¡Que empiece ya!
Se echaba de menos ir a El Sardinero para algo más que tomar el sol. Esa vidilla que da el campeonato no tiene precio
Los caprichos del calendario han querido que el Racing vuelva a la competición precisamente en el Día Mundial de la Montaña Rusa, que ya es ... casualidad. Porque, aparte de rocanrol, el estilo de José Alberto ya lo vamos conociendo lo bastante como para saber que está abonado a eso, a las emociones fuertes: subidones trepidantes, bajonas que te encogen el estómago y esa sensación de que en cualquier curva lo mismo sales disparado hacia la gloria que directo al abismo.
En cualquier caso, se echaba ya de menos ir al Sardinero para algo más que tomar el sol. Que las vacaciones están muy bien, y lo de esperar las equipaciones, renovar abonos, la pretemporada y lo que quieras, pero lo que verdaderamente está infravalorado es pasar dos meses sin Liga. Esa vidilla que da el campeonato no tiene precio.
Asier Villalibre es uno de esos fichajes que disparan la ilusión. Parece un jugador hecho para el Racing
Y mira que tuvimos un aperitivo la semana pasada, pero por desgracia quedó un poco deslucido; y no por el partido en sí, sino por la poca afluencia de público. Que mira que nos hemos pasado años pidiendo una presentación del equipo, y ahora que el club organiza una en condiciones, con un rival interesante y encima sin darte un sablazo, resulta que nos quedamos en casa. Luego nos extrañará que se rindan y no vuelvan a organizarlos, claro.
Eso sí, la idea de elegir a un equipo italiano para un amistoso… Menos mal que la cosa se saldó solo con dos lesiones leves, porque en el tramo final del partido el asunto se calentó más de la cuenta.
Pero en fin, lo que nos interesaba era ver a los nuestros por fin, y pese a la preocupación general por la falta de novedades, la mejor noticia fue que el bloque sigue prácticamente igual que la temporada pasada. Algo insólito en este club, por cierto, y un pequeño milagro, porque que levante la mano quien no ha pensado que este verano volarían de los Campos de Sport algunas de las estrellas que más brillaron el año pasado. Pero no: ha habido más cambios en los despachos que en el vestuario, lo que es de agradecer.
Sin embargo, lo que realmente preocupaba al racinguismo era que todavía no habían llegado los fichajes. Va a ser que estamos tan acostumbrados a que cada temporada se desmonte y vuelva a montar el equipo, que ya inconscientemente esperamos no menos de una docena de caras nuevas cada verano. Esta vez, al menos de momento, solo han sido dos; el del portero nuevo ya veremos si tiene sentido, visto que el bueno de Parera no jugó ni un minuto en la última Liga. Aparte del asuntillo de que ya sería raro que en La Albericia no hubiera ningún joven prometedor que pueda servir, aunque sea para suplente.
Sin embargo, lo del otro nuevo… Eso sí que es oro molido. Vamos, que valía la pena esperar porque Asier Villalibre sí que es uno de esos fichajes que disparan la ilusión. Y no solo por su calidad contrastada, sino porque parece un jugador hecho para el Racing. Igual no tanto para el Racing de José Alberto y ese juego de fantasía, sino más bien el Racing histórico que tenemos en la cabeza, el de los 'bigotes' y matagigantes; ese espíritu de Chisco, de Preciado y de Munitis, que parece correr también por las venas de Villalibre: valiente, entregado, peleón... Ya solo su actitud contra el Cagliari encendió al racinguismo. A ver si a final de temporada nos puede deleitar con un solo de trompeta. De momento, agárrense bien a las barras que la montaña rusa ya se pone en marcha de nuevo. ¡Rocanrol!
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