Otro triunfo al cuévano de pocos mimbres

El once elegido por un José Alberto de beige veraniego sería poco más que anecdótico a primeros de agosto si no fuese porque lo de poner a Saúl García de central izquierdo –ojo, que cumplió con creces– , más aún en una línea de cuatro, es como un letrero con luces de neón en este Racing de mercado pausado:'Chema, quiero un central'. Aunque esa sólo es una de las múltiples necesidades de la plantilla a falta de dos semanas para el arranque del campeonato.

A diferencia del Athletic en La Maruca, Osasuna puso en liza un equipo reconocible y, en consecuencia, se hizo dueño intrascendente del juego desde el inicio. Aunque el conjunto cántabro tampoco puso muchas pegas. Estaba relativamente cómodo. De hecho, la primera oportunidad del choque, a los nueve minutos, fue verdiblanca. Un duro disparo lejano de Yeray le complicó la vida a un Sergio Herrera que se lo quitó de encima con apuros.

Hasta que el cuadro navarro decidió apretar la tuerca y encontró un buen camino a través del lateral de Michelin. Kike Barja le hizo un roto al francés y la puso al segundo palo, donde Rosier cabeceó en plancha. Mira por dónde, iba a ser el central de urgencias, Saúl García, el que evitase el tanto osasunista.

Sin embargo, el Racing iba a volver a sacar la pegada de la que está haciendo gala esta pretemporada. Y eso, sin delanteros. Andrés Martín recibió en la banda, recortó hacia adentro y la puso atrás, donde llegaba Izan Yurrieta. El chaval la pegó con sabiduría. Junto a la cepa del poste. Inevitable para el portero.

El escenario sirvió a José Alberto y los suyos para un simulacro de bloque bajo. Tres líneas bien marcadas y a esperar. Los pamplonicas, más por orgullo que por buen hacer, dispusieron de tres acercamientos. Ezkieta desbarató todos ellos: un tiro raso de Mauro Echegoyen y dos cabezazos flojos de Raúl García y Aimar Oroz.

La cuarta la evitó el palo. El propio Aimar Oroz buscó el hueco en el área para disparar al palo largo. Fue certero, porque la mandó al mismo poste. En el rechace, Raúl García embocó a gol, pero en fuera de juego.

El problema de estos amistoso no es el resultado, sino los daños. Y al borde del minuto 40, en una maniobra con poca historia, Maguette Gueye iba a caer lesionado. Mano a la ingle derecha... Esta el asunto como para perder efectivos. Aldasoro fue el sustituto del senegalés. El inesperado cambio anestesió el resto del período, hasta el descanso.

José Alberto le dio la vuelta al calcetín de cara a la segunda mitad y retiró a los diez futbolistas que quedaban sobre el terreno de juego de los que habían arrancado el choque. Piezas y piernas nuevas, aunque la misma idea. Entraron todos menos uno. Suleiman Camara se quedó en el banquillo a ver el paisaje en la frontera. ¿Será el próximo en salir?

Lo cierto es que el partido perdió parte del poco interés que tenía. Aún menos brillo; más tran tran. Centrocampismo en vena. Droga dura para la vista. Pasó un cuarto de hora y el cuaderno de notas de cosas que contar del segundo tiempo permanecía en blanco. Eso quería decir que el Racing estaba trabajando relativamente bien en su papel defensivo y Osasuna estaba dejando fría a su parroquia.

Lisci echó leña con el reemplazo, al borde de la hora de juego, de todos los futbolistas de campo. Diez fuera. Diez dentro. Los nuevos salieron con un poco más de ritmo –tampoco era muy difícil–. Pero poco. Víctor Muñoz era de lo poco salvable del equipo rojillo. Él generó una doble ocasión en la que Andreev tapó el hueco para repeler con dificultades el remate del extremo y también el rebote a remate de Chasco. El propio Víctor Muñoz cabeceó fuera un centro desde la derecha de Moncayola.

Lo cierto es que el Racing de la segunda parte estaba completando un aceptable trabajo defensivo, pero apenas pasó del centro del campo. Osasuna no cambió de portero, pero tampoco le iba a hacer falta, porque Sergio Herrera ni se inmutó tras el descanso. No como su homólogo búlgaro en el otro área, que tuvo que lanzarse abajo para detener un disparo desde la frontal de Budimir. Y poco más.

Una semana más de pretemporada completada. Una semana menos para el inicio del campeonato. La próxima semana, sesión doble en los Campos de Sport frente al Cagliari italiano. El último hito preparatorio para lo realmente importante y que, de momento, el Racing afronta con lo puesto. Pero los resultados de los amistosos respaldan los mimbres que de momento tiene el cesto, aunque a nadie se le escapa que no son suficientes para las ambiciones verdiblancas. Seguro que Chema Aragón está trabajando a destajo en su despacho de los Campos de Sport, pero al director deportivo se le viene un agosto frenético.