecían un partido de balonmano. El Athletic monopolizaba la posesión y el Racing apenas tenía la pelota. Pero en el minuto seis, la primera ocasión fue verdiblanca. En tres cuartos de campo, Vicente se inventó un disparo imposible que obligó a recular a Padilla, que mandó bajo palos a córner. El saque de esquina lo remató fuera Jeremy, que se hizo daño en la acción. Aguantó unos minutos, aunque José Alberto lo sustituyó en el minuto 13 por Izan.

El susto del Racing equilibró la posesión. El Athletic tocaba algo más, pero sin ninguna sensación de peligro. Fue de nuevo el Racing el que mostró más colmillo, con un disparo de Yeray que se fue fuera por poco en el minuto 20. En el 26, el Athletic tuvo la primera. El tiro de Nico Serrano se fue alto. Fue antes de que Egiluz, que se había hecho daño en la rodilla derecha, dejase su puesto a De Luis.

En medio de un partido con poco que contar por parte de ambos equipos, el Racing era el que proponía más. Un pase de Andrés a Maguette terminó en un tiro de este, alto. Acto seguido, un pase de Yeray dejó solo a Andrés ante Padilla, y el disparo lo desvió el meta del Athletic con seguridad. Pasada la media hora, a los puntos debía ir ganando el Racing.

El partido, sin embargo, no ofrecía mucho más. Entre tanto centrocampismo, poco hubo más que reseñar hasta que el colegiado cántabro Álvaro López Parra pitó el final de la primera parte.

Con Ezkieta y Michelin en el campo al inicio de la segunda parte, de nuevo el Athletic salió algo más dominador. Una falta cerca del área y que le costó a Aldasoro la amarilla terminó en una jugada sin ningún peligro. Pero Maroan, que también había entrado en el segundo tiempo, empezaba a percutir con peligro por la izquierda.

La réplica la puso el de casi siempre. Una jugada de Íñigo Vicente terminó en un disparo flojo del mago de Derio si bien Padilla no acertó a blocar y mandó el balón a córner. En el saque de esquina, Salinas se elevó imperial en el área pequeña para rematar sin oposición. El 1-0 en el minuto 55.

Valverde movió el banquillo y algún peso pesado, caso de Sancet. Los leones volvieron a estirar líneas y un disparo de Serrano se fue fuera antes de que José Alberto hiciese la ristra de cambios de rigor en el 65.

El Racing seguía proponiendo en ataque. Una buena presión de Suli, un centro de Mario García y el tiro de Diego Díaz que se marcha cerca del larguero.

El partido encaraba su recta final y el ritmo decrecía. La buena noticia para el Racing es que del Athletic no había casi noticias. Casi. Un centro de Maroan se lo quitó de los pies Ezkieta a Izeta en el 81. Los bilbaínos tuvieron la última en el 88, con una falta en la frontal del área que derivó en un disparo de Berenguer. Ezkieta voló para despejar a córner.

Y ya en el tiempo añadido en La Maruca, llegó el éxtasis. Un balón le llegó a Suleiman, que desde tres cuartos de campo se plantó solo ante Padilla para delirio de los verdiblancos. 2-0. Posteriormente, a la salida de un córner, Vesga hacía el gol del honor para los vascos. El Racing ganó el Trofeo Nando Yosu y se dio el lujo de derrotar a un equipo de Liga de Campeones. Pero era 30 de julio. Solo un bolo de verano que sirve para acumular minutos y sensaciones. Aunque con una victoria, la cuarta de la pretemporada, todo se ve algo mejor.