La travesía más larga fuera de la élite
Lejos ·
Esta es la decimocuarta temporada consecutiva del club por debajo de Primera División, por las once previas al Racing de los BigotesEl 13 de junio de 2012, Federer, le arrebataba el número 2 del Mundo a Rafa Nadal, tras ganar el Másters 1.000 de Madrid; ... las asambleas del 15-M preparaban el primer aniversario del movimiento; el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se negaba a «negociar con ETA»; en la Selectividad de Cantabria entraba 'La Casa de Bernarda Alba'; los afectados por las 'preferentes' andaban reclamando lo suyo, Maguette Gueye tenía nueve años y el Racing descendía a Segunda División tras perder con Osasuna. Fue su último partido en Primera. Con los mejores. A partir de ahí, empezó la travesía más larga de sus 92 años ligueros, con la decimocuarta temporada fuera de la élite recién arrancada.
El racinguismo puede presumir y presume de las 44 campañas que luce en Primera División. La 45 es el objetivo. Pero ojo, porque los cursos en Segunda División ya se acercan a los de la máxima categoría: la presente es la trigesimoctava en la división de plata. Más las doce de penar por el infierno, se llamase como se llamase: Segunda B, Primera RFEF, Tercera División. Averno es, se apode como se apode.
Además, el momento actual tiene el agravante de los siete años en la tercera categoría, más siete -con el actual- en Segunda. El siguiente período más extenso sin codearse con los gallos es el que pasó entre 1962 y 1973. Con una caída de dos temporadas a Tercera División. Once cursos, en total, hasta que el Racing de los Bigotes logró devolver al equipo a Primera. Con efecto rebote, pero cortó la racha.
El Racing ha llegado a esta larga travesía fuera de la élite, después, precisamente, de su mayor estancia. Diez temporadas es el mayor trayecto verdiblanco ahí arriba y es el que se vio cercenado en 2012, con un club en descomposición que bajó en dos temporadas hasta Segunda División B y al que sus condenados gestores le empujaron, prácticamente, hasta la desaparición. Su gente lo salvó.
Así que, bueno, es verdad, catorce temporadas lejos de Primera División son dolorosas, pero en la parroquia verdiblanca, cuando no falla la memoria, también se celebra la vida. Que podían haber sido menos años sin estar en la máxima categoría y, a partir de ahí, a soplar velas al cementerio.
El Racing, por fin estabilizado de nuevo en el fútbol profesional, cumple este curso el cuarto consecutivo en Segunda División. Aunque espera no batir su mayor estancia en la categoría, por lograr el ascenso antes. Seis campañas seguidas es el encadenado más importante en el escalón actual.
Dentro de este período de carencia actual, se encuentra la peor temporada, a nivel deportivo, de los 112 años de historia del Racing. Aquella 2020-21, de reestructuración de la Segunda División B tras la pandemia, con Javi Rozada y Aritz Solabarrieta como inquilinos del banquillo verdiblanco y Jose Mari Amorrortu al mando en la parcela técnica. Se da la circunstancia de que, a ese punto más bajo le separan nada menos que 90 años de la mejor clasificación histórica del conjunto cántabro. Fue en la 1930-31, con el subcampeonato liguero en Primera División.
En estas trece temporadas y la decimocuarta que acaba de empezar, el Racing ha perdido puestos en la clasificación histórica de la Liga en Primera División. En concreto, el club verdiblanco ocupaba el puesto decimocuarto cuando abandonó la categoría y ahora es decimosexto, tras haber sido superado por Villarreal y Osasuna. Esta campaña podría perder una posición más, si el Mallorca suma 58 puntos. De momento, los de Pablo Torre y Mateo Joseph llevan dos derrotas en dos encuentros. Pero la mejor forma de defender la plaza no es otra que logrando el ascenso a Primera División.
Sin embargo, lo que nadie le puede quitar al Racing es su condición de equipo fundador del campeonato de Primera División. Allá en la 1928-29. Y con el mérito añadido de ser el único que se ganó la participación en el terreno de juego, mediante una especie de play off. Nueve temporadas estuvo entonces el club cántabro con los mejores, con el parón de la Guerra Civil en medio. De hecho, la primera tras el conflicto bélico fue la última antes de caer, por primera vez en su historia, a Segunda División, en la campaña 1939-40.
De momento, hay que fijarse en la trayectoria ascendente. Desde la 2020-21, con el campeonato y ascenso desde la entonces recién creada Primera RFEF, el Racing se ha ido acercando, paso a paso, a Primera División. En el siguiente curso, se logró una permanencia holgada después de la llegada de José Alberto al banquillo. Después, se rozó la clasificación para el play off de ascenso en aquel fatídico encuentro frente al Villarreal B. Pero la ilusión ya había arrancado su persecución y la temporada pasada, pasó lo que pasó, pero nadie puede negar que, objetivamente, tomar parte en el play off de ascenso, pese al resultado final, era un paso adelante más. A ver si en esta 2025-26, el equipo verdiblanco es capaz de seguir adelante. Después de la 44, ya saben cuál viene.
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