Jeremy y Mario García, dos casos a quienes se les amplió la confianza

Jeremy Arévalo y Mario García son a día de hoy las dos últimas apuestas por la cantera, aunque en el caso de Mario todo fue ... tan rápido que no le dio tiempo ni a jugar en el Rayo Cantabria. El santanderino fichó por el filial del Racing y las circunstancias y su buen rendimiento le colocaron a las órdenes de José Alberto mucho antes, incluso, de lo esperado. En cualquier caso, ambos representan la apuesta por la 'cantera' que figura en la hoja de ruta del proyecto racinguista a medio y largo plazo de los actuales propietarios. La cuota de protagonismo del fútbol base ha sido más bien escasa temporadas atrás, ni siquiera cuando el Racing deambuló por la extinta Segunda B, incluso por los puestos bajos. En las últimas temporadas, ya en el fútbol profesional, tampoco ha sido muy importante la aportación de los chavales formados en La Albericia, bien sea porque la exigencia cada vez ha sido mayor, bien porque no existían futbolistas para dar el salto. Por eso, aunque sean muchos los casos, con Jeremy y con Mario se ha tratado de seguir las directrices que se anunciaron y que se basan en el rendimiento y la obtención de resultados a más largo plazo, dejando a un lado la tiranía de la inmediatez. Mario fue el primero, y en el mes de enero de 2024, después de demostrar que podía tener un hueco se le amplió su contrato hasta 2027, con una mejora sustancial del mismo.

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