Un técnico de cambios obligados

Cinco nombres: Miquel Parera, Dani Fernández, Germán Sánchez, Rubén Alves y Saúl García. Los cuatro primeros han sido titulares en todos los encuentros. Y si el de Vioño no les ha seguido el ritmo fue porque cayó lesionado en Mendizorroza. El arquero se ha hecho dueño de la portería pese a la buena competencia de un Jokin Ezkieta que sólo ha tenido un partido de Copa para él. Dani Fernández lleva tiempo siendo uno de los futbolistas más en forma de la plantilla racinguista y no hay discusión en el lateral derecho. El balear y el madrileño son los únicos que lo han disputado absolutamente todo con el actual entrenador. Germán Sánchez fue una de las primeras apuestas del míster, en detrimento del intocable con Guillermo Fernández Romo Pol Moreno y, pese al más que irregular rendimiento del central, ahí sigue. Ocho de ocho como titular. Rubén Alves se ha convertido en el gran líder de la zaga gracias a su fenomenal rendimiento. Tanto, que lleva tres semanas entre algodones por un esguince de tobillo que arrastra y aún así, sigue estando en la alineación. Y el ya citado Saúl, que entró en el equipo con el cambio en el banquillo, ya que su capacidad ofensiva se ajusta más al estilo de ahora. Eneko Satrústegui fue el gran perjudicado por el cambio de dirección. Al navarro, como a los Mantilla, Pol Moreno o Unai Medina no les queda otra que esperar su turno.

Y, casi siempre en estos ocho partidos, los que han estado han rendido a un buen nivel. Hay dos que han tenido un mayor protagonismo con José Alberto. Uno es el capitán, Íñigo Sainz-Maza, pese a que su rendimiento no ha sido tan alto desde la llegada del asturiano tras un arranque de temporada espectacular. El otro ha sido una irrupción. La de Aritz Aldasoro. El vasco se ha hecho fuerte en la sala de máquinas. Tanto, que el domingo en La Cerámica dejó en el banquillo al futbolista diferente del centro del campo racinguista: Juergen Elitim. De todas formas, la lógica dice que el colombiano, con continuidad, debe ser titular en este equipo. Y la jerarquía coloca a Íñigo Sainz-Maza como su acompañante. Pero Aldasoro también le entra por el ojo al míster. El cuarto en discordia es un Fausto Tienza que no está teniendo muchos minutos, pero cuando está sobre el césped, lo aprovecha.

Mboula, por la derecha; Íñigo Vicente, por la izquierda y Jorge Pombo, de mediapunta. Sin embargo, con la sanción del aragonés por tarjetas amarillas, José Alberto colocó al vasco como mediapunta frente al Leganés y el gran rendimiento del futbolista de Derio esa noche le ha generado un bendito lío al míster. Tanto, que frente al Villarreal B, un jugador que ha sido de los más desequilibrantes del curso como Pombo se quedó en el banquillo. Esta circunstancia le ha abierto la puerta de la titularidad al llegado en enero Marco Sangalli en el extremo izquierdo. Así que, con estos condicionantes, lo que pueda hacer José Alberto el sábado ante el Andorra en esta parcela es la mayor de las incógnitas sobre un posible once. Hombre a hombre, Mboula está respondiendo a la confianza con más datos que sensaciones. Cuatro golazos ha hecho desde que llegó el míster, pese a su irregularidad. Íñigo Vicente es determinante, aunque su juego tampoco es un tratado de continuidad. Y Pombo parece haber perdido brillantez, pero la calidad está ahí. Entre los aspirantes, además del citado Marco Sangalli, el canterano Yeray, que entró en la rueda de la primera plantilla con el cambio de entrenador y poco a poco va sumando minutos en el fútbol profesional. Aprovechándolos, porque el genial tanto anotado en Ponferrada fue clave y reseñable. Luego, Arturo Molina o Peque se quedan en la recámara, sin mucho que rascar.

En la delantera, como el Racing no ha conseguido encontrar futbolistas diferenciales, ha apostado por la cantidad. El club no logró convencer a Cedric para salir cedido en invierno y ahora tiene cuatro futbolistas para un solo puesto tras la llegada de Roko Baturina. Antes del balcánico, Matheus Aiás era el dueño del puesto. Con el listón muy bajo, no por su aportación goleadora -apenas dos tantos- sino por su capacidad de trabajo. El croata ha llegado para jugar y, aprovechando además la ausencia por lesión del brasileño con un tanto frente al Leganés, se ha hecho con un puesto en el once titular. A poco bien que lo haga, será difícil que le quiten el puesto. Mientras tanto, Sekou Gassama, que llegó el pasado verano del Valladolid, de Primera División, con la vitola de delantero goleador titular para este equipo, le quedan las sobras. Con un gol en lo que va de temporada, quizá no haya hecho méritos para mucho más. Y en el caso de Cedric, pese a su ambición por continuar en la plantilla tras cuatro meses en el dique seco por una grave dolencia cervical, a José Alberto no le ha entrado por el ojo y tiene pinta de que lo va a tener muy, muy complicado, para disponer de minutos con el entrenador asturiano. Lo que está claro es que con la participación que ha tenido el hispano-nigeriano desde que se reincorporó al equipo, es imposible adivinar si es mejor o peor que sus competidores en uno de los puestos claves en cualquier equipo de fútbol.