Una temporada con 6.200 kilómetros menos

Los viajes de la pasada campaña llegaron a los 12.800 y a las 112 horas con destinos como Coruxo, Vigo, Pontevedra, y Boiro que superaban las cinco horas de viaje y los 500 kilómetros, algo que incrementa mucho el cansancio de la plantilla en este tipo de trayectos y afecta económicamente al club. Por otro lado la gran masa social que mueve un club como el cántabro posibilitará los desplazamientos masivos este año, ya que entre una y dos horas, los viajes son mucho más llevaderos para la afición. Una parte importante que suma mucho en una temporada, a priori, dura y con un único objetivo de teñir de verdiblanco la mayor parte de los estadios que conforman el grupo. Emular grandes desplazamientos como contra el Lealtad, la Cultural o el Burgos. Además con su apoyo masivo en los partidos de la temporada pasada, llevaron en volandas al equipo en más de un encuentro y en estas divisiones muchos jugadores no están acostumbrados a jugar delante de tanta gente y la caliente afición del Racing seguro que jugará un papel fundamental esta temporada.

El cambio de grupo hace que el trayecto más largo esta temporada sea el del Tudelano con una distancia de 327 kilómetros y una duración de unas tres horas seguido muy de cerca de Tafalla. En total serán unos 6.600 kilómetros (ida y vuelta). Una gran diferencia respecto al año pasado que podrían englobar dos grupos en uno en cuanto a distancia y que, además del cansancio, económicamente también favorecen enormemente al club y a sus seguidores.

De esta manera, el Racing tendrá que lidiar en su gran mayoría contra sus vecinos vascos en los que el club espera que la afición pueda estar muy presente y hacer sentir como en casa a los jugadores en estos nueve partidos que enfrentarán a Arenas de Getxo, Barakaldo, Vitoria, Leioa, Real Unión de Irún, Gernika, Amorebieta y los filiales del Athletic y la Real Sociedad, todos ellos viajes de menos de dos horas. Un paseo para el incondicional aficionado cántabro. Sin olvidar las citas de Burgos, Miranda de Ebro, Villaviciosa, Mieres, Gijón o Logroño. Las peñas, por su parte, seguirán organizando los ya tradicionales viajes masivos en autobús. Una costumbre que lleva ya cuatro años y que se espera que siga siendo tan colorida y demandada como el año pasado.