Nos espera algo muy bonito

La campaña ha sido notable. Con sus luces y sus sombras, con momentos de brillantez y otros de dificultad. Pero aquí estamos: en el tramo final, peleando por lo que todos ansiamos. Nadie dijo que fuera fácil. Nadie prometió un camino llano. Pero este equipo ha sabido competir, resistir, levantarse y llegar a estas últimas jornadas con el objetivo al alcance de la mano.

Y si el premio llega, no será solo por el esfuerzo del vestuario o la calidad del cuerpo técnico. Será también por una afición que ha estado de 10. En cada partido, en cada viaje, en cada grito de aliento. Este grupo humano, este Racing, ha estado arropado como hace mucho tiempo no veíamos. Y lo más importante es que volverá a estarlo. Porque si en agosto nos dicen que íbamos a vivir una temporada como esta, todos, sin dudarlo, habríamos firmado.

Queda el último empujón. Los jugadores lo saben. El club lo sabe. Y nosotros también. Es el momento de estar más juntos que nunca, de empujar como una sola alma. Porque no solo nos jugamos un ascenso: nos jugamos entrar por la puerta grande a la élite del fútbol mundial. Que Santander y Cantabria tengan su lugar en ese escaparate sería un logro incalculable, para el club, para la afición y para toda la comunidad.

Lo tenemos cerca. Lo sentimos. Está ahí. Y ahora más que nunca, toca disfrutar del camino. Porque cuando hay tanto en juego, también hay mucho que celebrar.

Nos espera algo muy bonito. Pero para que llegue, tenemos que seguir creyendo. Juntos. Como siempre.