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Pouso se ríe con Aquino, mientras que Lázaro conversa con Raúl García (en primer término), el segundo entrenador. Javier Cotera
Lázaro y Aquino, conexión total
Racing

Lázaro y Aquino, conexión total

Pouso prepara una delantera con el madrileño como referencia y el murciano escoltándole por la derecha

Marcos Menocal

Santander

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Viernes, 2 de marzo 2018, 07:15

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Borja Lázaro en la punta de lanza y Dani Aquino escoltándole por la banda derecha; escorado a un lateral y a pierna cambiada para tener disponibilidad de recortar para dentro y maximizar el peligro. Conexión total. A Pouso le encaja esta variante más que la de los dos delanteros de siempre. Pese a que el técnico vasco adelantó que esta última alternativa sería la versión más utilizada en El Sardinero, ayer cambió el paso y su apuesta es mantener el sistema 4-3-3 con el que ganó en Tafalla y perdió en Lezama.

Un equipo con salida de balón, con posesión en el centro del campo y vertical en ataque. Esta fue la propuesta ayer en el entrenamiento más esperado de la semana, el de El Sardinero, en versión racinguista que se vio ayer. Para lo primero, Borja Granero volverá a ser central. En cuanto a lo segundo, Quique Rivero repite como interior, y para rematar el tercero de los argumentos, una línea de tres con Héber Pena, Lázaro y Aquino.

A Pouso no le gusta dar pistas sobre sus planteamientos, en cambio ayer no tuvo reparos en enseñar más de la cuenta. Organizó un partido en el que alguna prueba resultó llamativa. En la línea de cuatro en defensa colocó a Adán Gurdiel, Gonzalo, Granero y Julen Castañeda. Lo primero que llamó la atención fue el regreso del capitán al puesto de zaguero; tiene pinta de que la razón fundamental es que no le convence lo que ha visto hasta ahora. Para afianzar esta maniobra, Gonzalo en su primer día con el grupo sin problemas físicos en más de un mes desbancó a Regalón y a Gándara. A Pouso los tres goles en Lezama le han hecho buscar cambios y, en principio, si el burgalés le asegura al vasco que está en condiciones será titular el domingo ante el Vitoria.

Los ensayos de El Sardinero desvelaron que por delante de la retaguardia jugará una línea de tres pivotes, cada uno con una función distinta. El dibujo y el trabajo quedaron claros, lo que es difícil de confirmar es quién hará de qué. Durante buena parte del entrenamiento, Javi Cobo ejerció de faro por delante de la defensa, en esa especie de pivote defensivo que le gusta utilizar a Pouso. El canterano cumplió durante muchos minutos en esa posición, a pesar de que su tendencia a conducir y a manejar la pelota no case del todo con la demarcación. En el otro equipo, esa posición la ocupó Antonio Tomás que sí es -a priori- el que reúne las características más propias para esa función. Sin embargo ya se perdió el último partido de Liga y no sería de extrañar que repitiera en el banquillo. En algún lance del ensayo también Sergio Ruiz se colocó como faro del equipo teóricamente titular, pero apunta a que fue testimonial.

Lo que sí parece más seguro es que Sergio y Quique Rivero se repartan el centro del campo por delante de la defensa y justo por detrás del ataque. Con ellos sí es cierto que el Racing gana en posesión y en llegada, que es lo que busca el cuerpo técnico en un partido en casa y con la obligación de ganar. Hoy poco se podrá ver en La Albericia y la duda entre Antonio Tomás y Javi Cobo se mantendrá hasta el final.

La función de faro por delante de la defensa la cumplirá Javi Cobo o Antonio Tomás | Regresa Héber Pena a la izquierda y a falta de confirmar su estado, Gonzalo a la defensa

Las claves

En el ataque sí que no hay dudas: Héber Pena, Lázaro y Aquino. Probablemente se trata de los tres futbolistas con más vocación ofensiva de la plantilla. La sorpresa -si es que se puede calificar así- es la presencia del gallego. Si se confirma, regresará al once inicial después de muchas jornadas y desbancando en la izquierda a Miguélez, que pese a cuajar una notable actuación en Lezama sería uno de los damnificados. Con Héber Pena en forma, el equipo se asegura verticalidad y llegada y con ello aumentan las posibilidades de que Lázaro reciba el balón en posiciones peligrosas.

El ensayo de El Sardinero deparó precisamente estas situaciones; el uno contra uno en la banda de Héber y el centro a la 'olla' para que el delantero remate. Si no cambian las cosas, el extremo izquierdo tendrá una nueva oportunidad de ganarse la confianza en este último tercio de la temporada.

En el otro lado, Aquino será el protagonista. El murciano partirá desde la derecha con libertad para poder entrar por dentro y filtrar pases interiores. Su estado de salud invita al optimismo; completó el trabajo sin queja y se le vio activo. Dado su recorrido y su polivalencia, Pouso espera sacarle más renta partiendo desde atrás y dotándole de más alternativas. Es evidente que se reabre el debate sobre la conveniencia de que el murciano acarrea más peligro cuanto más cerca de la portería rival se coloque, pero en el esquema del técnico vasco la derecha parece la mejor opción.

El rol de Lázaro no ofrece dudas; es un delantero de área y como tal su juego se limitará a esa zona. Su estado de forma ha mejorado, así como su ritmo de competición y ahora lo que se demanda es que le lleguen muchos más balones que hasta ahora.

Los que se quedan fuera de este dibujo son Juanjo, César Díaz, Miguélez y probablemente Regalón. A los dos primeros se les abrió una puerta la primera semana al ver las intenciones del nuevo entrenador, pero de nuevo el cambio les deja fuera. Lo mismo que Miguélez, que vuelve a alternar un día titular con un día en el banquillo. Finalmente al que también le puede haber pasado factura el desastre ante el Athletic de Bilbao B es a Paco Regalón. El central podría perder su puesto en el centro de la zaga debido a su intermitencia.

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