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Barral salta en busca del remate durante una sesión de entrenamiento en las Instalaciones Nando Yosu. :: javier cotera
La hora de Barral

La hora de Barral

Ania ha mimado a su delantero centro para que llegue en la mejor forma posible a un doble duelo en el que se juega el ascenso

Aser Falagán

Santander

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Domingo, 26 de mayo 2019, 08:29

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«Barral ha venido para el play off, ¿eh? Sólo para el play off. Hasta entonces da igual. A Barral le hemos traído para el play off». Alfredo Pérez tiene esas palabras escarificadas en las meninges de tantas veces que las ha oído. Se las ha repetido una y mil veces Chuti Molina, que lo tiene como suele tener las cosas Chuti Molina. Muy claro. David Barral (Cádiz, 10 de mayo de 1983), el fichaje de invierno para reforzar una delantera que se quedó coja en invierno, es la gran baza del Racing para el play off. Su jugador franquicia, que se diría en el deporte estadounidense. El delantero que debe romper un entramado defensivo muy férreo. Se le trajo para disputar el play off y él lo sabe. Hoy es su día.

Él lo sabe. De hecho, solo ha jugado 21 minutos en todo el mes. La semana pasada ya estaba listo para actuar, pero acumulaba cuatro tarjetas amarillas y una nueva amonestación habría supuesto su sanción. Tan evidente era la realidad que unos Chuti Molina e Iván Ania tan aficionados a los juegos de secretos no tuvieron ningún problema en anunciar que -al igual que otros compañeros como Dani Segovia- no jugaría el último e intrascendente partido de competición regular frente al Logroñés.

«He estado entrenando por mi cuenta muchas mañanas, muchas tardes... He intentado hacer entrenamientos que se parezcan a los partidos y estoy bien. Sobre todo, lo que noto entrenando. La sensación de que no pierdo la confianza y eso es fundamental», explicaba esta semana en la sala de prensa de los Campos de Sport de El Sardinero, escapando del aislamiento al que se quieren someter unos jugadores conscientes de la responsabilidad. El mismo que sí se saltaron para recibir abrumados muestras de apoyo de la Gradona.

El plan era sencillo. Barral debía jugar lo suficiente como para llegar a esta eliminatoria en plenas condiciones físicas y con el máximo ritmo de competición pero lo suficientemente poco para no ponerle en riesgo de cualquier posible lesión o apurar demasiado el pico de forma de un futbolista veterano.

El gaditano está listo. En plenas condiciones físicas cuatro meses después de su llegada a Santander tras un breve parón que siguió a su aventura japonesa. Su aportación debe ser vital para un equipo con problemas de efectividad y que una vez se aseguró el ascenso experimentó un bajón de rendimiento. Tanto de juego como, sobre todo, de resultados, aunque la buena noticia dentro de esa mala racha es que el equipo se abonó al empate, cierto, pero solo perdió un choque. «Nos han sobrado tres partidos y ahora llega lo bonito; el momento crucial del año en el que verdaderamente nos jugamos la temporada», explicaba el andaluz.

El papel que tiene en el equipo lo define a la perfección un técnico cántabro que le conoce muy bien y cuya trayectoria vital tiene gran ligazón, Manu Preciado: «No es un jugador más, es un jugador que ha sido de los buenos en Primera. A mi padre le encantaba porque tiene un carácter que contagia; aprieta, lo pelea todo y se va a hinchar a meter goles». Y es que en una eliminatoria en la que el Racing se juega el ascenso con David Barral como estandarte el nombre de Manolo Preciado tiene que aparecer siempre; sí o sí. Él fue quien como entrenador del Sporting le convirtió en futbolista de Primera División. Con él vivió sus mejores años en la élite, convertido en referente en ataque de aquel Sporting a caballo entre la década pasada y la actual. De hecho, ha hecho varias referencias al fallecido técnico astillerense y hace poco posaba junto a su fotografía en los pasillos de los Campos de Sport. «Me acordaré de Preciado. Formó parte de mi vida y es de aquí. Si lo conseguimos, parte del ascenso irá para él», decía el delantero. Hoy es su día. O el primero de los dos grandes días que está llamado a vivir en el Racing. Hasta por contrato, porque si los verdiblancos son dentro de una semana equipo de Segunda División David Barral habrá renovado automáticamente su contrato hasta 2020 y tendrá una jugosa subida de sueldo. Así que por motivación tampoco será.

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